Napheesa Collier enciende la chispa del cambio en la WNBA. La estrella de Minnesota Lynx y reciente subcampeona en la carrera por el MVP 2025 lanzó una de las críticas más contundentes que se recuerden en la historia reciente del deporte femenino. Durante su entrevista de cierre de temporada, Collier rompió el silencio institucional y apuntó directamente contra la comisionada Cathy Engelbert, acusando una preocupante falta de liderazgo en la WNBA. Sus palabras no solo resonaron como una denuncia, sino que activaron una cadena de reacciones que ha sacudido los cimientos del baloncesto profesional.

“La WNBA está fallando”
Con una contundente declaración, Napheesa Collier, una de las voces más respetadas del baloncesto femenino, destapó una olla a presión que venía tiempo acumulándose en la WNBA. “Tenemos a las mejores jugadoras y a los aficionados más leales del mundo. Pero hoy, la WNBA sufre el peor liderazgo del deporte profesional”, afirmó sin rodeos.
Sus palabras no fueron un simple desahogo: representaron un duro llamado de atención. Collier denunció la falta de transparencia de la liga, el deterioro en el nivel del arbitraje y la desprotección médica de las atletas. Además, acusó a los altos mandos de negligencia sistemática frente a problemas estructurales que —según advirtió— podrían frenar el crecimiento del deporte.
La alero no solo puso voz al malestar de muchas jugadoras, sino que también abrió un debate urgente sobre el futuro y la gestión de la liga femenina de baloncesto más importante del mundo.
Silencio total de Engelbert
La tensión entre jugadoras y la dirigencia de la WNBA alcanzó un nuevo nivel cuando Collier hizo público un episodio revelador: una conversación privada con la comisionada Cathy Engelbert que, según relató, dejó al descubierto el desinterés de la liga por los reclamos de las atletas.
Durante un encuentro en febrero en el marco de Unrivaled —la innovadora liga femenina 3×3 que Collier cofundó junto a Breanna Stewart—, la comisionada habría respondido con desdén a las quejas sobre el bajo nivel del arbitraje. “Solo los perdedores se quejan de los árbitros”, fue la frase que, según Collier, recibió como respuesta. La declaración, de ser cierta, refuerza el sentimiento de abandono que muchas jugadoras aseguran experimentar.

Pero el señalamiento no terminó ahí. Collier también denunció que, tras lesionarse durante los últimos playoffs, jamás recibió una llamada ni un mensaje de parte de Engelbert. “He recibido mensajes de compañeras, entrenadores y hasta de fans. Pero de Cathy Engelbert, nada. Ni una palabra”, lamentó la alero.
La acusación reaviva el debate sobre el liderazgo y la empatía en la cima de la WNBA.
Negociaciones tensas en la WNBA
Las duras críticas de la jugadora llegan en un momento clave, justo cuando se negocia la renovación del convenio colectivo (CBA), que vence el 31 de octubre. El sindicato de jugadoras (WNBPA) expresa frustración por la falta de avances y la gran distancia entre sus demandas y lo que ofrece la liga, especialmente en temas como sueldos, seguridad y expansión.
Chelsea Gray, estrella de Las Vegas Aces, aseguró que están lejos de lo esperado y que no reciben respuestas. Lexie Hull, portavoz sindical, destacó que aunque la liga crece, los líderes parecen no compartir esa visión, y que el CBA puede ser la oportunidad para cerrar esa brecha, si hay voluntad.
El futuro de la WNBA y la protección de sus jugadoras dependen de estas negociaciones.
¿Un punto de inflexión?
El contundente mensaje de la jugadora, junto con el apoyo de sus compañeras, ha marcado un antes y un después en la relación entre las jugadoras y la dirigencia de la WNBA. Por primera vez en años, una figura de primer nivel expone con valentía las grietas internas de la liga, justo cuando ésta celebra récords de audiencia, la incorporación de nuevas franquicias y una visibilidad sin precedentes.

Pero la polémica va más allá del juego: es una disputa profunda sobre el modelo de gestión, el papel de las atletas y el futuro del baloncesto femenino como industria. Collier fue tajante al señalar que el talento no es el problema; la raíz está en el liderazgo. Esta declaración podría marcar un punto de inflexión en la historia de la WNBA.
El desafío de Napheesa Collier expone las grietas de la WNBA y cuestiona su futuro como líder del deporte femenino. La liga enfrenta una encrucijada: corregir sus errores y escuchar a las jugadoras, o arriesgar su crecimiento y credibilidad. Las próximas negociaciones serán clave para definir si este momento marca un cambio histórico