El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha confirmado que la ciudad acogerá este domingo la última etapa de la Vuelta Ciclista a España evitando que protestas “legítimas”, con la guerra en Gaza como telón de fondo, deriven en disturbios.
“No hay ningún cambio en relación con la Vuelta a España y con el orgullo y la alegría con que la recibimos cada año”, ha trasladado Almeida en una entrevista en ‘Onda Madrid’. Tras lo ocurrido en Bilbao, por ejemplo, donde se tuvo que suspender el final de la etapa, el primer edil ha defendido que “las protestas nunca deben derivar ni en violencia ni en poner en peligro la vida y la integridad física de los que forman parte de la Vuelta a Ciclista España, de los corredores, de los equipos técnicos”.
Él no denunciará “las protestas legítimas” aunque sí tratará de “evitar por todos los medios que esas protestas de cualquier manera puedan derivar en disturbios, como se ha visto desgraciadamente en Bilbao”. “Por cierto, disturbios de los que digamos que en otros tiempos no condenaban a ETA, pero en fin lo que son las vueltas que da la vida…”, ha lanzado.
Delegación de gobierno
Madrid “se pone a disposición de la Delegación del Gobierno, que es quien tiene las competencias en materia de garantía de seguridad, y de la Vuelta a Ciclista a España para que esto sea una fiesta, como lo ha sido todos los años”.
“Y en el caso de que haya personas que legítimamente quieran protestar, de ninguna manera esas protestas puedan desembocar en disturbios o pueden provocar peligro para la vida y la integridad física. En el caso de que algunos lo quieran hacer, desde luego nos tendrán enfrente, con la Policía Municipal presta y dispuesta a restablecer de inmediato cualquier conato de disturbio, en colaboración por supuesto con la Delegación del Gobierno”, ha resumido.
Almeida le ha pedido al delegado del Gobierno, Francisco Martín, que diseñen “un dispositivo que permita garantizar la Vuelta a Ciclista España, sin perjuicio de que pueda haber protestas por aquellos que legítimamente quieran protestar, de modo que de ninguna manera se empañe la imagen de la ciudad de Madrid y, sobre todo, que no se generen incidentes que puedan acabar en peligro para la vida, para la integridad física de cualquiera de los que van en el convoy o de cualquier persona que vaya a asistir a la última etapa“.
Martínez-Almeida ha apuntado que no le consta que por el momento no ha habido contactos entre Ayuntamiento y Delegación de Gobierno de cara al domingo, aunque está convencido de que a lo largo de estos días se cerrarán todos los detalles del dispositivo.