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La reina Letizia y el ‘power dressing’: el estilo más elegante y favorecedor (para inspirar tus looks de oficina)

Algunas de las claves de la reina española que mejor luce el estilo ‘armas de mujer’ sin perder la elegancia, según la prensa extranjera

Letizia
La reina Letizia durante su visita a la exposición de Joan Miró este martes en la Lonja de Palma
Efe

A pesar de que el término anglosajón Power Dressing se refiere puramente al poder que tiene la ropa para definir el estatus de alguien, generalmente está más ligado en el imaginario popular a la imagen de esa ejecutiva que ha perfeccionado su armario hasta hacer de sus looks su armadura.

Con los 70 como referente sartorial y los 80 como contexto cultural clave (hacia la rotura del techo de cristal, especialmente en la esferas sociopolíticas más altas), el armario de la reina Letizia ha hecho lo propio, cogiendo consistencia en esta paulatina pero segura transformación hacia el armario impecable que (todas) queremos lucir en la oficina. 

Si bien en sus últimas apariciones desde la residencia estival real, Letizia ha elegido un estilo más boho en consonancia con el momento y ocasión -desde el último vestido de estilo más ibicenco para felicitar al equipo de voleibol menorquín el pasado lunes, pasando por el batik azul con flecos o los drapeados y de escote asimétricos, en ocasiones anteriores-, lo cierto es que la monarca reinante no esconde su predilección por la versatilidad y la comodidad de un traje o, mejor dicho: de un traje de poder.

En esta definición se incluyen también los looks dos piezas, monos o los atuendos más sobrios de la Princesa de Asturias, que disfrutan de una clara reminiscencia con algunos de los títulos más inspiradores y pioneros que triunfaron en la pantalla en los 80 y 90 (aunque ninguno como Armas de Mujer); de hecho, este último fue el responsable de lo que hoy llamamos power suit, el máximo exponente de la tendencia que aquí nos ocupa. 

La teoría es sencilla: una silueta fuerte y estructurada, a menudo con hombreras prominentes, pantalón (o una falda recta) y chaqueta larga. La práctica, no obstante, requiere proyectar autoridad y confianza, señalando la creciente presencia femenina en ámbitos tradicionalmente dominados por los hombres.

Pero, lejos de su definición más primaria que pasa por “masculinizar el atuendo”, Letizia, de la mano de su estilista, Eva Fernández (y mano derecha de la imagen de la monarca consorte desde hace diez años) han conseguido una versión fresca, cercana y asequible de la tendencia, sin alejarla de la autoridad y profesionalidad que requiere la tarea, y situándola además como objeto de deseo para la próxima temporada O/I 25/26 (aquel traje de Sandro de raya diplomática que lució el pasado mes de marzo es solo una de las pruebas).

A continuación, todas las veces que Letizia abrazó el Power Dressing en sus apariciones más recientes (y que querrás copiar en tu vuelta a la oficina).

Blanco y negro mix

“Se acabaron los looks de negocios, ahora la reina Letizia vuelve a lucir elegantes trajes de noche y deleita a todos”, dijeron los medios alemanes tras la visita de los monarcas al Real Alcázar de Sevilla (para  la ‘Conferencia Internacional sobre la financiación para el Desarrollo’ de Naciones Unidas).

El motivo no era otro que su Carolina Herrera de cuello ligeramente mao, cinturón acharolado y efecto dos piezas, un estilo muy recurrente en el armario de la reina que además confirma estas dos máximas: menos es más, y nunca (jamás) se falla con un look bicolor, en especial cuando la ocasión requiere sobriedad.

Precisamente, la especialidad de la reina parece ser esta a la hora de resolver visitas en clave más corporativa o eventos de noche, así que haz lo propio en la rentrée y, si necesitas incluir algún color más, recurre solo a los complementarios (o vino, ocre o morado) para seguir la línea de la sofisticación royal.

