Las compras navideñas de este año llegan marcadas por una paradoja que desconcierta a economistas y comerciantes: la inflación sigue siendo la principal preocupación de los hogares, pero no parece frenar el consumo. A pesar de un contexto de precios elevados y de una creciente presión sobre las economías domésticas, la mayoría de los españoles mantiene —e incluso incrementa— su intención de gasto en Navidad.
Según el estudio Cómo afronta el comprador la Navidad, elaborado por Aecoc Shopperview, el 71% de los consumidores prevé gastar lo mismo o más que el año pasado en sus compras navideñas. Una cifra que coincide exactamente con el optimismo que muestra el propio sector comercial, que también espera una campaña positiva pese al entorno económico adverso.
Este comportamiento confirma que la Navidad sigue funcionando como un periodo emocionalmente blindado frente a la inflación, donde el consumo se protege incluso cuando el resto del año obliga a ajustar cinturones.
Optimismo en las compras navideñas pese a llegar justos a fin de mes
El estudio revela una realidad compleja. Mientras las compras navideñas se mantienen firmes, el 52% de los hogares reconoce llegar justo a final de mes. Un porcentaje que continúa aumentando respecto al año anterior. Solo el 39% afirma vivir cómodamente con sus ingresos. Eso dibuja un escenario de fragilidad económica creciente.
Aun así, la subida generalizada de precios sigue siendo la mayor inquietud del consumidor, por delante incluso de la salud o la vivienda. La diferencia este año es que esa preocupación no se traduce en renuncia al consumo navideño, sino en un cambio de comportamiento para poder sostener las compras navideñas sin desbordar el presupuesto familiar.

Para mantener el nivel de gasto previsto en las compras navideñas, los consumidores están aplicando estrategias cada vez más planificadas. El adelanto de las compras, la búsqueda activa de promociones y el ajuste de menús se consolidan como las principales herramientas de control.
En este sentido, el Black Friday ha sido clave. La mitad de los hogares ha aprovechado sus ofertas para anticipar las compras navideñas. Especialmente, en categorías como moda y tecnología. Comprar antes, comparar más y aprovechar descuentos se ha convertido en una forma de neutralizar el impacto de la inflación sin renunciar a los regalos.
Alimentación más medida y cambios en la cesta navideña
El control del gasto también se deja sentir en la alimentación. Uno de los pilares tradicionales de las compras navideñas. Según el informe, uno de cada cinco consumidores reducirá la cantidad de carne o pescado durante las fiestas, buscando alternativas que permitan equilibrar la cesta.
Al mismo tiempo, crece la compra de productos ya elaborados, sobre todo en pescadería y marisco, una opción que facilita el control del gasto y reduce el desperdicio. La prioridad ya no es tanto llenar la mesa como hacerlo con cabeza, manteniendo el espíritu festivo dentro de un presupuesto ajustado.

Más allá del consumo puro, las compras navideñas reflejan un cambio de valores. El 68% de los españoles afirma que intentará comer de manera más sana durante las fiestas. Eso se traducirá en una reducción del consumo de dulces y alcohol. Hay quienes, no obstante, mantienen las tradiciones intactas.
Además, esta Navidad será más hogareña. Un 68% prioriza pasar tiempo con la familia frente al valor material de los regalos. Y un 43% asegura preferir regalar experiencias antes que objetos físicos. Aunque el 60% prevé consumir fuera del hogar, crece con fuerza la opción de quedarse en casa y renunciar a viajes, reforzando una Navidad más íntima y menos ostentosa.

