El relevo en la cúpula de la UCO ha reabierto un intenso debate interno sobre la independencia operativa de la unidad más sensible de la Guardia Civil. El ascenso del coronel Rafael Yuste a general de Brigada, un movimiento previsto en el calendario pero acelerado en pleno auge de investigaciones que afectan al PSOE y al entorno más próximo de Pedro Sánchez, ha generado inquietud entre mandos y agentes. El relevo se interpreta dentro del cuerpo como un cambio estratégico en un momento clave para las causas anticorrupción.
Un relevo en la cúpula de la UCO que llega en pleno pulso político
Las fuentes consultadas por El Español coinciden en que el relevo en la cúpula de la UCO ha caído como un jarro de agua fría dentro de la unidad. Aunque el ascenso de Yuste figuraba dentro de los procesos habituales, su salto formal no correspondía hasta 2026 según criterios de antigüedad y edad. Que se haya adelantado ahora, cuando la UCO dirige investigaciones delicadas como el caso Begoña Gómez, el caso Koldo o las pesquisas sobre el hermano y la esposa del presidente, alimenta las sospechas de quienes ven un movimiento de carácter político tras el relevo en la cúpula la unidad de élite de la Guardia Civil.
El coronel Yuste, respetado y considerado un mando de enorme discreción profesional, dirigía la unidad desde 2023 tras una trayectoria marcada por su paso por Información y el Grupo de Apoyo Operativo. Su ascenso supone, para algunos agentes, perder a un líder que había protegido a su equipo en momentos complejos. El relevo en la cúpula de la UCO afecta especialmente al teniente coronel Antonio Balas, responsable de Investigación Económica y Anticorrupción, que pierde a uno de sus principales valedores en un momento de máxima presión judicial y mediática.
¿Quién sustituirá a Yuste?
Entre los nombres que suenan para el relevo en la cúpula de la UCO está la teniente coronel María Dolores Gimeno Durán, asesora de Grande-Marlaska. Su nombramiento, de confirmarse, la convertiría en la primera mujer coronel de la Guardia Civil. Su perfil político ha intensificado el debate interno, ya que la libre designación permite al ministro y a la directora general del cuerpo elegir al sustituto sin restricciones más allá del rango. Para los agentes más críticos, el relevo abre la puerta a una dirección más alineada con Interior.
Por su parte, el Ejecutivo insiste en que el relevo en la cúpula de la UCO responde a un proceso normal, fruto de evaluaciones anuales y de la participación de Yuste en cursos de capacitación previstos. Marlaska ha defendido públicamente la profesionalidad de la UCO y recuerda que desde 2018 se ha incrementado su plantilla un 61,6% y su presupuesto. En sede parlamentaria, calificó de “absurdo total” cualquier insinuación de que el Gobierno pretenda descabezar la unidad para condicionar investigaciones. Pero el relevo llega tras episodios tensos que alimentan la desconfianza de parte del cuerpo.
Un historial reciente de presiones y maniobras
Las investigaciones del caso Koldo, del caso Begoña Gómez y del entorno de Ferraz han situado a la UCO en el centro del tablero político. Episodios como la revelación de maniobras contra el mando Balas —incluyendo grabaciones donde miembros vinculados al PSOE pedían “material comprometedor”— han elevado el malestar entre agentes. En este contexto, el relevo en la cúpula de la UCO se interpreta como un movimiento que podría facilitar un mayor control político sobre una unidad acostumbrada a una gran autonomía interna.
Más allá del ruido político, el relevo en la cúpula de la UCO condiciona la estabilidad de una unidad que maneja investigaciones de enorme impacto institucional. Sus departamentos —desde Narcotráfico y Cibercrimen hasta Anticorrupción— trabajan como compartimentos estancos donde la independencia es una de sus señas de identidad. Aunque las fuentes internas aseguran que la labor de Balas y su equipo no corre peligro inmediato, el próximo coronel marcará el rumbo de una etapa decisiva. El relevo en la cúpula de la UCO llega en el momento más incómodo posible para la Guardia Civil. Es decir, justo cuando todo su trabajo está bajo los focos. Los próximos meses serán determinantes.