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Grietas en el techo de cristal: cuando las mujeres políticas se enfrentan a escándalos de corrupción

Los países con una mayor participación femenina en el gobierno presentan niveles más bajos de corrupción, con todo, estas son las excepciones más sonadas

Corruptas
La expresidenta de Corea del Sur, la de Argentina, y Marine Le Pen han sido condenadas por corrupción política
KiloyCuarto

En la política mundial, las mujeres han estado infrarrepresentadas durante mucho tiempo, y a menudo se las ha presentado como el antídoto contra la corrupción arraigada en los sistemas dominados por los hombres. Los estudios demuestran sistemáticamente que los países con una mayor participación femenina en el gobierno tienden a presentar niveles más bajos de corrupción. Sin embargo, a medida que las mujeres ascienden a puestos de poder, algunas se han visto envueltas en los mismos escándalos de los que antes se creía que eran inmunes.

En un estudio que abarcó 157 países durante un periodo de nueve años, investigadores de la Universidad Rice de Houston, Texas, determinaron que las mujeres políticas de los gobiernos democráticos son menos propensas a la corrupción. Incluso el país considerado menos corrupto del mundo, Dinamarca, es de los pocos que está liderado por una mujer. Con todo, el estudio ahonda en que las mujeres en el gobierno son más propensas a participar en la corrupción en situaciones en las que esta es más esperada o tolerada, así como en las autocracias.

Un patrón, pero no una regla

Investigaciones realizadas por organizaciones como el Banco Mundial y Transparencia Internacional han revelado que, estadísticamente, las mujeres son menos propensas a participar en prácticas corruptas. Factores como la socialización, un escrutinio más estricto y la exclusión de las redes informales masculinas pueden influir en ello. Sin embargo, esta correlación no es absoluta. El poder, independientemente del género, conlleva tentaciones y oportunidades, y en algunos casos, las mujeres en la política han sucumbido a ellas.

Las políticas internacionales acusadas de corrupción

Cristina Fernández de Kirchner

Cristina Fernández de Kirchner, expresidenta de Argentina durante dos gobiernos y exvicepresidenta, ha sido objeto de múltiples acusaciones de corrupción. Acaba de comenzar su condena de seis años de prisión y su inhabilitación tras ser declarada culpable en 2022 de administración fraudulenta en un caso relacionado con contratos de obras públicas. Había sido acusada de haber otorgado obras viales millonarias a un socio y presunto testaferro durante sus dos mandatos.

Fernández de Kirchner ha negado rotundamente todas las acusaciones, calificándolas de ataques con motivaciones políticas, y recurrió la sentencia. Pero la Corte Suprema de Argentina rechazó el recurso presentado por la expresidenta y dejó en firme la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos

Cristina Fernández observa una vigilia de militantes kirchneristas este miércoles, desde el balcón de su residencia en Buenos Aires

Así, desde el miércoles ha comenzado a cumplir condena en su domicilio en Buenos Aires. Parece que las autoridades le concedieron este beneficio, considerando su edad (72 años) y su condición de expresidenta.

Marine Le Pen

En Francia, la líder de extrema derecha Marine Le Pen también ha sido objeto de escrutinio. En 2022, la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude la acusó a ella y a varios colegas del partido Agrupación Nacional de malversación de fondos del Parlamento Europeo durante su mandato como eurodiputada. Le Pen negó haber cometido ningún delito, pero en marzo de este año fue declarada culpable junto a otros ocho eurodiputados.

El Tribunal Correccional de París estimó que el daño total fue de 2,9 millones de euros, al hacer que el Parlamento Europeo “asumiera la responsabilidad de personas que realmente trabajaban para el partido”.

Marine Le Pen durante su mitin en plaza Vauban en París
EFE/EPA/YOAN VALAT

La líder ultra fue condenada a cuatro años de prisión, dos que tendrá que cumplir con tobillera, y lo que más le dolió. Quedó inhabilitada hasta el año 2027, lo que evitará que pueda presentarse a las elecciones presidenciales (en las que en marzo, antes de la condena, era la favorita).

Park Geun Hye

Park Geun Hye, la primera mujer presidenta de Corea del Sur que llegó al poder en 2013, se convirtió en símbolo de la confianza traicionada tras su destitución en 2017. Fue la primera líder elegida democráticamente de Corea del Sur que tuvo que ser forzada a dimitir. Y es que su implicación en un enorme escándalo de tráfico de influencias en el que estaba involucrada su confidente Choi Soon Sil sacudió al país y desencadenó meses de protestas multitudinarias al grito de “Rasputina”.

PArk
La expresidenta surcoreana Park Geun Hye a su llegada al segundo día de juicio por un presunto delito de cohecho en el tribunal del distrito en Seúl
Efe

Park fue condenada por múltiples delitos de corrupción y abuso de poder en 2018, y finalmente recibió una pena de 24 años de prisión y multas por 18.000 millones de wones (unos 11 millones de euros). En diciembre de 2021 fue indultada. El presidente de aquel entonces, Moon Jae In, indultó a Park por su delicado estado de salud. Había sido hospitalizada tres veces debido a un dolor crónico de hombro y espalda.

Eva Kaili

Eva Kaili, eurodiputada griega del Parlamento Europeo y una de sus vicepresidentas, fue detenida en 2022 en el marco del escándalo de soborno conocido como “Qatargate”. En su domicilio hallaron unos 150.000 euros en efectivo. Kaili, del partido griego Pasok (socialistas) supuestamente recibió pagos ilícitos de gobiernos extranjeros tipo Qatar para influir en la política de la UE. El escándalo avergonzó profundamente a la Eurocámara y puso en tela de juicio la imagen de la institución como bastión de la integridad.

Eva Kaili
La exvicepresidenta del Parlamento Europeo Eva Kaili llega a la audiencia de examen e inmunidad de los comisarios en el Parlamento Europeo
Efe

El caso Kaili, dejó constancia de que el escrutinio al que se enfrentan las mujeres en estos casos suele ser más duro y más personal. Mientras que a los políticos varones se les suele conceder el beneficio de la duda o se les permite volver a la política, las mujeres son más propensas a ver su reputación dañada de forma irreparable.

El caso de Nigeria

En el país africano, uno de los más bajos en el ranking de Transparencia Internacional (140/180) varias mujeres han sido salpicadas por la corrupción. Ente los escándalos más destacados de Nigeria se encuentran el de la exministra de Petróleo Diezani Alison-Madueke, que fue acusada de aceptar más de 100.000 libras esterlinas (unos 117.000 euros) en sobornos y de destinar fondos estatales al lujo de su familia. O el de Patricia Etteh, expresidenta de la Cámara de Representantes, implicada en el uso indebido de unos 130 millones de nairas (unos 72.000 euros) de fondos públicos. O Stella Oduah, exministra de Aviación, procesada por un fraude de 5.000 millones de nairas (2,7 millones de euros).