En algún momento de la vida laboral, los trabajadores pueden necesitar un paréntesis para dedicarse a proyectos personales, familiares o profesionales distintos a su empleo actual. El Estatuto de los Trabajadores (ET) contempla esa posibilidad mediante la figura de la excedencia voluntaria, un derecho reconocido pero que también presenta matices importantes que conviene conocer antes de solicitarlo.
¿Qué es la excedencia voluntaria?
La excedencia voluntaria es la situación en la que un trabajador decide suspender temporalmente su relación laboral con la empresa. Durante ese tiempo no se presta servicio ni se percibe salario, pero se mantiene un vínculo jurídico que permite al empleado regresar en determinadas condiciones.
No debe confundirse con la excedencia por cuidado de hijos o familiares, que tiene una regulación específica y mayores garantías. La excedencia voluntaria, en cambio, depende en gran medida de la antigüedad del trabajador y de la duración que solicite.
Requisitos básicos
El artículo 46 del Estatuto de los Trabajadores fija los requisitos mínimos para poder pedir una excedencia voluntaria:
- Antigüedad mínima: el empleado debe haber trabajado en la empresa al menos un año.
- Duración: puede pedirse por un período no inferior a cuatro meses ni superior a cinco años.
- Tiempo entre excedencias: entre una excedencia voluntaria y otra deben transcurrir cuatro años desde el final de la anterior.
El trabajador no necesita justificar los motivos de su decisión; basta con cumplir los plazos y requisitos.
Cómo solicitarla
El Estatuto de los Trabajadores no establece un procedimiento rígido, pero en la práctica se recomienda hacerlo siempre por escrito y con un preaviso razonable (normalmente entre 15 y 30 días, según el convenio colectivo o la costumbre de la empresa).
La carta de solicitud debe incluir:
- Datos personales y laborales del trabajador.
- La fecha prevista de inicio y de finalización de la excedencia.
- Una referencia expresa al artículo 46 del Estatuto de los Trabajadores.
La empresa debe contestar igualmente por escrito, aceptando la excedencia en las condiciones solicitadas o, en su caso, planteando objeciones si no se cumplen los requisitos legales.
Derechos durante la excedencia
La principal característica de la excedencia voluntaria es que no garantiza la reserva del puesto de trabajo, salvo durante el primer año en empresas de más de 30 empleados, donde se reconoce un derecho preferente de reincorporación si hay vacantes.
En términos generales, el trabajador conserva un derecho preferente al reingreso en el mismo grupo profesional o categoría equivalente, pero solo si existen vacantes cuando finalice la excedencia. Es decir, no hay una reserva automática de su plaza, aunque sí prioridad frente a nuevas contrataciones externas.
Además, el tiempo de excedencia no computa como antigüedad, salvo que convenio o acuerdo individual dispongan lo contrario. Tampoco se generan vacaciones ni pagas extra durante ese período.
La reincorporación
Para regresar a la empresa, el trabajador debe solicitarlo expresamente al menos con un mes de antelación respecto a la fecha de finalización de la excedencia. La compañía está obligada a contestar. Si existen vacantes adecuadas, deberá reincorporar al empleado; si no las hay, la empresa debe acreditar esa circunstancia.
En caso de que la negativa empresarial sea injustificada, el trabajador puede acudir a los tribunales para reclamar su derecho preferente de reingreso.
Consejos prácticos
Expertos en derecho laboral recomiendan:
- Revisar el convenio colectivo, ya que muchos mejoran las condiciones previstas en el Estatuto.
- Solicitar siempre por escrito la excedencia y la posterior reincorporación, para evitar problemas probatorios.
- Planificar bien la duración, ya que no es posible modificarla unilateralmente: si se pide por dos años, no se puede volver antes salvo acuerdo con la empresa.
- Valorar las consecuencias económicas, puesto que durante la excedencia no se percibe salario ni prestaciones de desempleo, salvo que después de finalizarla se extinga el contrato por causas ajenas al trabajador.
Un derecho con límites
La excedencia voluntaria ofrece al trabajador la posibilidad de un respiro profesional sin romper del todo el vínculo con la empresa. Sin embargo, sus limitaciones —especialmente la ausencia de reserva de puesto y la falta de remuneración— hacen que sea una opción que debe tomarse con cautela y planificación.