El fútbol brasileño resurge tras el veto

Durante décadas, el fútbol femenino en Brasil fue silenciado por una prohibición legal que lo consideraba inapropiado para las mujeres

Durante casi cuatro décadas, las mujeres brasileñas estuvieron legalmente impedidas de practicar fútbol. Desde 1941 hasta 1979, un decreto firmado por el presidente Getúlio Vargas prohibía a las mujeres participar en deportes considerados “incompatibles con su naturaleza”, entre ellos el fútbol.

Esta medida, basada en prejuicios de género y pseudociencias, frenó el desarrollo del fútbol femenino en el país. Sin embargo, a pesar de las restricciones, muchas mujeres continuaron jugando en la clandestinidad, desafiando las normas sociales y legales de la época.

La revocación de la prohibición en 1979 marcó el inicio de una nueva era para el en este país. Aunque el camino hacia la igualdad ha sido largo y lleno de obstáculos, el deporte ha experimentado un crecimiento significativo en las últimas décadas.

La selección femenina ha participado en todas las ediciones de la Copa Mundial Femenina de la FIFA desde su creación en 1991, alcanzando la final en 2007. Además, ha obtenido medallas de plata en los Juegos Olímpicos de 2004, 2008 y 2024.

La figura de Marta Vieira

Una figura emblemática en este proceso ha sido Marta Vieira da Silva, considerada una de las mejores futbolistas de todos los tiempos. Con seis premios FIFA a la Mejor Jugadora del Mundo, Marta ha sido una inspiración para generaciones de futbolistas y ha contribuido a aumentar la visibilidad del fútbol femenino tanto en Brasil como a nivel internacional.

La jugadora brasileña Marta Vieira con su premio The Best FIFA en 2018

En el ámbito nacional, el Campeonato Brasileño Femenino ha ganado fuerza desde su reanudación en 2013. Equipos como Corinthians, Ferroviária y Palmeiras han destacado en la competición, con Corinthians logrando un triplete en 2024 al conquistar el Campeonato Brasileño, la Copa Libertadores y la Supercopa de Brasil.

La visibilidad del fútbol femenino ha aumentado gracias a la transmisión de partidos por televisión abierta, plataformas de streaming y redes sociales. Además, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) ha implementado políticas para fomentar la igualdad, como la equiparación de viáticos y premios entre las selecciones masculina y femenina desde 2020.

Una medida significativa adoptada en 2019 obliga a los clubes masculinos de primera división a contar con equipos femeninos en la misma categoría y en las divisiones de base. Esta normativa se extenderá a los clubes de segunda, tercera y cuarta división, que tendrán hasta 2027 para cumplir con este requisito.

Resurgir del fútbol brasileño

El reconocimiento internacional del fútbol femenino brasileño se ha consolidado con la elección de Brasil como sede de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2027. Este evento, que se celebrará en diez ciudades que anteriormente fueron sedes del Mundial masculino de 2014, representa una oportunidad para continuar promoviendo la inclusión, la diversidad y la igualdad en el deporte.

A pesar de los avances, persisten desafíos en la búsqueda de igualdad de condiciones para las mujeres en el fútbol. Las diferencias en salarios, patrocinios y apoyo institucional aún son evidentes.

Las jugadoras del Corinthians femenino Leticia, Paulinha y Duda. EFE/ Isaac Fontana

Sin embargo, el progreso alcanzado hasta ahora demuestra el esfuerzo y la determinación de las futbolistas brasileñas, que han transformado un pasado de prohibiciones en un presente de logros y reconocimiento.

El camino recorrido por el fútbol femenino en Brasil es testimonio de la lucha por la equidad de género en el deporte. Desde la clandestinidad hasta los estadios llenos de aficionados, las mujeres han demostrado que el fútbol también es suyo, y su éxito continúa inspirando a nuevas generaciones.

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