La actriz y presentadora Ana Obregón cuenta con una impresionante casa ubicada en el exclusivo barrio de La Moraleja (Madrid). Un hogar con historia familiar, ya que fue construida sobre un terreno adquirido hace años por su padre con el deseo de mantener a sus seres queridos cerca.
Un oasis familiar con historia y estilo
Desde el exterior, la propiedad destaca por su arquitectura clásica de ladrillo visto, un porche acogedor y un jardín privado con piscina, donde ahora se ha instalado una valla de seguridad pensando en la pequeña de la casa. La vivienda cuenta con dos plantas y una distribución que combina lo clásico con lo moderno, con un fuerte peso emocional en cada estancia, especialmente por los recuerdos dedicados a su hijo Aless Lequio.
El recibidor, en tonos blancos y con perfilería metálica, da paso a un hogar luminoso. Las columnas, el uso de espejos y una planta decorativa aportan elegancia y frescura. Desde ahí, una escalera con barandilla de cristal moderna conecta con las plantas superiores, reforzando la sensación de amplitud.

Espacios vividos y personalizados
El salón principal es un reflejo del estilo de Ana: blanco total, techos abuhardillados y una decoración dominada por un sofá rinconera y dos mesas de centro en tonos claros. Un gran cuadro de su hijo Aless junto a su perro se convierte en el alma emocional de la estancia. No falta un piano negro clásico, símbolo del gusto por lo artístico y lo sofisticado.
En el comedor, se impone la estética contemporánea: mesa blanca lacada, sillas de piel con respaldo curvado, papel pintado con motivos abstractos y una lámpara escultórica que acapara miradas. Todo dispuesto en un espacio abierto que se integra de forma fluida con el salón.

Otro de los salones está destinado al ocio y la relajación. Allí, Ana ha instalado una chimenea, un televisor empotrado y una biblioteca, espacio que utiliza también para practicar yoga. Este rincón resulta perfecto para el descanso durante los meses más fríos.
Detalles personales y una casita que genera debate
Uno de los espacios que más comentarios genera es la nueva casita de muñecas de madera construida para Anita. De grandes dimensiones y con jardín vallado, ha sido concebida como un espacio de juego y fantasía. La casa refleja también la espiritualidad de la actriz: diversas estatuillas de budas se distribuyen por toda la vivienda, aportando un aire zen y decorativo.

En el dormitorio principal, Ana apuesta por un estilo ecléctico: desde una cruz en la pared hasta un peluche de tigre. La cama, tapizada en piel de cocodrilo clara, combina con textiles blancos que iluminan la habitación. Un vestidor privado completa esta estancia, pensada tanto para el descanso como para el cuidado personal.