En un mundo televisivo saturado de series que prometen escándalos, sexo o secretos, ‘The Hunting Wives’, serie que mantiene el titulo original, arrasa en Estados Unidos acumulando más de 2 mil millones de minutos vistos en solo una semana pasada. Este fenómeno cultural inesperado llega cargado de crítica social, tensión sexual y drama sureño estadounidense con una dosis irresistible de glamour y descaro.
Lo que comenzó como una producción de Lionsgate Television destinada originalmente para Starz, ha encontrado su verdadera audiencia en Netflix, donde duplicó su audiencia tras su exitoso debut con 811 millones de minutos reproducidos. Con eso, se posicionó rápidamente en el puesto número uno del ranking diario de la plataforma en EE.UU., y en el número 3 a nivel mundial entre los títulos de habla inglesa.
De la literatura a la televisión
‘The Hunting Wives’ reimagina la maternidad y la sexualidad femenina en un ambiente hostil pero fascinante.
Basada en la novela de May Cobb, ‘The Hunting Wives’ presenta a Sophie (interpretada por Brittany Snow), una ex publicista liberal de la costa este que se muda a un pequeño pueblo de Texas junto a su esposo. Lo que parece ser un cambio de vida hacia la tranquilidad, se convierte en una rápida inmersión en los oscuros y sensuales secretos de la élite local. Allí conoce a Margo Banks, a quien da vida Malin Akerman, la carismática y peligrosa esposa de un político emergente. Margo no solo es el alma del grupo de las ‘Hunting Wives’ también es el motor de un torbellino de relaciones lésbicas hasta que un asesinato pone en jaque a todas las mujeres de su entorno. “Margo es hipnótica. Ella representa la contradicción humana en su máxima expresión”, explicó Akerman. “Nos enseñan que debemos encajar en una sola categoría, pero los humanos somos fluidos. Esta serie juega con esa idea de una forma explosiva”.
Sexo, política y moralidad en guerra
En medio de un contexto hiperconservador, donde se predica en favor de la familia tradicional, estas mujeres viven una doble vida plagada de excesos. Como dijo la showrunner Rebecca Cutter: “Queríamos explorar la hipocresía, pero sin moralizar. Sophie, la liberal, termina rompiendo su propio código moral por Margo. Aquí nadie es inocente”. Y esa ambigüedad te atrapa. Sin personajes arquetípicos, las protagonistas se muestran humanas y contradictorias.
El diálogo entre liberalismo, conservadurismo, y deseo sexual es constante. En un episodio, Margo sentencia: “Los matrimonios abiertos son para los liberales”, mientras se enreda tanto con mujeres como con el hijo adolescente del reverendo local. Esa línea entre el consentimiento, la moral y la reputación desaparece en un subtexto queer que es a la vez provocador y honesto.
Un nuevo tipo de antiheroína
Si los hombres llevan décadas siendo celebrados por sus papeles de antihéroes (de Tony Soprano a Walter White), las mujeres de ‘The Hunting Wives’ toman ese espacio sin renunciar a la lencería y con las armas escondidas en bolsos de diseñador. “Quería contar una historia sobre mujeres cometiendo errores, teniendo aventuras sexuales sin pedir disculpas”, declaró Cutter. Y vaya si lo logró. Desde Sophie hasta Callie, cada personaje femenino tiene su arco de destrucción hacia el abismo mostrando que el empoderamiento no siempre viene acompañado de formas políticamente correctas.
Con su enfoque descarado y sexy ha dividido a la crítica, pero no al público. En Rotten Tomatoes, la serie cuenta con un 78% de aprobación de la crítica y un 72% del público. No está nada mal para una serie que ha sido tildada de “vulgar” por algunos analistas.
Una historia que habla del ahora
Uno de los cambios más notorios del libro a la serie fue la decisión de trasladar una historia de aborto juvenil a Margo, adulta y casada, lo cual fue intencional tras la aprobación de la ley SB8 en Texas. “Quería que el conflicto reflejara la tensión real del presente”, explicó Cutter. Al hacer que Margo fuera quien atraviesa esa experiencia, la narrativa se vuelve más relevante. La serie también muestra cómo los suburbios, lejos de ser vecindarios placenteros, son calderas de secretos. Con una estética que recuerda a ‘Big Little Lies’ o ‘Desperate Housewives’.
A solo dos semanas de su estreno, el fenómeno es tal que ya se especula con una segunda temporada. Cutter, cuando se le preguntó si añadiría a una esposa abiertamente gay en futuras entregas, respondió. “Esa es una gran idea”. Y con tantos temas aún por explorar —poliamor, secretos políticos, clases sociales—, todo apunta a que esta saga apenas comienza.
Como dice Margo en uno de los momentos más citados de la serie: “Todo el mundo tiene secretos. Algunas simplemente los vivimos mejor que otras”. Y es en esa frase reside el magnetismo de ‘The Hunting Wives’ porque nos recuerda que las apariencias suelen engañar siempre.