El nuevo cerúleo 

La gama cromática al completo del azul sigue dictando tendencia esta temporada, especialmente en verano. Como continuación a su modelo azul empolvado (o bebé) de Adolfo Dominguez que tanto favorece a Letizia (y que de tantas formas ha lucido), la monarca reinante se apostó por revisitar el cerúleo (que tan bien le sienta a sus zapatillas blancas) optando por una versión ligeramente más eléctrica en un tono ligeramente morado; color muy power, que confirma la hegemonía de los 80s más Versace y los dictados de las pasarelas para este otoño/invierno 25/26.

Ideal para todas las pieles bronceadas y tipo de cabelleras que llevar a la oficina en versión total look o por separado y con piezas más informales la próxima temporada. 

Verde aguamarina

Fiel a la tendencia del verde, Letizia triunfó en los Premios Princesa de Girona con un traje de Mango compuesto por una blazer recta y corte amplio, con doble botonadura cruzada y cuello en pico con solapas, junto con un pantalón de tiro medio, recto y de silueta relajada. Una fórmula que la consorte recicló de un acto previo, combinándola con unas Mary Janes de charol negras (de la marca francesa Sézane) y una camiseta básica negra; un look accesible y que también puede combinarse con cualquier color neutro (crema, blanco e incluso la gama de marrones y metálicos) para triunfar sin mucho esfuerzo y con esta pieza statement.

Para acertar en el momento vuelta a la oficina, simplemente echa mano de tejidos ligeros (como el lino o el algodón) a la hora de combinarlo, o la rafia para los complementos.

Siguiendo la silueta de YSL

Aunque una sahariana no indica estrictamente un terreno de traje, este tipo de chaqueta es tan versátil como favorecedora. Su poderosa silueta, referente de diseñadores como Yves Saint Laurent (uno de los máximos precursores del traje femenino), es siempre un acierto incluso en los escenarios más informales.

Es el caso de la visita rural a la isla de La Palma, donde la consorte lució un look a base de pantalón y camiseta blanca junto con esta pieza en un color entre kaki y verde musgo; otro básico otoñal que combinar con toda la paleta de tonos neutros.

Pasteles para el entretiempo

No solo favorecen (y alegran el rostro) sino que, generalmente, los pasteles (como rosa, violeta o naranja rosáceo) suelen ser una excelente elección para realzar el bronceado (y la complexión, en ausencia de ello).

Prueba de ello es el traje oversized de lino rosa cuarzo que la monarca reinante eligió el pasado mes de junio para inaugurar la temporada; una versión de blazer holgado con pantalón fluido menos estructurada de las chaquetas que Letizia suele lucir, pero que transmite fuerza y elegancia a partes iguales, sin olvida la tendencia. Combínalo con negro (o marrón chocolate) para un acierto seguro.

Menos (siempre) es más

Abrazando el minimalismo, el pasado 18 de junio Letizia asistió al último de los conciertos de la Unidad de Música de la Guardia Real en la madrileña Plaza Mayor con un elegante mono negro con manga corta estilo mariposa y escote en V.

La Reina Letizia. Fotografía: EFE

El pelo suelto y la sencillez del look resaltaban los stiletos y el clutch en tonos dorados, dado el carácter vespertino de la cita, pero unas alpargatas y un bolso cruzado lo hacen perfecto para septiembre (incluso en la transición del día a la noche). Para evitar subir la sobriedad por encima de lo deseado, puedes recurrir a tonos pastel o neutros en los detalles (como un pañuelo) o un detalle (de efecto rejuvenecedor) con la sombra del maquillaje, como acostumbra la propia consorte.

Mínimo divisor

Siguiendo esta estela de sobriedad, otro recurso habitual de Letizia (y de cualquier armario de fondo) es el de la presencia de una chaqueta elegante y versátil. En este caso, Letizia ha lucido en varias ocasiones (la última, en los Premios SM de Literatura Infantil y Juvenil en Madrid) una de estilo tweed que resulta incontestable con los pantalones negros acampanados y complementos plateados de la monarca consorte.

El corte cropped de esta pieza, de la firma francesa Maje, hace que el look sea un especial acierto por su aire rejuvenecedor, que se acentuó gracias a sus tacones de tacón sensato y estilo sling back. Llévalo con vestidos negros, vaqueros y faldas maxi en tonos neutros o verdes botella para una combinación tan elevada como incombustible.