Gestos

¿Melania ama a Trump? La respuesta está en sus manos

Caminar de la mano es uno de los gestos más antiguos del mundo para decirle al mundo que todo va bien. Además, reduce el estrés, refuerza la empatía y actúa como ancla emocional

¿Melania ama a Trump? ¿Emmanuel Macron ama a Brigitte? ¿Se aman realmente los Príncipes de Gales? El pasado 17 de septiembre, Matt Porteous, uno de los fotógrafos de la familia real británica, captó un momento que definió así en su cuenta de Instagram: “Pura elegancia, grabada para siempre en el tiempo”. En la foto, Kate Middleton y William de Inglaterra llegaban de la mano al majestuoso Salón de San Jorge del Castillo de Windsor donde se celebraría el banquete de Estado con Donald Trump y su mujer Melania como invitados de honor.

No es lo usual y el protocolo británico es bastante reacio a sensiblerías, pero el gesto, muy discreto, de los futuros reyes no podía pasar desapercibido. Con el roce de sus manos, enlazan sus almas y toman juntos el pulso a la vida. No hay prueba de amor más delatadora para una pareja que continuamente está en la diana mediática, como lo están también las parejas presidenciales de Estados Unidos y Francia o cualquier otro matrimonio con diferencia de añada o que no se ajusta a nuestros estándares.

 

Por sus ausencias prolongadas, de Melania Trump se ha dicho todo: que llevan vidas distanciadas, que duermen en estancias separadas, que ha negociado acuerdos legales para proteger sus intereses… Todo podría ser verdad o infundado, pero cuando caminan de la mano, cosa que hacen con frecuencia, el grito callado de la primera dama es inequívoco: “Estoy exactamente donde quiero estar”. El gesto suaviza cualquier murmullo y amansa a las fieras.

En sus manos entrelazadas, Brigitte y Emmanuel Macron encierran la eternidad de un vínculo que nació contracorriente. De nuevo, dos almas gemelas que con las yemas de sus dedos vuelven a la raíz de su amor.

Brigitte y Emmanuel Macron

Cada vez que Brigitte y Emmanuel, Kate y William o Melania y Trump se dan la mano, hasta las lenguas viperinas contienen el aliento. Es una demostración genuina de confianza y ternura y del deseo de dejar una única huella en su camino. Entrelazar los dedos, fundir la piel, buscarse con las manos y reconocerse en ellas significa reafirmar una alianza romántica y sellar su complicidad.

Debería ser sagrado

Un matrimonio puede dormir en habitaciones distintas, tomarse unas vacaciones por separado, incluso intercambiar una mueca mohína, pero si se dan la mano, el amor, incorregible, insiste en colarse por las rendijas que quedan entre las falanges. Aunque sea por costumbre, desprende una fuerza casi mágica que ayuda a resolver diferencias, reducir el estrés y conectar más allá de la física.

Con todo lo que significa, no vemos muchas parejas que se tomen de la mano. Debería ser sagrado. El sexo está muy bien, pero este gesto lleva a un nivel más alto de intimidad. Hay en él una emoción más intensa incluso que en un beso. Es una señal clara de que quieres estar con esa persona, que sientes algo especial por ella.

La primera dama y el presidente estadounidense, el 5 de octubre de 2025. EFE
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Tomarse de la mano es una forma de intimidad con beneficios científicos que elevan la calidad de una relación. Genera, en primer lugar, oxitocina, la hormona asociada al bienestar y la conexión afectiva que refuerza el vínculo en la pareja reduciendo el estrés o la ansiedad. Es un modo de comunicación no verbal que refleja sincronía emocional y confianza mutua sin necesidad de palabras.

Además, alivia el dolor. Un estudio de la Universidad de California descubrió que las mujeres sometidas a estímulos moderadamente dolorosos experimentan menos molestias al unir sus manos con las de sus parejas. En general, funciona como un acto reflejo natural del ser humano. En el parto, en una sala de espera, en la cama del hospital, durante un duelo o en cualquier momento de incertidumbre o desesperanza… esa mano entrelazada con la nuestra es la forma más extraordinaria de soportar la vida por el revés o el envés, según venga.

Ocurre porque en la palma y las yemas de los dedos se concentra una buena porción de terminaciones nerviosas. La piel se vuelve más sensible cuando el cortisol, la hormona del estrés está más presente, por lo que el contacto tiene un mayor impacto. De paso que damos consuelo al corazón, le prevenimos del riesgo de enfermedades cardiacas.

Tan importante es contar con una mano que un grupo de investigadores de la Universidad japonesa de Gifu diseñó una mano robótica para solteros. El prototipo, llamado Osampo Kanojo (novia para andar), simulaba la experiencia de caminar de la mano con alguien brindando confort y compañía. Pero por muy cálido que sea su tacto artificial, no es esta la mano que anhelamos.