Todos nos hemos preguntado alguna vez: ¿por qué pagas tanto por el precio de la gasolina aunque el petróleo baje o el tipo de cambio mejore? Es una contradicción que genera frustración, y la respuesta está en una mezcla de factores que va más allá del crudo. Aquí desvelamos por qué ese número en el surtidor no es tan transparente como parece.
El crudo baja, pero el precio de la gasolina no
Este año, el precio del petróleo ha caído alrededor de un 15% y el euro se ha apreciado frente al dólar más del 7%. Eso debería abaratar el combustible.
Sin embargo, el litro de gasolina apenas ha bajado un 5% en el mismo periodo: está en torno a 1,45 €/l, mientras que el diésel cae un 9% a 1,36 €/l.
La relación no es directa, y eso refleja una asimetría que afecta al bolsillo diario.
¿Por qué ocurre esa desaceleración en la bajada?

Porque la gasolina no es solo petróleo, es una suma de varios elementos:
- La materia prima (el crudo) representa entre el 40% y el 50% del precio final.
- Los impuestos, especialmente el IVA (21%) y el Impuesto Especial sobre Hidrocarburos (IEH), pueden suponer entre el 41% y el 46% del total.
- Los costes de distribución y margen de las estaciones, que suelen rondar el 12%–15%.
Cuando el crudo baja, solo una parte del precio final puede ajustarse, mientras los impuestos siguen fijos y los márgenes mínimos se mantienen, lo que ralentiza la reducción en tu factura final.
Factores externos que encarecen más que el petróleo
- Tipo de cambio dólar-euro: el petróleo se paga en dólares, así que un euro más débil encarece literalmente el precio por litro.
- Decisiones de la OPEP+: al recortar la producción, pueden sostener mayores precios para el petróleo incluso si la demanda cae.
- Escasa competencia en el modelo español: según asociaciones de consumidores, esto incrementa la asimetría.
¿Y por qué esta situación nos frustra?

Porque percibimos que pagamos de más incluso cuando todo indica lo contrario. Que 80 litros cueste unos euros más o unos euros menos impacta, sobre todo si sabes que el crudo está a la baja. Esa desconexión entre lo que ves en los medios y lo que pagas genera una sensación de opacidad y desconfianza.
Además, no basta con que baje el crudo. Si no hay competencia real o ajustes inmediatos en impuestos y márgenes, el consumidor no se beneficia plenamente.
Diferencias geográficas en el precio de la gasolina: repostar más barato sí importa
Un análisis de más de 10.000 gasolineras en España concluyó que hay diferencias de precio de hasta 1 € por litro.
Lo que en un conductor de Murcia puede suponer un ahorro anual de hasta 948 € al usar la gasolinera más barata; en otros territorios con precios más uniformes, como Melilla, el ahorro es apenas de 24 €.
O sea: elegir bien dónde repostar sí marca la diferencia, aunque el precio general parezca inamovible.