TENIS

El calvario de Paula Badosa no tiene fin

La tenista española volvió a sufrir un contratiempo físico que le obligó a retirarse del partido entre lágrimas de impotencia y frustración

Paula Badosa

Parecía que el final del túnel estaba a tan solo un paso. Que todos esos meses de lucha, sacrificio, dudas y miedos estaban a punto de terminar. Volver a sentirse tenista, competitiva y ganadora. Pero no. La pesadilla de Paula Badosa con las lesiones no termina nunca. Es cruel, demasiado. Cuando parecía sacar la cabeza, otra vez para abajo.

Su reaparición en la Billie Jean King Cup con España fue esperanzadora. Perdió, sí. Pero hay derrotas que también son victorias. Y eso fue para Paula Badosa el reencuentro con una pista de tenis. Un triunfo de alguien que nunca se rinde y que está empeñada en demostrar que nada le puede alejar de lo que es su vida, el tenis.

Una alegría e ilusión que tuvo continuidad en Pekín. Un torneo de gratos recuerdos para la española. Es un escenario especial para ella. Allí fue campeona el año pasado. Allí ha vuelto a disfrutar del dulzor de una victoria. Pero cuando todo parecía ser luz, volvió la oscuridad. El dulzor tornó en amargura en la tercera ronda del torneo. ¿El motivo? Una nueva lesión.

Paula Badosa

Adiós entre lágrimas

Paula buscaba en Pekín la redención. Calmar la sed de una venganza que no es contra nadie, es contra sí misma. Porque ella, en su camino por alcanzar la cima, ve en sus propios contratiempos físicos el mayor de los lastres. Sufre una lesión crónica en la espalda. Pero no es solo esa zona la que irrumpe para robarle el protagonismo a su tenis.

Esta vez, ante Karolina Muchova, fue su pierna izquierda. La zona interior del muslo, en la incisión entre la ingle y la cadera. A las primeras de cambio, al inicio del partido. De poco o nada sirvió el vendaje del muslo con el que regresó a pista. Imposible seguir. Otra vez, a Paula Badosa le tocó abandonar.

La fortuna no está de su lado. Tiene el mal de las lesiones junto a ella y no quiere dejarla ir, ser libre. Es una pesadilla que no termina. Un cuento triste que se repite en multitud de ocasiones, demasiadas. Ahora toca esperar pruebas médicas, pero la gira asiática está en riesgo. Y su temporada, aciaga, puede estar vista para sentencia.

Retirada número 37

Es de sobra conocido el calvario que vive Paula Badosa con las lesiones. Sin embargo, el mejor de los reflejos está en el dato, en las estadísticas. Con la retirada ante Muchova en Pekín, van ya un total de 37 partidos en los que Paula Badosa tiene que tirar la toalla antes de tiempo.

Quizás eso explique el rostro entre lágrimas de una tenista a la que no le dejan ser tenista. Devastada, hundida. Así se marchó Badosa de la pista. Es lógico, pero inasumible. Encoge el corazón del aficionado y rompe por completo a una persona que lo intenta, pero que no lo consigue.

A veces ha pecado de prontitud. De no darle tiempo a su cuerpo para una óptima recuperación. Ahora, más calmada y escuchando a su interior, tampoco sirve. De nuevo a remar, a empezar de cero. Un 2025 que empezó rozando las puertas de la gloria. Pero que, en cambio, se transformó en drama y que será para el olvido. Una vez más, la sonrisa de Paula Badosa convertida en lágrimas.

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