A tres semanas de que venza el plazo del 1 de agosto para la entrada en vigor de los nuevos aranceles, la Administración Trump ha vuelto a agitar el tablero comercial. Este sábado, el presidente envió una misiva a la Unión Europea en la que confirmó la imposición de un arancel del 30 % a las importaciones, en lo que supone un nuevo paso en su estrategia proteccionista.
“A partir del 1 de agosto de 2025, cobraremos a la Unión Europea un arancel del 30 % sobre sus productos enviados a Estados Unidos, independientemente de cualquier tarifa sectorial existente”, ha informado el mandatario en una carta dirigida a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y publicada en su plataforma Truth Social. Además, advirtió de que si Bruselas responde con represalias comerciales, su Gobierno aplicará nuevas subidas arancelarias

Este es un nuevo episodio en los vaivenes de la política comercial de la Administración estadounidense. La incertidumbre generada por esta decisión, en pleno contexto de guerra arancelaria, ha encendido las alarmas entre los productores europeos, que llevan meses con temor a las consecuencias económicas desde la victoria del Republicano. España, en particular, teme un encarecimiento de sus exportaciones y un impacto directo en su balanza comercial. Las empresas hacen cuentas, tantean mercados alternativos y cruzan los dedos para contener las posibles pérdidas.
La apertura económica y el comercio crean prosperidad. Los aranceles injustificados la destruyen.
Por eso apoyamos y apoyaremos a la Comisión en sus negociaciones para alcanzar un acuerdo con EEUU antes del 1 de agosto.
Unidos, los europeos constituimos el mayor bloque… https://t.co/cLX3kH5gOW
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) July 12, 2025
El golpe podría sentirse con especial intensidad en sectores como el de bienes de equipo —herramientas, componentes industriales o motores—, que en 2024 sumaron más de 4.000 millones de euros en exportaciones, principalmente desde el País Vasco, Navarra y Cataluña. También preocupa el impacto en el sector químico y farmacéutico, que esperaba crecer un 3 % en 2025. Y, por supuesto, en el agroalimentario, con productos emblemáticos como el aceite de oliva, el vino, el jamón, el queso o las aceitunas, todos ellos ahora en el punto de mira arancelario.
Sin embargo, según el ‘Informe especial bilateral: Estados Unidos 2024’ del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), en 2024 las exportaciones agroalimentarias y pesqueras (AAP) de España a Estados Unidos supusieron el 4,8% del total de exportaciones AAP realizadas por España a todo el mundo.
Golpe para el vino
Estados Unidos se ha consolidado como un destino clave para el vino español, especialmente para la Denominación de Origen Calificada Rioja, cuyo segundo mercado de exportación es el estadounidense —solo por detrás del Reino Unido— y que representa el 4 % de su producción total. Según el Informe de Importaciones de Vino en EE.UU. en 2024, elaborado por la Interprofesional del Vino de España (OIVE), las exportaciones españolas cerraron el año con un crecimiento del 7 % en volumen y valor, alcanzando los 67,3 millones de litros y los 391,4 millones de dólares (360,1 millones de euros). Con estos datos, España se sitúa como el cuarto proveedor en valor y el séptimo en volumen del mercado estadounidense.
Dentro de ese crecimiento destacan los vinos espumosos, con EE.UU. como su principal destino: 21 millones de litros exportados (+7,7 %) y 73,6 millones de euros facturados (+9,6 %) en el interanual a noviembre de 2024. También se observa una evolución positiva en los vinos envasados no espumosos, con 39,7 millones de litros (+2 %) y 243,1 millones de euros (+4 %) exportados. El informe recoge, además, un fuerte repunte en el mes de diciembre —un aumento del 23 % en valor y del 29,5 % en volumen— que podría responder a una estrategia de acumulamiento por parte de los importadores estadounidenses ante la amenaza de los nuevos aranceles tras la victoria de Trump en las elecciones de noviembre.
Otros productos amenazados
El vino no es el único producto en el foco. Según datos del ICEX, España exportó a Estados Unidos aceite de oliva por un valor de 430 millones de euros en 2024. El vino y el cava sumaron 340 millones, el queso alcanzó los 120 millones y las frutas y hortalizas, 200 millones. Andalucía lidera la exportación de aceite, con el 70 % del total nacional, mientras que La Rioja, Castilla-La Mancha y Cataluña encabezan las ventas de vino y cava.
Asimismo, Murcia y la Comunidad Valenciana son regiones clave en el envío de frutas, cítricos y hortalizas; y Extremadura y Castilla y León lo son en productos cárnicos y quesos artesanales. Según el informe del MAPA, España fue el sexto país exportados de queso y requesón a EE.UU y el segundo en ‘otras legumbres y hortalizas en conserva’.
El impacto del nuevo arancel del 30 % sobre este tejido exportador amenaza con alterar los equilibrios de sectores que llevan años consolidando su presencia en el mercado estadounidense. La cuenta atrás está en marcha y el margen de maniobra, es cada vez más estrecho a la espera de qué sucederá el próximo 1 de agosto.