El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta una de las exposiciones más esperadas de la temporada, organizada en colaboración con el Museum Berggruen de Berlín. La muestra reúne más de sesenta obras, que establecen un diálogo entre dos de los grandes maestros del arte del siglo XX Pablo Picasso y Paul Klee, explorando su afinidad con el surrealismo.
La exposición, organizada por Paloma Alarcó, jefa de conservación de pintura moderna del Museo Thyssen-Bornemisza, y Gabriel Montua, director del museo alemán, podrá visitarse desde el 28 de octubre hasta el 1 de febrero de 2026 en la pinacoteca madrileña.
Para el director artístico del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Guillermo Solana, la exposición logra “traer mucho a Picasso al terreno de Klee”, mostrando la afinidad que ambos compartieron por el dibujo lineal, la deformación de la forma y la exploración del surrealismo. Aunque nacieron antes del apogeo del movimiento surrealista, los dos se convirtieron en referentes para generaciones posteriores.
Más allá del enfrentamiento estilístico, la exposición revela una conexión histórica y emocional entre los coleccionistas que los reunieron Heinz Berggruen y Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza. Ambos fueron marchantes visionarios, apasionados por el arte moderno, y sus colecciones privadas dieron origen a dos de los museos más importantes de Europa. De hecho, varias de las piezas que hoy forman parte del Thyssen pertenecieron en el pasado a Berggruen, lo que añade una capa de diálogo entre los propios museos.
Berggruen, que vivió marcado por el exilio, encontró en el arte una forma de reconciliar mundos. Para él, Picasso y Klee representaban dos modos de interpretar la modernidad. Su hijo, Oliver Berggruen, recuerda que su padre “no coleccionaba muchos artistas, pero sí en profundidad a unos pocos”, y entre ellos, los dos protagonistas de esta exposición ocuparon siempre un lugar central.”Desempeñó un papel importante en el mundo cultural alemán, conectando con intelectuales alemanes que después interactuaron en la creación del museo” añadió Oliver Berggruen.
Paul Klee y Pablo Picasso
En las obras del artista se puede ver variación en cuanto a su estilo, donde su técnica, así como la temática reflejan una clara intención de evadir cualquier corriente artística establecida. Klee logra fusionar lo racional con lo imaginativo, creando un lenguaje propio. Su participación en los grandes movimientos que transformaron el arte moderno contribuyó a romper con la tradición artística basada en la representación fiel de los objetos y del mundo real.

Pablo Picasso se posicionó como uno de los artistas más influyentes en la historia del arte, el malagueño no solo reinventó la pintura y la escultura, sino que también incursionó en la poesía, cerámica y el grabado abriendo las puertas y creando un nuevo camino para las futuras generaciones. Su fama se debía a sus creaciones cubistas y surrealistas demostrando su habilidad para simplificar formas complejas y destacar rasgos de una manera que sigue siendo moderna.
Picasso fue uno de los pioneros del cubismo, un movimiento artístico que rompió con la perspectiva tradicional al representar las formas desde múltiples puntos de vista de manera simultánea. Sus figuras parecen descomponerse en formas geométricas, eliminando la sensación de profundidad y obligando al espectador a reinterpretar la obra.

Las señoritas de Avignon, pintada en 1907, es uno de los ejemplos más emblemáticos del cubismo. En esta obra, Picasso abandonó las formas y representaciones tradicionales del arte. A través de la distorsión del cuerpo femenino y el uso innovador de figuras geométricas, rompió con la idea de que la pintura debía mostrar representaciones idealizadas de la belleza femenina.
De manera similar a su obra Guernica (1937), en la que buscaba retratar las tragedias de la guerra y dar foco al sufrimiento de las víctimas, Picasso demostraba su interés por expresar emociones y realidades profundas a través de un lenguaje visual innovador.
La exposición no solo permite apreciar la riqueza artística de dos grandes exponentes del siglo XX, sino que también resalta cómo los coleccionistas consideraban la amistad como un elemento fundamental en la historia del arte, dando lugar a una muestra que invita a dialogar con la creatividad y la memoria de Picasso y Klee. Picasso representaba el cuerpo humano a través de figuras geométricas de una manera disruptiva, transmitiendo distintos mensajes, mientras que Klee buscaba retratarlo de manera más poética y abstracta, con un enfoque igualmente geométrico.


