La final de la Copa América Femenina 2025 ya está servida. Este sábado, a las 23:00h, en el Estadio Rodrigo Paz Delgado de Quito, se enfrentarán dos selecciones con caminos muy distintos pero el mismo objetivo: levantar el título continental.
Brasil, la eterna candidata, llega con ocho trofeos en su palmarés y un equipo que mezcla experiencia y renovación. Colombia, finalista en tres ediciones, busca por fin la consagración que se le resiste. Todo esto con el aliciente añadido de que la campeona tendrá billete directo a Los Ángeles 2028.
El camino a la final
Brasil impuso su jerarquía desde el arranque del torneo. En semifinales goleó 5‑1 a Uruguay, con una actuación brillante de Amanda Gutierres, autora de un doblete, y el regreso simbólico de Marta, quien transformó un penalti. Con dominio del balón, contundencia ofensiva y solidez defensiva, la Canarinha quiere revalidar su título y dejar claro que sigue siendo la gran potencia del continente.
Colombia, en cambio, ha cimentado su avance en la consistencia. Tras superar a Argentina en semifinales, ha demostrado madurez táctica, variantes ofensivas y liderazgo en figuras clave como Linda Caicedo, Leicy Santos y Mayra Ramírez. Las dirigidas por Ángelo Marsiglia llegan con la ambición de romper la hegemonía brasileña y saldar la cuenta pendiente que arrastran desde las finales perdidas en 2010, 2014 y 2022.
Estilos enfrentados
El equipo de Arthur Ribas apuesta por un 3‑4‑3 dinámico, con laterales profundos y una presión alta sostenida. El tridente ofensivo lo encabezan Amanda Gutierres, Gio Garberlini y Marta Vieria da Silva. La circulación rápida, el juego por bandas y la experiencia en grandes citas son sus principales fortalezas. El once probable de Ribas: Cláudia, Antonia, Isadora, Tarciane, Luany, Fátima Dutra, Duda Sampaio, Angelina, Marta, Amanda y Gio.
En cambio, Colombia ha sabido combinar un 4‑3‑3 bien estructurado con momentos de verticalidad. Linda Caicedo parte desde la izquierda pero se mueve con libertad; Leicy Santos distribuye y marca el ritmo; y Mayra Ramírez aporta fuerza, juego aéreo y gol. El equipo busca sostenerse en defensa, dominar el mediocampo y explotar la velocidad en las transiciones. El equipo con el puede salir Marsiglia: Tapia, Carolina Arias, Daniela Arias, Carabalí, Daniela Caracas, Loboa, Bedoya, Usme, Linda Caicedo, Leyci Santos y Mayra Ramírez.
Claves del partido
El duelo entre Brasil y Colombia se decidirá en varios frentes. La gestión del centro del campo será fundamental: Duda Sampaio intentará imponer el ritmo brasileño con circulación rápida, mientras Leicy Santos liderará la respuesta cafetera con inteligencia táctica y visión de juego.
El balón parado también puede marcar diferencias. Brasil ha demostrado poderío aéreo en semifinales, mientras que Colombia ha sacado rédito de jugadas ensayadas. La precisión en esas acciones puede inclinar la balanza en un partido que se espera muy ajustado.
Además, será clave cómo ambos equipos manejen la presión y las emociones. Brasil parte con la ventaja de la experiencia: sabe jugar y ganar finales. Colombia, en su lugar, tiene el hambre de quien quiere cambiar la historia. La concentración, la lectura de partido y la toma de decisiones en momentos clave serán determinantes.
Jugadoras a seguir
Todas las miradas estarán puestas en Linda Caicedo, el motor ofensivo de Colombia. Su capacidad para desequilibrar, su madurez pese a la juventud y su liderazgo natural la convierten en el gran peligro para Brasil. A su lado, Leicy Santos será el metrónomo del equipo. En cada victoria, la colombiana ha sido clave con su despliegue técnico y lectura táctica.

En Brasil, Amanda Gutierres llega lanzada tras su actuación en semifinales, donde firmó dos goles y mostró una gran capacidad de definición. No obstante, el regreso de Marta tiene un peso simbólico y emocional enorme: su experiencia y calidad pueden marcar la diferencia en los minutos decisivos.
El liderazgo en juego
La final de la Copa América enfrenta a dos selecciones con trayectorias opuestas pero ambiciones iguales. Brasil quiere reafirmar su hegemonía y levantar su noveno trofeo. Colombia, empujada por una generación talentosa, busca por fin romper el techo y conquistar su primer título continental.
Más allá del resultado, el partido simboliza el crecimiento del fútbol femenino en Sudamérica. Un duelo entre tradición y renovación, entre la historia ya escrita y la que está por escribirse. El sábado, en Ecuador, se definirá mucho más que una campeona: se pondrá en juego el liderazgo de una nueva era.