TENIS

Paula Badosa y un 2025 lleno de altibajos

La tenista catalana pasó de tocar techo al empezar el año en Australia, a un calendario marcado por las lesiones y la necesidad de parar.

Paula Badosa

En enero, la tenista española se puso un nueve. No hablaba de un partido ni de una semana concreta. Hablaba de sí misma. De haber llegado, por primera vez, a las semifinales de un Grand Slam, después de demasiado tiempo peleando más con su cuerpo que con las rivales que tenía al otro lado de la red.

Australia como prueba

Melbourne confirmó algo que llevaba tiempo en duda. En el Open de Australia, Paula Badosa eliminó en cuartos de final a Coco Gauff y alcanzó por primera vez las semifinales de un Grand Slam. Allí cayó ante Aryna Sabalenka, la número uno del mundo, en un partido sin margen para la sorpresa.

Aryna Sabalenka y Paula Badosa
@josemorgado

La duda no era su tenis, sino si podía sostenerlo, fisicamente hablando, durante una semana exigente de Grand Slam después de dos temporadas marcadas por las lesiones. En Australia lo hizo. En enero, al menos, el cuerpo respondió.

Un calendario que empieza a romperse

La tregua duró poco ya que en abril, la espalda volvió a marcar el ritmo. Badosa explicó entonces que sufría de una hernia en la vértebra L4, una lesión que no solo condicionaba los entrenamientos o los partidos. “Me costaba dormir o andar”, expreso en entrevistas mas de una vez.

A partir de ahí, la temporada dejó de avanzar en línea recta. Indian Wells, Miami, Madrid y Roma se quedaron fuera. En otros torneos, como Mérida, Estrasburgo o Berlín, tuvo que retirarse con el partido ya empezado y Wimbledon terminó en primera ronda.

Paula Badosa

Los datos resumen el año mejor que cualquier adjetivo: cinco retiradas en 2025. Desde enero, no volvió a enlazar tres victorias consecutivas. “Estoy muy cansada de esto”, escribió en redes tras uno de esos abandonos. 

Aceptar el límite

Los meses confirmaron que no había soluciones rápidas. A partir de la lesión crónica de espalda se sumaron nuevas molestias en el psoas y la ingle, y en septiembre, tras retirarse entre lágrimas en Pekín, Badosa tomó una decisión difícil y poco habitual en un deporte que empuja siempre a seguir: cerrar la temporada y pensar en 2026.

Lo anunció sin dramatismo. “Seguiré luchando, seguiré empujando”, escribió. No hablaba de rendirse sino mas bien de protegerse, y de aceptar que, en determinadas carreras, parar también es una forma de competir.

Volver sin exigirse respuestas

El 2025 no termina en silencio. Este mes de diciembre, tras tres meses sin competir, la tenista volvió a pisar una pista en la World League Tennis, un torneo de exhibición disputado en India, lejos del circuito oficial y de la presión del ranking.

Paula ganó y perdió partidos cortos, a un solo set, y dejó una imagen significativa: una victoria clara ante Marta Kostyuk, una rival habitual del circuito.

Paula Badosa

Esto podría considerarse un primer paso antes de mirar hacia el 2026, con Adelaida y el próximo Open de Australia en el horizonte, pero todavía sin promesas.

Un 2026 a la vuelta de la esquina

El 2025 de Paula Badosa deja dos hechos claros, y es que en enero demostró que su nivel sigue siendo competitivo. En los meses siguientes, las lesiones volvieron a condicionar su continuidad. Entre una cosa y otra se movió en una temporada irregular, marcada por intentos, parones y decisiones difíciles.

El siguiente punto de referencia es 2026. Hasta entonces, su carrera queda en pausa activa, a la espera de comprobar no tanto qué puede ganar, sino cuánto puede sostenerse.

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