Esta es la característica del país de Europa con la deuda más baja del continente: tiene que ver con el IRPF

Hay un país en Europa que tiene la deuda más baja de todo el continente. Sin embargo, posee una curiosa característica sobre el IRPF

El país con la deuda más baja de Europa - Economía

La eurozona y sus tensiones económicas

En el contexto económico de Europa, Estonia destaca como un modelo de gestión fiscal responsable y liberal. Con una de las deudas más bajas del continente, este país báltico ha logrado mantener su economía con una estabilidad envidiable. En gran medida, gracias a una política fiscal caracterizada por un Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) con tarifa plana del 20%. Sin embargo, tiene nuevos retos económicos por delante Unos retos que podrían poner a prueba su paradigma fiscal y económico. Desde luego, su caso es muy interesante para todo amante de la economía.

El modelo económico de Estonia: la tarifa plana de IRPF

Desde su independencia en 1991, Estonia ha apostado por un modelo económico liberal, con bajas barreras al comercio, una regulación flexible y un régimen fiscal atractivo para inversores y empresas. Este enfoque ha transformado al país de Europa en un hub digital, conocido como el “Silicon Valley europeo”. Y ha contribuido a que su PIB per cápita se multiplique por nueve desde 1995. El país ocupa posiciones destacadas en rankings internacionales de facilidad para hacer negocios. Lo que refleja su ambiente favorable para el emprendimiento y la inversión.

Esta es la característica del país de Europa con la deuda más baja del continente: tiene que ver con el IRPF

Una imagen de Tallin, la capital de Estonia, nevada

La decisión de Estonia de adoptar un IRPF de tarifa plana del 20% ha sido fundamental en su estrategia para atraer y retener talento y capital. Esta política no solo simplifica el sistema tributario, sino que también asegura un tratamiento equitativo para todos los contribuyentes, independientemente de sus ingresos. Este tipo de IRPF ofrece claridad y previsibilidad, elementos muy valorados por los empresarios y trabajadores.

¿Qué ventajas tiene una deuda baja en Europa?

La prudencia fiscal de Estonia y su capacidad para mantener bajos niveles de deuda pública —cercanos al 10% del PIB— han sido claves en su resistencia económica. Esta situación contrasta marcadamente con otros países de la Unión Europea, donde las deudas superan con creces este porcentaje. La baja deuda permite a Estonia tener mayor flexibilidad financiera para invertir en tecnología y educación, pilares de su economía digital.

No obstante, la situación económica global está presentando desafíos significativos para Estonia. La pandemia de la COVID-19 y la invasión de Rusia a Ucrania han impactado negativamente en la economía. De hecho, su deuda pública se ha duplicado, hasta aproximadamente el 20% del PIB. Además, el país ha entrado en una recesión prolongada, con una contracción continua del PIB durante ocho trimestres consecutivos. Esto ha llevado al gobierno a enfrentar un déficit público creciente, estimado en 3,5% del PIB para el año en curso y 5,3% para 2025.

Ante estos retos, Estonia se encuentra en una encrucijada fiscal. El gobierno debe decidir entre aumentar los impuestos o reducir el gasto público para volver al equilibrio fiscal. Cualquier ajuste en el sistema tributario, especialmente en el IRPF de tarifa plana, podría alterar el atractivo económico del país y afectar su competitividad global. Sin embargo, mantener el status quo podría comprometer la capacidad del gobierno para financiar necesidades urgentes como la defensa nacional y la transición energética.

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