No es interesante para España ser señalada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, como el socio incumplidor de los compromisos de la OTAN. “Estoy muy disgustado con España. Es el único país que no elevó su cifra hasta el 5%”, afirmó el pasado 14 de octubre. En las dos últimas semanas, primero amenazó con expulsar al país del Alianza Atlántica; y luego, dado que eso no es posible, con un “castigo comercial” mediante aranceles.
Anteayer, tras la reunión mantenida con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, Trump volvió a acusar a España de “no jugar en equipo”. En el punto de mira, el compromiso de dedicar el 5% de su PIB al gasto de defensa. Y en esta ocasión, Pedro Sánchez también respondió a su homólogo: “Somos un país fiable”. Como prueba de ello, confirmó que España comprará armas a EEUU para Ucrania. Aunque en la mente de Trump España pueda percibirse como un “amigo desleal”, las compras de material militar a las empresas estadounidenses reflejan otra realidad.
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— La Moncloa (@desdelamoncloa) October 23, 2025
En el último año, España fue el quinto país de la Unión Europea que más invirtió en material armamentístico y de defensa procedente de EEUU, con un gasto superior a 2.907 millones de dólares (más de 2.500 millones de euros al cambio actual).
Inversión creciente
De esta forma, sus compras superan a las realizadas por Alemania, Francia e Italia juntas, según se desprende del informe de la DSCA (en sus siglas en inglés, Agencia de Cooperación en Seguridad y Defensa) de Estados Unidos. En el caso de Alemania, el desembolso fue de 1.425,2 millones de dólares; mientras que Italia y Francia se situaron en torno a los 362 y 303 millones de dólares, respectivamente.
El último informe refleja con detalle las compras de España desde 2020, con un gasto de 140 millones de dólares. Dos años después, se situó en 199,11 millones, pero tras la guerra de Ucrania se multiplicó casi por diez. Entre 2023 y 2024, el Gobierno español destinó más de 4.589 millones. Este gasto equivale a más de un cuarto (27%) de la inversión desde 1950 (16.973 millones). En estas partidas se incluyen sistemas Patriot (misiles guiados que forman parte de la artillería antiaérea), los helicópteros MH-60R y equipos auxiliares, según avanzó El País.

El gasto de los ‘amigos europeos’
En conjunto, los países de la Unión Europea destinaron 41.552,5 millones de dólares a la adquisición de capacidades militares estadounidenses. Esta inversión representa el 38% del total de las ventas de la industria de EEUU (incluyendo también la financiación), que sumó más de 108.675,65 millones de dólares. En el caso de los socios comunitarios, la lista la encabeza Polonia con un gasto de 16.702 millones de dólares, seguida de la República Checa (5.369,6 millones), Grecia y Rumania.
Para la industria de defensa estadounidense, la guerra de Ucrania en territorio europeo y las tensiones geopolíticas han disparado las exportaciones. Desde 2021, cuando la totalidad de las ventas exteriores sumaron 32.466,9 millones de dólares, estas se han multiplicado por 3,3 veces. Entre las mayores industrias de defensa de EEUU destacan RTX (anteriormente Raytheon Technologies), Lockheed Martin, Northrop Grumman, L3Harris Technologies y General Dynamics.
Esta última tiene presencia industrial en España a través de su filial europea GDELS-Santa Bárbara. Tras la designación de Indra en UTE con Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) como coordinadores de los obuses autopropulsados, la compñaía se disputa con la alemana Rheinmetall ser uno de los socios industriales del proyecto.
España apuesta por capacidades

En este contexto y con el objetivo del porcentaje del gasto sobre el PIB en el punto de mira, Pedro Sánchez recordó ayer que España ha llegado a un acuerdo con la OTAN “en materia de capacidades” que a su juicio es lo “realmente importante”. Si bien España dio su apoyo a la declaración que fija en el 5% el umbral del gasto en defensa en 2035, logró una mayor flexibilidad. La OTAN insiste en que España tendrá que invertir por encima del 3% para cumplir sus obligaciones de seguridad con la organización. Mientras que el Ejecutivo está convencido de que puede hacerlo con un 2,1% del PIB.
Ante la falta de nuevos presupuestos desde 2023, la partida de defensa permanece inalterada desde 2023 en 14.453,8 millones de euros. Sin embargo, gracias a las modificaciones de crédito (créditos extraordinarios, suplementos, ampliaciones o transferencias de crédito, incorporación de remanentes de crédito, créditos generados por ingresos, bajas por anulación y rectificaciones y otras modificaciones) hasta agosto de 2025, se ha incrementado en 6.247,6 millones. Esta cifra, según señalan los técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA) a partir de los datos de la IGAE, duplica las cantidades de 2023 (2.423,6 millones) y 2024 (2.755,1 millones). En cuanto a la ejecución de las inversiones en lo que va de año (datos hasta agosto), las obligaciones netas superan los 8.224 millones de euros.
Con el pulso abierto entre Washington y Madrid, España busca mantener el equilibrio entre la presión de la OTAN y su propia hoja de ruta presupuestaria. En ese contexto, las cifras hablan por sí solas: España no alcanzará el umbral del 5% del PIB, pero se ha convertido en uno de los principales compradores de armamento estadounidense en Europa. Un dato que quizás convendría recordarle a Donald Trump.




