La ex primera dama de Corea del Sur, Kim Keon Hee, ha sido puesta en régimen de aislamiento después de que un tribunal de Seúl aprobara su detención por múltiples cargos, entre ellos manipulación bursátil y soborno. La medida supone un momento sin precedentes en la historia democrática del país: tanto un expresidente como su esposa detenidos simultáneamente.
Kim, esposa del expresidente Yoon Suk Yeol, fue detenida la noche del martes. Los fiscales la acusan de recibir regalos de lujo de un chamán vinculado a la Iglesia de la Unificación en un supuesto plan para influir en la selección de candidatos dentro del partido conservador de Yoon, el Partido del Poder Popular (PPP). Entre los artículos citados se encuentra un collar de Van Cleef & Arpels, que ella lució en la cumbre de la OTAN en Madrid en 2022.

La caída de Kim Keon Hee y Yoon
Los investigadores también alegan que Kim manipuló el precio de las acciones de un concesionario local de BMW y aceptó otros favores ilícitos. El miércoles, los fiscales registraron la sede del PPP en relación con la investigación. Kim ha negado todos los cargos. La ex primera dama ya era bastante impopular entre parte de la sociedad surcoreana que la había llegado a apodar “Lady MacBeth”.
Su detención se produce en un momento en el que Yoon se enfrenta a su propia batalla legal de gran repercusión mediática. El expresidente fue destituido de su cargo en abril después de que el Tribunal Constitucional determinara que había “violado los principios básicos de un Estado democrático” al intentar imponer la ley marcial y desplegar tropas en el Parlamento durante una disputa presupuestaria con los partidos de la oposición en diciembre del año pasado.
Yoon, acusado de insurrección, también se encuentra en régimen de aislamiento. Se ha negado a ser interrogado por un fiscal especial designado por el presidente Lee Jae Myung, y los fiscales afirman que recientemente se resistió al traslado tumbándose en su celda vestido solo con ropa interior.
La caída de la antigua pareja presidencial ha reconfigurado el panorama político de Corea del Sur. El fallido intento de Yoon de imponer la ley marcial catapultó a la presidencia a su rival, Lee, del Partido Democrático de izquierdas. Lee, que tomó posesión en junio, se enfrentó a acusaciones de corrupción antes de asumir el cargo, aunque sus juicios han sido suspendidos desde entonces.

En un intento por aliviar las tensiones políticas, el ministro de Justicia, Jung Sung-ho, anunció esta semana que el Gobierno indultaría a decenas de figuras políticas antes del 80º aniversario de la liberación de Corea del dominio colonial japonés, que se celebra el viernes. Entre los indultados se encuentran Cho Kuk, una figura de izquierda condenada por interferir en el proceso de admisión a la universidad, y la exdiputada del Partido Democrático Yoon Mee-hyang, declarada culpable de malversación de fondos destinados a las víctimas de la esclavitud sexual, las mal llamadas “mujeres de confort”, durante la guerra.
Aunque los indultos se presentan como un gesto hacia la “armonía nacional”, la detención simultánea de Yoon y Kim pone de relieve la volatilidad y el faccionalismo que siguen caracterizando la arena política de Corea del Sur.