El vínculo revelado entre la Princesa de Suecia, Sofia Hellqvist, con el magnate y depredador sexual Jeffrey Epstein, ha sido una de las últimas bombas informativas del caso judicial que sacude Estados Unidos. La Casa Real sueca confirmó que la Princesa conoció al poderoso empresario y se reunió varias veces con él en 2005, antes de formar parte de la familia real del país.
Si bien no se conocen posibles delitos en la relación, la revelación de correos y documentos de la investigación del caso ha supuesto un duro golpe reputacional para la monarquía del país escandinavo. El diario sueco Dagens Nyether reveló que Sofía se encontró en diversas ocasiones con Epstein.

La carrera de Sofía en Nueva York
Epstein fue acusado por abuso y tráfico de mujeres -incluidas menores-, y se suicidó en su celda en 2019. Entre los múltiples documentos que se han ido publicando sobre el caso, -que salpican a personalidades de la política, las finanzas o medios de comunicación-, se descubrió una correspondencia entre el magnate y una mujer sueca-americana, llamada Barbaro Ehnbom, impulsora de iniciativas para fomentar el emprendimiento femenino.
En 2005, Sofia Hellqvist empezó a ganar notoriedad pública tras participar en el programa de televisión Paradise Hotel, y optó por mudarse a Nueva York. En la gran manzana empujó su sueño de convertirse en actriz, y formó parte de grandes fiestas donde participaban estrellas de Hollywood. Fue Ehnbom quien puso en contacto a la futura princesa con Epstein, del mismo modo que hizo con otras mujeres suecas. La veterana mujer -actualmente tiene 80 años-, era considerada la mentora de la joven que aspiraba a ser una actriz famosa. Ehnbom incluso estuvo en la boda con el Príncipe Carl Philip, en el año 2015.

La casa real de Suecia defiende a la princesa
Tras confirmarse el caso, la Casa Real sueca reconoció que Sofía se reunió con Epstein en “algunas” o “varias” ocasiones hace unos 20 años, cuando ella aún no formaba parte de la familia real. Los correos publicados muestran que Epstein llegó a invitarla a su isla privada de las Islas Vírgenes estadounidenses (Little St. James), invitación que, según la Casa Real, ella rechazó.
En uno de los emails, Ehnbom le insiste a Epstein en que debería conocerla. “Ella es Sofia, una aspirante a actriz que acaba de llegar a Nueva York. Es la chica de la que te hablé antes de irme, la que pensé que te gustaría conocer. ¿Quizás podríamos ir a verte antes de que te vayas de vacaciones de Navidad?”, escribió la empresaria en un correo electrónico con una foto de Sofia Hellqvist, enviado al delincuente sexual convicto en diciembre de 2005.

“Te puedo mandar un billete”
Epstein replicó que “ahora estoy en el Caribe, ¿tal vez le gustaría venir por unos días? Te puedo mandar un billete”. Ante las innegables evidencias, la Casa Real sueca reconoció que “la Princesa Sofía fue presentada a la persona en cuestión en varias ocasiones alrededor de 2005”. Epstein habría ofrecido a Sofía y a una de sus amigas, Camilla, una plaza en una escuela de teatro, una oferta que no pudieron aceptaron por problemas con su visado. La Casa Real precisó que Sofía “nunca aplicó a ningún curso ni formó parte de ensayos teatrales” pagados por el magnate convicto.
Pese a las respuestas a la prensa de la Casa Real, la Princesa Sofía ha mantenido un perfil muy discreto en el caso. De hecho, la revelación coincidió con la ceremonia de los Premios Nobel en Estocolmo, un acto al que evitó acudir, pese a la gran importancia que tiene para la familia real sueca. La ausencia levantó especulaciones sobre si Sofía finalmente abrirá la caja de pandora para explicar más detalles desconocidos del caso.

El descubrimiento reaviva el escrutinio sobre el pasado de Sofía -como modelo y asidua a la vida nocturna neoyorquina- y se suma a la lista de nombres de la realeza europea que aparecen en torno a Epstein, aunque en su caso no hay acusaciones de delitos ni participación en abusos.


