En el vasto universo de la literatura fantástica, hay títulos que acaparan toda la atención y se convierten en fenómenos de masas. Mientras que otros, pese a su originalidad y calidad, quedan relegados al olvido. Abarat, la saga creada por Clive Barker, pertenece a esta segunda categoría.
Es una obra que mezcla fantasía oscura, imaginación desbordante y un componente visual sin precedentes. Y que, sin embargo nunca ha gozado del reconocimiento masivo que merece.
Quien se adentra en Abarat descubre un mundo completamente distinto a lo habitual. No es una copia de las grandes sagas juveniles ni sigue las estructuras convencionales del género. Barker, reconocido por su maestría en el terror, construyó aquí una historia que rompe fronteras, con escenarios imposibles, criaturas inquietantes y una atmósfera que oscila entre lo onírico y lo perturbador.
Un mundo que es un mapa de horas
La premisa de Abarat es tan extraña como fascinante. Un archipiélago formado por veinticinco islas, cada una correspondiente a una hora distinta del día, más una hora extra que no existe en nuestro mundo. Cada isla es un universo con sus propias reglas, paisajes y criaturas. Y juntas forman un mapa imposible que el lector recorre con la protagonista, Candy Quackenbush.

Barker dota a Abarat de una geografía que funciona como un reloj narrativo y simbólico. Hay islas donde siempre es mediodía. Otras sumidas en la noche perpetua. Todas están unidas por un mar que oculta secretos tan antiguos como peligrosos. Esta estructura convierte la lectura en un viaje constante, donde cada capítulo ofrece una nueva maravilla o una amenaza inesperada.
El arte como parte de la historia
Uno de los elementos más impactantes de Abarat es que no se limita al texto. Clive Barker pintó más de 300 ilustraciones al óleo para dar forma a este mundo. Y esas imágenes no son un simple complemento: son parte esencial de la experiencia. Cada pintura transmite la esencia de una isla, un personaje o un momento clave. Y ayudan al lector a sumergirse todavía más en el relato.
Esta fusión de arte visual y literatura convierte a Abarat en un objeto único dentro del género. No es solo una novela que se lee, sino también una obra que se contempla. Barker concibió el proyecto como una experiencia total. Y esa ambición artística es una de las razones por las que quienes lo descubren lo consideran una joya oculta.
Entre la fantasía y el terror
Aunque Abarat se presenta como fantasía juvenil, lo cierto es que sus tonos oscuros y sus momentos inquietantes lo acercan al terror. Hay escenas que parecen salidas de una pesadilla surrealista, criaturas que desafían la lógica y villanos cuya presencia provoca una tensión constante.
Barker juega con ese equilibrio entre la maravilla y el miedo. Nos recuerda que la fantasía no tiene por qué ser un refugio seguro, sino también un lugar donde enfrentarse a lo desconocido. Esa mezcla de belleza y peligro es uno de los rasgos que hacen de Abarat una lectura tan memorable.

Hasta la fecha, Abarat cuenta con tres volúmenes publicados. El plan inicial de Barker incluía cinco libros. Por desgracia, el proyecto se ha visto ralentizado por cuestiones de salud y por el enorme trabajo que implican las ilustraciones de Clive Barker.
Esto ha contribuido a que sea un secreto entre lectores apasionados, más que un fenómeno de masas. Sin embargo, quienes lo han leído coinciden en que merece la pena adentrarse en sus páginas, incluso sabiendo que la historia no está completa.
‘Abarat’ es un tesoro para lectores que buscan algo distinto
Abarat no es un libro para quien quiera una fantasía convencional. Es para aquellos que buscan historias que se atrevan a ir más allá, que mezclen géneros, que sorprendan y que dejen huella. Es para lectores que disfrutan de la extrañeza tanto como de la belleza. Y que saben apreciar la unión entre palabra e imagen.
Quizá por eso, pese a su relativa oscuridad mediática, sigue encontrando nuevos admiradores año tras año. Quienes lo descubren no suelen olvidarlo. Y muchos lo consideran una lectura transformadora.
Si buscas un mundo que no se parezca a ningún otro, un viaje que te lleve por mares imposibles y un relato que combine terror, magia y arte en cada página, Abarat está esperándote. Y quizá, al cerrarlo, formes parte de ese pequeño grupo de lectores que saben que han encontrado una joya que el resto del mundo aún no ha visto brillar como merece.