Servir al país es una vocación que cuando nace, se persigue de todas las maneras posibles. Y poder compartirla con alguien tan cercano como una hermana, la vuelve aún más especial. Eso les sucede a Gema e Inmaculada, dos hermanas de la Comandancia General de Ceuta (COMGECEU).
Una cabo primero y una soldado del Ejército de Tierra que han visto la evolución de la mujer militar en la ciudad autónoma, y que tienen más de una experiencia tanto juntas como por separado que son dignas de conocer.
Los orígenes de Inmaculada y Gema Jiménez Ayora

Gema e Inmaculada Jiménez Ayora son dos hermanas que, además de la sangre, les une una cosa más: la vida castrense. Las dos forman parte de la Comandancia General de Ceuta (COMGECEU), aunque sirven en unidades diferentes.
Inmaculada se unió al Ejército de Tierra con apenas 14 años. Según cuenta en una entrevista junto a Gema en El Faro de Ceuta, accedió a un instituto que ofrecía una especialidad becada por el Ejército. Y completó el curso en tres años, de los 15 recién cumplidos hasta los 18.
Ingresó en 1994 y en 1997, se graduó como militar, en pleno proceso de profesionalización de las Fuerzas Armadas españolas. Su destino fue Ceuta, donde asegura que fue “la primera mujer militar en llegar” allí.
Por su parte, como hermana pequeña, Gema se inspiró por la dedicación de su hermana mayor. Siendo ella su “ejemplo a seguir”, vio una “buena salida” en el Ejército, como ella dice. Y esto le llevó a iniciar la carrera militar.
Por edad y otras cuestiones, ingresó más tarde en las FFAA, en el 2006. Ella ya accedió con el Ejército profesionalizado, eso sí. Y son ya 19 años de servicio para Gema, unos 28 para su “hermana del alma”.
Las hermanas de la Comandancia General de Ceuta (COMGECEU)
Aunque estas hermanas comparten experiencias en la Comandancia General de Ceuta, pertenecen a unidades diferentes.
Por una parte, Inmaculada es cabo primero del Batallón del Cuartel General de la COMGECEU. El batallón ayuda en misiones de mantenimiento de paz en el extranjero, apoya a la Comandancia y a su Cuartel General, y participa en ejercicios y maniobras de diferentes calibres.
Y en su caso, Gema es soldado y forma parte del Regimiento Mixto de Artillería Nº 30. Cumple funciones de protocolo y asuntos institucionales.
Asimismo, este regimiento participa en instrucciones en combate general, apoyo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, maniobras en campos militares de tiro y en adiestramiento de artillería. Asimismo, participan en misiones internacionales de la OTAN y la Unión Europea.
No obstante, tienen algunas anécdotas juntas. Como por ejemplo, una que recuerda Gema con buen humor, donde una pidió una falda a la otra, y esta no se la podía dejar. Resulta que ambas tenían que acudir al mismo lugar con sus unidades, y sus respectivos jefes.
Tanto Gema como Inmaculada han vivido la gran evolución de las Fuerzas Armadas en la Ciudad Autónoma de Ceuta respecto a la presencia femenina. Ahora, ven una gran cantidad de mujeres, en comparación con hace unos años. Y las ven en toda la jerarquía militar, desde oficiales a cargos más altos.
En sus décadas de experiencia, no han tenido ningún problema por ser mujeres. De hecho, han tenido facilidades de conciliación en sus vidas, ya que las dos son madres de dos hijos. Gema tuvo el primero antes de acceder al Ejército.
Las hermanas indican a las mujeres con vocación militar que sigan ese sentimiento, pues superarán los inconvenientes. “Somos un ejemplo para muchas mujeres”, ratifica Inmaculada.


