La penúltima jornada de la fase liga de la Champions League aterriza este lunes 9 de diciembre, a las 21:00 (hora peninsular), en el Estadio Alfredo Di Stéfano de Madrid, en lo que será el primer cruce oficial entre el Real Madrid CF y Wolfsburgo.
Resulta curioso hablar de un partido decisivo cuando se trata de un enfrentamiento que no tiene historia, pero precisamente este primer Madrid-Wolfsburgo llega como un choque que puede alterar el futuro inmediato de ambos conjuntos.
Este duelo inédito será dirigido por la árbitra inglesa Kirsty Dowle, y, nos promete emociones en un momento decisivo para los equipos que aspiran a entrar entre los cuatro primeros del torneo.
En primer lugar, el Real Madrid intenta recuperar sensaciones en la competición tras el tropiezo ante el Arsenal (2-1) y encara este duelo con mejor semblante tras su reciente triunfo liguero ante la Real Sociedad (1-0), aunque todavía arrastra la presión de sumar obligatoriamente para no descolgarse del grupo.
Mientras el Wolfsburgo se presenta desde la inercia de un equipo acostumbrado a vivir arriba, ya que viene de una victoria aplastante ante el Manchester United en Champions y de consolidarse como segundo clasificado en la Bundesliga.
El Real Madrid entre la urgencia y la necesidad
A esa necesidad de sumar se une un contexto marcado por varias ausencias importantes. Merle Frohms, una de las incorporaciones estrella del verano, continúa fuera de los planes.
La guardameta alemana es histórica del Wolfsburgo, y, de no ser por su lesión, se mediría cara a cara con el club que le vio crecer.

Con las lobas llegó a levantar dos Champions League (2013 y 2014), además de cuatro Bundesligas y siete Copas de Alemania, antes de emprender un recorrido que la llevó por Friburgo y Eintracht Frankfurt hasta que finalmente regresó a Wolfsburgo en 2022 convertida en una guardameta de referencia, recorrido que le ha llevado a su reciente fichaje con el conjunto blanco.
Precisamente junto a ella, jugadoras como Antonia, Teresa, Toletti, Caroline Weir, Keukelaar o Bruun tampoco han estado disponibles en los últimos encuentros, obligando a Pau Quesada a reacomodar piezas y sostener al equipo con lo que tiene.
Aun así, las blancas llegan con siete puntos, diez goles a favor y seis en contra, números que las mantienen vivas.

El Di Stéfano, además, vuelve a ser un aliado ya que el Madrid solo ha perdido uno de sus últimos ocho partidos europeos en casa.
El equipo encara este reto con la sensación de estar cerca de encontrar continuidad. Y sabe que, ante un rival del calibre del Wolfsburgo, cualquier intento de mejora debe convertirse en certeza.
El Wolfsburgo, un peso pesado con argumentos
Las lobas aterrizan en Madrid con autoridad, suman un total de nueve puntos, tres victorias y una sola derrota, por lo que las alemanas ya tienen asegurado su billete para los play-offs, pero viajan con el objetivo de afianzarse entre las cuatro mejores y evitar la ronda previa.
Impulsadas por su reciente exhibición ante el Manchester United (5-2) y por un rendimiento ofensivo que las mantiene entre los equipos más dañinos de la competición, el equipo atraviesa un momento dulce liderado por la delantera neerlandesa Lineth Beerensteyn, que suma cuatro tantos en esta fase y ha visto portería en sus tres últimos encuentros continentales.
En la Bundesliga también avanza con paso firme, su última victoria ante el Friburgo (3-1) le permitió reafirmarse como segundo clasificado con 28 puntos en la tabla, solo por detrás del Bayern.

El bloque mantiene la esencia de un club acostumbrado a competir por todo, ha sido dos veces campeón de Europa y presente en cuatro finales más, el Wolfsburgo encara el duelo con la posibilidad real de dar un paso casi definitivo hacia los cuartos de final.
Para el Madrid supone medirse a un rival que juega a un ritmo alto, que castiga cualquier desajuste y que llega al Di Stéfano instalado en la confianza de quien está habituado a vivir en la élite.
Un encuentro definitivo
Un encuentro que llega como una prueba directa para ambos, mientras el Real Madrid necesita sumar para mantenerse en la pelea, el Wolfsburgo busca asegurar su camino hacia los cuartos, en lo que será una cita sin historia previa, pero con mucho por escribir.


