La extenista Natalia Beciu, quien dejó las raquetas para abrirse paso en el exclusivo mundo de la organización de eventos de lujo, sorprendió recientemente al mencionar la buena relación que transmite Carlos Alcaraz, al ser allegada a él y la admiración que tiene.
Invitada al podcast de Uri Sabat, la empresaria repasó su trayectoria vital, sus aprendizajes tras abandonar la competición y la manera en que ha sabido reinventarse en un sector completamente distinto, pero sin bajar el nivel de exigencia.
Lejos de los focos deportivos pero aún en contacto con personalidades de gran proyección, Beciu explicó cómo observa con interés la evolución de jóvenes estrellas como Alcaraz, cuya actitud considera ejemplar en un escenario donde la fama suele desbordar.
Un cambio de rumbo
Natalia Beciu conoció desde dentro la presión del deporte profesional. Durante sus años en el circuito de tenis, acumuló disciplina, viajes y el contacto permanente con la alta exigencia competitiva.
Sin embargo, con el tiempo comprendió que su vida iba a tomar otra dirección. Decidió dar un giro radical y apostar por una faceta más creativa y social: la organización de fiestas para celebridades y personalidades influyentes.
Hoy en día, Beciu se ha consolidado como una de las organizadoras de referencia para eventos privados donde se concentran empresarios, celebridades y deportistas de primera línea.
La fundadora de negocios como Prettify, Canalla Costa Brava o La Pícara Tuset también aseguró que la bondad y la frescura del murciano son una fuente de inspiración para ella, pues demuestra que se puede convivir con el éxito y seguir transmitiendo autenticidad.
La importancia de la autenticidad en cualquier escenario
Para ella, tanto en el deporte como en los eventos de lujo, lo esencial es mantener la coherencia y la cercanía con las personas, independientemente de la magnitud de los éxitos o de las cifras que se muevan alrededor.
Además, recordó que en sus fiestas exclusivas conviven egos, expectativas y exigencias, pero que su experiencia en el tenis le enseñó a no dejarse intimidar. Esa combinación de firmeza y humanidad es la que, en su opinión, también representa Carlos Alcaraz.
Cumpleaños de Lamine Yamal
Beciu salió al paso de las especulaciones sobre el evento y fue tajante: “No hay ni una persona, ni una sola persona que haya cobrado por ir. Es un cumpleaños de unas 200 personas, no fue una cosa súper grande. Se trató de una cosa bastante privada, súper normal, donde se hicieron invitaciones”.
Añadió también que. “me da bastante pena que la gente tenga la sangre fría de inventárselo todo por sacar un titular fácil, es un niño normal de 18 años que ha hecho un cumpleaños súper divertido”.
Sus palabras buscan poner el foco en la normalidad y la buena práctica profesional: celebrar sin convertirlo en espectáculo, reinventando de esta manera, el trabajo discreto de quienes producen estos encuentros.
Para Beciu, el episodio sirve como recordatorio de que, incluso en eventos con gran proyección mediática, la transparencia y el respeto por los invitados son innegociables.
Autenticidad y reinvención
El paso de Natalia Beciu por el podcast de Uri Sabat dejó un mensaje inspirador: la vida ofrece distintos escenarios, pero el verdadero triunfo radica en mantenerse fiel a uno mismo.
En su caso, el cambio de las pistas de tenis a las fiestas VIP no significó perder identidad, sino transformarla.
Beciu encarna a una nueva generación de mujeres capaces de armonizar la vida social, la gestión empresarial y el ámbito personal, sin renunciar a la autenticidad. Lo más destacable es la naturalidad con la que ha logrado que todos quieran tenerla cerca.