La escritora olvidada que escribió la novela más impactante de la literatura moderna

Descubre la historia de Anna Kavan, la escritora olvidada que transformó la literatura con 'Hielo', una novela distópica única

Anna Kavan - Cultura
Una fotografía de archivo de Anna Kavan en blanco y negro
Wikipedia

La historia de Anna Kavan es una anomalía dentro de la literatura del siglo XX. Una vida marcada por la adicción, el cambio de identidad y la absoluta indiferencia del canon literario no impidieron que escribiera Hielo. Una de las novelas más desconcertantes, hermosas y perturbadoras de la literatura moderna. Publicada en 1967, poco antes de su muerte, Hielo es el legado de una autora que el mundo decidió olvidar. Pero cuya obra resiste el paso del tiempo con una fuerza brutal.

Anna Kavan no solo fue una escritora excepcional. Fue también un experimento humano. Cambió su nombre real, Helen Ferguson, por el de uno de sus personajes, rompió con las convenciones narrativas, se aisló del mundo y escribió con una mezcla de delirio y lucidez que no encuentra equivalentes fáciles. Hoy, Hielo es su testamento literario. Una novela que desafía los géneros y las etiquetas. Y que condensa toda la potencia simbólica de su vida y de su escritura.

Una novela entre la ciencia ficción, el surrealismo y el diario de una mente rota

Hielo es, en apariencia, una distopía. El mundo está siendo engullido por una expansión glacial que lo congela todo: países, relaciones, estructuras sociales. Pero en el fondo es una obra sobre el miedo, la obsesión y la imposibilidad de rescatar a otro ser humano del desastre. En cada párrafo de esta novela se proyecta el universo mental de Anna Kavan, con una narración que se pliega y se repliega, fragmentaria, circular, como si las palabras se escribieran desde un sueño febril.

Hielo - Anna Kavan
Portada de la novela ‘Hielo’, de Anna Kavan
Trotalibros Editorial

El personaje central —una mujer etérea, a la que el narrador persigue por territorios destruidos, castillos, cárceles, paisajes blancos— es a la vez metáfora y espejo. Y Anna Kavan, desde las páginas del libro, se disuelve en el hielo junto a ella. Hay quien ha comparado Hielo con 1984 o Un mundo feliz. Pero su singularidad radica en que no pretende construir un mundo creíble. Construye un estado mental. No hay lógica en la novela, pero sí una atmósfera aplastante y una belleza espectral que se clava en el lector.

El enigma de Anna Kavan, escritora y personaje

Anna Kavan vivió muchas vidas. Nació en 1901, publicó sus primeras novelas bajo su nombre real, pero tras sufrir un colapso nervioso adoptó una nueva identidad: la de un personaje secundario de una de sus obras. Desde entonces, todo en ella fue ficción. Se tiñó el pelo de rubio platino, se reescribió como escritora y vivió las siguientes décadas sumida en una adicción crónica a la heroína, que usaba legalmente bajo prescripción médica.

Lejos de impedir su escritura, esa adicción pareció alimentar una obra que se volvió más abstracta, introspectiva y simbólica con los años. Anna Kavan dejó atrás las convenciones de la novela realista para adentrarse en un territorio ambiguo entre el diario íntimo, la fábula existencial y el relato alucinatorio. En Hielo, todo eso alcanza su expresión más alta.

A pesar de su talento, Anna Kavan fue ignorada por el gran público. Su muerte, en 1968, no ocupó titulares. Su obra no fue reeditada en décadas. Y sin embargo, entre los lectores que la descubren, suele producirse una suerte de fascinación instantánea. Leerla es como entrar en una casa helada de espejos donde uno no sabe si está soñando, delirando o simplemente viendo demasiado claro.

TAGS DE ESTA NOTICIA