La malnutrición infantil sigue aumentando drásticamente en la Franja de Gaza, mientras Israel y Hamás siguen cruzando acusaciones sobre quien tiene la responsabilidad de la hambruna que está causando estragos en el devastado enclave costero. Ante las imágenes de niños famélicos que ocupan portadas y noticieros de medios en todo el mundo, la Unión Europea amenazó a Israel con tomar acciones de represalia si no logra agilizar el acceso de ayuda humanitaria a la franja.
Según un reporte de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), que revisó el estado de salud de 56.440 niños, se concluyó que el 9% de los menores de cinco años en Gaza sufren malnutrición severa. El estudio, elaborado en las ciudades de Jan Yunis, Deir al-Balah y la ciudad de Gaza en las dos primeras semanas de julio, detectó al menos 5.000 casos de desnutrición aguda.
Aumenta la desnutrición
En el mes de febrero, cuando Israel y Hamás todavía mantenían la tregua y la ayuda humanitaria entraba casi diariamente a la Franja, la cifra de malnutrición severa entre niños era de un 2,4%. El reporte es la última señal de alerta sobre la grave crisis humanitaria que sufre el enclave palestino. Incluso en el canal 12 de Israel se reportó de la gravedad de la situación, pese a que la prensa generalista hebrea no suele mostrar imágenes del sufrimiento al otro lado del conflicto.

A pesar de que Israel argumentó que permite la entrada de camiones de ayuda humanitaria y acusa a la ONU de mantener paralizadas toneladas de suministros en el cruce fronterizo de Kerem Shalom, un portavoz de la Comisión Europea insistió en que todas las opciones de represalia contra el estado judío están sobre la mesa en caso de que no logre mitigarse la hambruna.
Israel, que controla gran parte del territorio del enclave y apoya a la Gaza Humanitarian Foundation (GHF) -una controvertida iniciativa estadounidense para entregar comida-, insiste en que hace grandes esfuerzos para proporcionar ayuda y niega las afirmaciones de hambruna. De hecho, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) compartieron clips grabados por miembros de Hamás en túneles, donde presumen de disfrutar de festines mientras los civiles agonizan.
Aumentar la ayuda alimentaria
“Solo un aumento masivo de la distribución de ayuda alimentaria puede estabilizar la situación y restablecer la confianza en las comunidades”, afirma el informe de la ONU. Y prosigue: “las familias generalmente sobreviven con una sola comida nutritiva al día, y en algunos casos, las personas pasan días enteros sin comer”. Productos básicos como la harina o verduras alcanzan precios astronómicos en los pocos mercados operativos, y los gazatíes reportan la fatiga que sufren por pasar muchos días alimentándose solo con lentejas, por ejemplo.

El acuerdo que se negocia entre la UE e Israel exige un aumento sustancial del número de camiones diarios con alimentos y productos básicos que entran en Gaza, la apertura de varios cruces fronterizos -tanto en las zonas del norte como del sur-, y la reapertura de las vías de ayuda jordana y egipcia. Durante la guerra, aviones militares jordanos participaron en la distribución de paquetes de ayuda por vía aérea.
La semana pasada, un oficial israelí enfatizó que no existe un acuerdo formal con la UE y que las acciones de Israel están determinadas por las decisiones de su gabinete, no por presiones externas. Al Gobierno de Benjamin Netanyahu no le alteran los datos de la ONU, que ha documentado 20 casos de niños que murieron por desnutrición severa desde principios de 2025, 13 de ellos este julio.

En la ciudad de Gaza, al norte del enclave, donde la ayuda ha sido especialmente difícil de conseguir, los resultados del estudio fueron especialmente graves: el 16% de los niños sufrían desnutrición aguda y más del 2%, desnutrición aguda grave. La encuesta señaló que la desnutrición estaba “impulsada por dietas deficientes, prácticas inadecuadas de alimentación y cuidado, y un acceso limitado a servicios esenciales de salud y agua, saneamiento e higiene, que están gravemente afectados en el contexto actual”.
Otro de los problemas que destaca el informe de la ONU son los “asaltos de camiones por masas desesperadas”, que habitualmente derivan en enfrentamientos violentos. Según el ente internacional, más de 1.000 personas habrían sido abatidas en las colas junto a los centros de distribución de alimentos del GHF. Israel, que reconoce que sus soldados si disparan al aire para intentar controlar a las masas, insiste en que las cifras de muertos son infladas, aunque no aporta datos concretos.
Sin alto el fuego
Mientras el hambre sigue causando estragos, las delegaciones de Hamás e Israel siguen sin ponerse de acuerdo en Doha para cerrar un acuerdo de alto al fuego. La última reticencia al pacto seria la demanda del grupo islamista, que exige liberar a 200 presos -varios con penas de cadena perpetua por asesinatos- a cambio de 10 rehenes israelíes. También hay discrepancias sobre donde se establecerá el perímetro de seguridad que Israel exige mantener en la frontera de Gaza al terminar la guerra, para garantizar la protección de los poblados fronterizos atacados en la matanza del 7 de octubre de 2023.