Lo que bien empieza, mal acaba. Ese es el mejor resumen de lo que ha sido 2025 para Paula Badosa. De luchar entre las mejores en el Open de Australia, a decir adiós a la temporada entre lágrimas y con una nueva lesión con la que batallar. Sin duda, un año para el olvido de una tenista que sigue acribillada por los problemas físicos.
A su lesión crónica en la espalda, la tenista española ha tenido que añadir un carrusel más de inconvenientes que le han alejado de las pistas. Su calvario empezó en Mérida (México) y, desde entonces, su temporada se basa en una lucha constante contra su cuerpo para poder competir al nivel con el que empezó en el primer Grand Slam del curso.
Sin embargo, esta vez las lesiones han ganado la partida a un jugadora que, eso sí, no se va a rendir. Y es que Paula Badosa ha anunciado en sus redes sociales que pone fin a su temporada tras la retirada obligada de Pekín. Los problemas en su ingle son el último lastre para la española, que ya piensa en un 2026 en el que espera correr una mejor suerte.
“Seguiré luchando”
A través de una historia en Instagram, Badosa ha aprovechado para explicar lo que pasa por su cabeza ante otro contratiempo inesperado. “Hay momentos en los que me pregunto cómo logro seguir adelante en los instantes más duros y dolorosos. Y la verdad es que es precisamente en esos momentos cuando descubro la fuerza más profunda dentro de mí. Cada tropiezo duele, pero también me recuerda cuánto deseo luchar, cuánto quiero volver más fuerte”.
A su vez, ha querido expresar su agradecimiento hacia su círculo cercano, ese que siempre le ha arropado e impulsado a seguir hacia adelante. “No podría hacer esto sin las personas que siguen creyendo en mí. Su apoyo me sostiene cuando todo se vuelve pesado, y su fe me da valor cuando la duda aparece. No hay un sentimiento más grande que entrar a una cancha de tenis y verlos allí, respaldándome. Esa energía, ese amor. Es algo por lo que nunca podré agradecer lo suficiente”.
Y ha finalizado demostrando, una vez más, que sigue empeñada en demostrar que no hay lugar para la rendición en su vida. Ama el tenis, es su pasión, una obsesión inquebrantable por la que seguirá peleando. “No importa cuántos obstáculos se crucen en mi camino, les prometo esto: seguiré luchando, seguiré empujando, y seguiré encontrando la manera de volver”.
“Nos vemos en 2026”
Su comunicado llegaba a su fin con un mensaje claro y contundente: “Nos vemos en 2026”. Hasta entonces no queda otra que recuperarse y prepararse lo mejor posible para evitar que, otra vez, sean las lesiones las que impidan disfrutar a Paula del tenis. Quiere estar en las pistas, compitiendo y codeándose con las mejores. No lejos de ellas.
Este 2025 no ha sido posible. Tan solo ha podido disputar un total de 31 partidos que tienen un balance de 18 victorias y 13 derrotas. El año pintaba muy bien, con ese regreso al top 10 mundial, pero el desenlace ha sido otro. Aciago, amargo y tremendamente cruel.