Mujeres no objeto

Wattpad

Wattpad se ha convertido en un refugio global donde millones de adolescentes, sobre todo chicas, escriben y leen sin filtros editoriales, transformando la escritura en un acto de comunidad, deseo y autoexploración

Wattpad
Imagen de Kiloycuarto.

No se imprime, ni se encuaderna, ni (salvo los casos de éxito) se vende en librerías. Wattpad no espera dictámenes editoriales ni encuestas de mercado. Esta plataforma gratuita, donde millones de personas escriben lo que quieren leer, y leen lo que otras, como ellas, han escrito, se ha convertido en uno de los rincones de internet donde las adolescentes mandan. Y donde el amor por la escritura, aunque cambie de forma, no ha dejado de arder.

Fundada en 2006 en Canadá, Wattpad nació como un sitio donde compartir historias por capítulos. Los lectores podían comentar en cada párrafo, dejaban sugerencias, corregían o animaban. Generaba una mezcla de taller literario colectivo, club de lectura en tiempo real y red social. Con el tiempo se convirtió en un fenómeno cultural global. Más de 90 millones de usuarios, miles de millones de lecturas mensuales. La mayoría mujeres. La mayoría muy jóvenes.

Wattpad no ofrece premios ni sueldos, pero les entrega algo más valioso: un espacio propio. Las chicas buscan reconocimiento, y lo obtienen. Aunque muchas de ellas son menores de edad, construyen mundos donde el deseo se transforma en un motor central, donde el amor se complica, y los cuerpos no se avergüenzan. Escriben sobre lo que no encuentran en el currículo escolar ni en la literatura convencional. Las páginas se llenan de chicas con poderes, chicos malos redimidos, triángulos emocionales, traumas que se curan entre abrazos. 

Las críticas no tardaron en aparecer. Que las historias eran demasiado simples, que había faltas de ortografía, que todo giraba en torno al romance adolescente, al sexo idealizado, al deseo melodramático. Todo ello es cierto, pero esas objeciones suelen pasar por alto algo fundamental: las lectoras de Wattpad no consumen pasivamente. Escriben, reescriben, comentan, reinterpretan. Usan la narrativa para ensayar versiones posibles de sí mismas. La escritura se vuelve espejo, ensayo, máscara, confesión, todo al mismo tiempo.

Un puñado de las autoras que hoy publican en editoriales tradicionales empezaron allí. Anna Todd, con su serie After, transformó su fanfiction sobre Harry Styles en un fenómeno editorial traducido a decenas de idiomas. Otros títulos se han convertido en películas, series, libros físicos. Las editoriales han aprendido a mirar Wattpad como cantera, y las jovencitas lo saben: es el sueño de muchas de ellas. Pero lo interesante no es solo lo que sale de ahí, sino lo que permanece dentro de lo digital, lo efímero y lo espontáneo. 

Wattpad también ha sido refugio para jóvenes queer, para personas racializadas y para quienes no se ven representadas en la narrativa dominante. Ahí lo importante no es la calidad literaria. Se permite el exceso, la torpeza, la fantasía sin freno. Durante siglos, las voces jóvenes —y sobre todo las femeninas— han sido reguladas, corregidas, infantilizadas. Aquí no hay tutores. Hay lectoras que se acompañan.

La plataforma, como ya hemos visto en otros casos, tampoco no es neutra. Tiene algoritmos, listas destacadas, acuerdos con productoras. El mercado ha aterrizado en ella. De momento el corazón late en las historias que nacen sin pedir nada a cambio. En las páginas nocturnas que se escriben en el móvil, bajo la sábana, entre clases, en la biblioteca. En los comentarios que dicen “me pasó igual”, “me hiciste llorar”, “es como si me conocieras”.

Wattpad no es el fin de la literatura. Es su mutación más reciente, y en la mayoría de los casos ni tiene ni siquiera relación con ella. Cumple otro papel: siembra el deseo de narrar donde antes solo había silencio. Abre una puerta para que la escritura no sea un privilegio, sino una práctica compartida. Y en ese gesto, por caótico o imperfecto que parezca, hay una chispa que vale la pena.

Espido Freire, autora de La historia de la mujer en 100 objetos (ed.Esfera Libros), ha seleccionado 31 para una saga veraniega en Artículo14 donde hace un recorrido por algunos de los objetos que más han marcado a las mujeres a lo largo de su historia.

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