Netflix ha anunciado que este 12 de mayo de 2025 retirará de su catálogo Black Mirror: Bandersnatch, uno de los episodios más célebres de la serie creada por Charlie Brooker. La decisión ha generado sorpresa entre los usuarios. No solo por tratarse de una producción emblemática, sino también por marcar un aparente punto final en la apuesta de la plataforma streaming por los contenidos interactivos.
‘Black Mirror: Bandersnatch’, el experimento más ambicioso de Netflix
Cuando Netflix lanzó Black Mirror: Bandersnatch en diciembre de 2018, revolucionó el formato tradicional de consumo audiovisual. Este episodio especial ofrecía una narrativa interactiva donde los espectadores podían tomar decisiones en tiempo real, alterando el curso de la historia.
Ambientado en 1984, el argumento sigue a un joven programador que adapta una novela perturbadora en forma de videojuego, mientras se adentra en una espiral de paranoia y control que lo lleva a cuestionar la realidad.
Con más de cinco horas de metraje total y múltiples finales posibles, Bandersnatch no solo fue un fenómeno mediático sino también un ejemplo pionero de cómo Netflix exploraba nuevas formas de narración. El éxito inicial parecía anunciar un futuro prometedor para los títulos interactivos dentro de la plataforma.
Fin de los contenidos interactivos en la plataforma streaming
La retirada de Black Mirror: Bandersnatch, junto al especial Unbreakable Kimmy Schmidt: Kimmy vs. The Reverend, confirma el giro estratégico de Netflix. Ambas producciones representaban la apuesta más clara de la compañía por el formato interactivo. Pero la decisión de eliminarlas sugiere que este modelo ya no forma parte de sus prioridades.

Según diversas fuentes del sector, Netflix ha decidido reenfocar sus esfuerzos hacia el mundo de los videojuegos. Un ámbito en el que la empresa ha invertido con fuerza durante los últimos años. El Plan de Contenidos de 2025 de la compañía estaría dirigido a captar a las generaciones más jóvenes mediante productos que combinen entretenimiento audiovisual e interactividad. Pero ya no bajo el esquema de películas o series interactivas como Black Mirror.
Una evolución hacia el entretenimiento jugable
El nuevo enfoque de Netflix se manifiesta en decisiones recientes, como el rediseño de su página de inicio en televisores y la integración de juegos interactivos como Too Hot to Handle 3 y Oxenfree. Este último ha sido descrito como una “historia interactiva”. Eso indica que la plataforma no abandona del todo la narrativa participativa, sino que la traslada a otro formato.
Los juegos de Netflix pueden ser controlados desde el móvil y reflejan un modelo más afín a la lógica del gaming que al formato audiovisual tradicional. Un portavoz de la compañía reconoció que la tecnología utilizada en títulos como Bandersnatch cumplió su propósito en su momento. Sin embargo, ahora resulta limitada para los nuevos horizontes tecnológicos que persigue la empresa.