Por qué el sistema no rescató a Concha, la joven de 25 años asesinada en Campillos

A pesar de su juventud, Concha había denunciado maltrato de otra pareja. Los expertos insisten en la importancia de la atención integral y psicológica para recuperar a las víctimas. Su asesino también había sido denunciado por más mujeres

Los expertos alertan sobre las trampas psicológicas de los maltratadores
KiloyCuarto

Concha tenía 25 años y toda una vida por delante. Este miércoles por la mañana, su pareja de 28 años, se la segó en el domicilio que compartían en Campillos (Málaga).

A pesar de su juventud, Concha ya sabía lo que es que la persona con la que compartes tu vida te maltrate. De hecho, lo denunció. Pidió ayuda, se la protegió, desde un punto de vista policial, pero todo indica que no recibió la atención que merecía en un plano casi igual de importante, la atención psicológica.

Efectivos de la Guardia Civil junto a la vivienda de la Concha.
EFE/ Jorge Zapata

La violencia de género en el ámbito de la pareja no acaba con la denuncia, por eso, a la ley que enmarca la lucha contra la violencia machista se le denomina integral. Porque necesitan apoyo psicológico, económico, social. Las mujeres no se recuperan milagrosamente un día solo por el hecho de haber encontrado el valor de acudir a una comisaría. En realidad, a partir del momento que una mujer pide auxilio a las instituciones, su destino es responsabilidad del sistema.

“Atender no es solo el recibir la denuncia. Estas mujeres necesitan ser recuperadas por la violencia que han sufrido”

El médico forense y exdelegado del Gobierno contra la violencia de género, Miguel Lorente, cree que a una mujer que ha sufrido violencia se la tiene que atender, efectivamente, de forma integral. “Atender no es solo el recibir la denuncia, establecer medidas de protección y de alejamiento. Estas mujeres necesitan ser recuperadas por la violencia que han sufrido. Porque si no, además, las medidas no son eficaces porque sabemos, que en muchas ocasiones, acceden a tener contacto con el agresor por diferentes motivos o retoman la relación, o las encadenan.

El 016, contra la violencia de género

“La violencia de género no es un delito, sino un problema de salud”

“No puede ser que nos conformemos con el acto formal de la denuncia sin atender a que lo más grave que produce la violencia de género no es un delito, sino un problema de salud. Y mientras que la mujer no esté recuperada no va a velar por las necesidades que tiene que cubrir y reparar. Porque va a estar influida por lo que diga el abogado o la abogada, por lo que le diga la familia, por muchas cosas. ¿Por qué? Porque va a tener toda esa dificultad de la indefensión aprendida, de la distorsión cognitiva de la realidad, de la baja autoestima, de la depresión y de dificultad. Por lo tanto, está claro que hay que atender a las víctimas, pero de una manera clara y decidida y no con programas de tres meses. Se debe abordar del mismo modo que los programas de rehabilitación”, sugiere.

Tienen que entender por qué repiten el patrón, por qué los maltratadores las encuentran

Chelo Álvarezpsicóloga y presidenta de la asociación Alanna, “Si una víctima no tiene psicoterapia feminista frecuente y a largo plazo, tiene muchas posibilidades de que en su vida aparezca un victimario. Entender por qué las encuentran, por qué repiten el patrón es la clave para no ser víctima y ser resiliente“, explica.

El asesino avisó de que no iría a trabajar el día del crimen

Según adelanta el Diario Sur, Concha llevaba poco viviendo en Campillos con su padre. Al parecer, el asesino también convivía con ellos. Este miércoles avisó en el trabajo que no iría a trabajar. Tras cometer el crimen, el joven condujo hasta el cuartel de Martos, en Jaén y confesó el crimen.

Los vecinos de Campillos no conocían demasiado a la pareja. A ella la solían ver paseando con su padre y su perro; a veces, también los veían a los tres juntos en el bar de la esquina. “El domingo mismo estaba el padre y el chico sentados en una mesa, sobre las siete de la tarde”, explicó el dueño de una taberna al medio malagueño.

Si algo de lo que has leído te ha removido o sospechas que alguien de tu entorno puede estar en una relación de violencia puedes llamar al 016, el teléfono que atiende a las víctimas de todas las violencias machistas. Es gratuito, accesible para personas con discapacidad auditiva o de habla y atiende en 53 idiomas. No deja rastro en la factura, pero debes borrar la llamada del terminal telefónico. También puedes ponerte en contacto a través del correo o por WhatsApp en el número 600 000 016. No estás sola.