Netflix acaba de estrenar Hostage, la nueva miniserie creada por Matt Charman, que ya se está convirtiendo en uno de los títulos más comentados de la plataforma. Con solo cinco episodios, esta producción británica llega con un ritmo frenético, un reparto de lujo y un conflicto político y personal que pone a prueba hasta dónde puede llegar el poder y el amor.
¿De qué trata ‘Hostage’, la nueva serie de Netflix?
La trama de Hostage comienza con una premisa sencilla pero devastadora. La Primera Ministra del Reino Unido, interpretada por Suranne Jones, se enfrenta a una crisis internacional en Francia cuando su marido es secuestrado en medio de un delicado acuerdo diplomático. Al mismo tiempo, la presidenta francesa, a la que da vida Julie Delpy, se encuentra bajo chantaje y con su futuro político en juego.
Lo que podría parecer un thriller de espionaje clásico se transforma en un duelo psicológico y emocional entre dos mujeres poderosas, con intereses enfrentados y un enemigo en común. La tensión aumenta capítulo a capítulo, dejando claro que en Hostage cada decisión tiene un precio y cada renuncia abre una herida difícil de cerrar.
Uno de los grandes atractivos de Hostage es que coloca en el centro a dos personajes femeninos que no encajan en los clichés habituales del género.
- Suranne Jones (Doctor Foster, Gentleman Jack) interpreta a una Primera Ministra que debe elegir entre su deber político y su vida personal, enfrentándose a un dilema moral que puede destruirla.
- Julie Delpy, referente del cine europeo y estadounidense, encarna a una presidenta francesa que lidia con chantajes internos y presiones internacionales, convirtiéndose en la otra cara de la moneda en este juego de poder.
El resultado es un duelo interpretativo intenso, cargado de matices, que convierte a Hostage en una de las ficciones más sólidas del año en Netflix.
Un thriller político con mirada humana (y con el sello de Matt Charman)
Más allá de la intriga política y el ritmo acelerado, Hostage destaca por mostrar la fragilidad detrás del poder. Las dos líderes deben enfrentarse a situaciones extremas en las que no hay soluciones fáciles. Salvar a un ser querido puede implicar hundir a un país entero. Mientras que resistir puede significar perderlo todo a nivel personal.
Este enfoque humano es lo que hace diferente a Hostage dentro de la oferta de thrillers de Netflix. Aquí no solo hay persecuciones y conspiraciones, sino también dudas, miedos y emociones reales que conectan con el espectador.

El creador de Hostage, Matt Charman, ya demostró su habilidad para mezclar historia y política en el cine con El puente de los espías. Por ella fue nominado al Oscar a Mejor Guion Original.
En esta ocasión, apuesta por un formato breve y contundente. Cinco capítulos que funcionan como un puñetazo directo. Sin episodios de relleno ni tramas secundarias innecesarias.
Una serie que se devora casi de una sentada. Con un crescendo de tensión que apenas deja respirar al espectador. ¡Ya está disponible en Netflix! Y apunta a ser una de las sensaciones de la temporada.