Llegas puntual, llevas el currículum preparado, has investigado a la compañía y te sabes de memoria tus logros profesionales. Sin embargo, hay un detalle que puede jugar en tu contra antes incluso de que puedas abrir la boca: tu ropa.
El código de vestimenta ya no es el que era. Las normas han cambiado, se han flexibilizado y se han diversificado, pero eso no significa que la apariencia haya dejado de importar. Al contrario: ahora importa más, porque lo que llevas dice mucho sobre tu capacidad de adaptación, tu sensibilidad cultural y tu comprensión del entorno laboral.
En 2025, una entrevista de trabajo ya no tiene un único estándar de vestimenta. Las empresas exigen algo diferente según su cultura y su sector. Los departamentos de Recursos Humanos insisten en el mismo mensaje: no existe un look perfecto universal, pero sí existen looks inadecuados que pueden descartarte en segundos.
Ropa demasiado informal para una corporación tradicional, outfits rígidos o “demasiado trajeados” para empresas creativas, o estilos sin personalidad para una startup: todos esos errores pueden cerrarte puertas. La clave está en entender que la ropa es el primer mensaje que envías.
Aquí, tres fórmulas seguras para acertar según el tipo de empresa.
Entrevista en una empresa corporativa: elegancia silenciosa y precisión
En banca, consultoría, seguros, administración o grandes multinacionales, el código no ha desaparecido; solo se ha refinado. La formalidad se mantiene, pero sin el exceso rígido del pasado. Aquí reina la elegancia silenciosa: piezas sobrias, colores neutros y una imagen cuidada que transmite profesionalidad y confianza.
Look recomendado
- Mujer: traje de chaqueta en gris topo, azul marino o negro suave; blusa crema o blanca de línea limpia; zapatos cerrados de tacón bajo o mocasines elegantes; bolso estructurado.
- Hombre: traje azul oscuro o gris carbón, camisa blanca o azul claro, corbata discreta con microestampado, zapatos negros perfectamente limpios.
- Ambos: evitar colores estridentes, perfumes intensos y accesorios llamativos. Aquí la frase clave es: que no te recuerden por tu ropa, sino por tu mensaje.
Lo que puede descartarte
Ropa arrugada, tejidos de mala calidad, deportivas, demasiado perfume, estampados excesivos o cualquier prenda que proyecte falta de orden o profesionalidad.
Entrevista en un entorno creativo: personalidad controlada y estilo propio
Agencias de publicidad, diseño, moda, comunicación, audiovisual, arquitectura… En estos sectores expresar identidad es tan importante como demostrar profesionalidad. Vestir un traje clásico puede incluso jugar en tu contra, porque comunica rigidez o desconexión del lenguaje del sector.
Aquí lo esencial es encontrar un equilibrio entre creatividad y seriedad: sí a piezas originales, pero no a looks estridentes que puedan parecer poco corporativos.
Look recomendado
- Mujer: pantalón recto en tono neutro, camiseta o top estructurado de diseño limpio, americana oversize con un color distinto al pantalón, botines contemporáneos, pendientes o anillos con toque artístico.
- Hombre: pantalón chino o sastre sin corbata, camiseta premium o camisa sin rigidez, chaqueta tipo bomber o blazer minimalista, zapatillas limpias de diseño.
- Ambos: apostar por uno o dos elementos con personalidad —tejido interesante, silueta moderna, un color inesperado— sin crear un look excesivamente teatral.
Lo que puede descartarte
Parecer disfrazado, usar colores demasiado saturados, mezclar demasiadas tendencias o llevar prendas muy gastadas que proyecten descuido.
Entrevista en una startup: informalidad cuidada y actitud flexible
Las startups han redefinido los códigos de vestimenta. No exigen traje, pero sí un estilo que proyecte agilidad, frescura y capacidad de adaptación. El “casual” de una startup no es sinónimo de desaliñado: debes parecer cómodo, sí, pero también competente.
Look recomendado
- Mujer: vaqueros rectos en tono oscuro, camiseta básica de calidad, blazer ligero o cárdigan estructurado, zapatillas blancas impecables o bailarinas contemporáneas.
- Hombre: pantalón chino, camiseta o polo premium, sudadera minimalista o sobrecamisa lisa, zapatillas limpias.
- Ambos: reloj sencillo, accesorios discretos y una gama cromática relajada (gris claro, beige, azul, verde oliva).
Lo que puede descartarte
Ropa demasiado deportiva (leggings, shorts, sudaderas con logos gigantes), camisetas con mensajes, chanclas, vaqueros rotos o prendas que parezcan demasiado casuales para un entorno profesional.
Vestir bien ya no es vestir igual
El nuevo código laboral no busca uniformidad, sino coherencia: que tu ropa esté alineada con la cultura del lugar al que aspiras entrar. Observar, investigar y entender esa cultura antes de elegir un look puede marcar la diferencia entre avanzar en el proceso o quedar fuera en los primeros minutos.


