Italia reconoce por primera vez el delito de feminicidio en el Código Penal

Hasta el momento los asesinatos a mujeres se contabilizaban como homicidios generales en los que podían incluirse agravantes de género

Tras la aprobación en la Cámara de Diputados en una jornada histórica, que ha coincidido con el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, Italia cuenta ya con el delito de feminicidio, con entidad propia, en su ordenamiento jurídico. El nuevo artículo introducido en el Código penal prevé castigar con el cadena perpetua quien mate a una mujer como acto de odio, discriminación, prevaricación, control sobre ella, para limitar su libertad o en relación a su rechazo a la hora de instaurar o mantener una relación afectiva.

Hasta el momento este delito estaba considerado dentro de los homicidios generales a los que se añadía las agravantes de género establecidas en el llamado Codice Rosso, introducido en 2019. La introducción de este delito pretende, por un lado visibilizar el problema, por otro indtroducir penas más duras. De hecho la introducción de la cadena perpetua coincide con muchas decisiones que ya la justicia ha tomado en casos similares, a pesar de que no existiese el delito concreto. Fue así para el mediático caso de Filippo Turetta, que asesinó a su ex pareja, Giulia Cecchettin, su coetánea, ambos estudiantes. De hecho, se considera que este proceso, muy sentido en la opinión pública italiana, haya favorecido a agilizar esta nueva ley histórica.

Diversas expertas en las últimas horas en Italia han señalado la importancia de la ley que reconoce por primera vez la matriz cultural de la violencia de género, pero también señalan la importancia de poner en marcha, no solo un endurecimiento de las penas, sino unas policías de prevención adecuadas. En un momento marcado por el debate abierto sobre la introducción de la educación sexual y afectiva en las escuelas italianas. Aun así, la introducción del delito de “feminicidio” debería agilizar el trabajo de los agentes públicos que luchan contra el fenómeno.

La escritora feminista Fabrizia Giuliani explica a Artículo14 algunos lentos precedentes a esta ley en Italia. “En el 2013 empiezan a traducirse las primeras medidas de la famosa Convención de Estambul pero se centra especialmente en la violencia doméstica, no en el feminicidio. Luego en el 2018 se introduce una ley sobre los huérfanos de feminicidio penada con la cadena perpetua. Esta última no la recuerda casi nadie, sin embargo es fundamental”, justifica. Señala, además, que el caso de Giulia Cecchettin ha servido para dar un empujón que ha unido las diferentes sensibilidades políticas en el tema.

Búsqueda de consenso

Meloni se ha mostrado muy satisfecha con la aprobación y ha hablado, de hecho, de una “cohesión política”. Sin embargo, hoy esa unión entre mayoría y oposición es aún limitada. No se ha producido, por ejemplo, en la votación de otra propuesta de ley, destinada a introducir el concepto de consentimiento en los casos de violencia sexual. Hace unos diez días, Meloni y la secretaria del PD, Elly Schlein, habían llegado a un acuerdo sobre este punto, pero este martes la coalición de derechas en la Comisión de Justicia del Senado decidió aplazar la discusión del texto.

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