Maternidad

Natalidad en declive: sin una política común en la UE

La cifra de nacimientos en la UE es de 1,46 por mujer y no alcanza para mantener el tamaño de la población

Mapa de la fertilidad en Europa

La maternidad y conciliación de la vida laboral y familiar son temas de vital importancia en la Unión Europea, en parte porque estamos en crisis: en el año 2022, nacieron 3.88 millones de bebés europeos, con una tasa total de fertilidad de 1,46 nacimientos por mujer. Pero la cifra tendría que aumentar a 2,1 para alcanzar el “nivel de reemplazo” en países desarrollados. En otras palabras, el bloque no alcanza el número promedio de nacimientos por mujer necesario para mantener el tamaño de la población constante en ausencia de migración.

Entre los Estados miembros de la UE, Francia informó la tasa de fertilidad total más alta en 2022, con 1,79 nacimientos vivos por mujer, seguida por Rumanía (1,71) y Bulgaria (1,65). Por el contrario, las tasas de fertilidad total mas bajas en 2022 se registraron en Malta (1,08 nacimientos vivos por mujer), España (1,16) e Italia (1,24). Entre los países de la AELC, la tasa de fertilidad total mas alta en 2022 fue la de Islandia (1,59) y la más baja, la suiza (1,39).

Facilitar la conciliación

En países como Estonia, por ejemplo, las madres tienen derecho a hasta 85 semanas de permiso parental con sueldo completo, una de las políticas más generosas de la UE. Esto les permite dedicar tiempo clave a sus hijos recién nacidos sin preocuparse por las repercusiones financieras, asegurando una base sólida para el desarrollo infantil en los primeros años críticos de vida. Aun así, en el ranking de fertilidad europeo, Estonia ocupa el puesto número 15.  

Suecia, conocida por sus políticas familiares progresistas, permite a los padres compartir hasta 480 días de permiso parental, pagados aproximadamente al 80% de su salario. Estas políticas han resultado en una tasa de maternidad de 1,67, de las mejores del bloque. Además, la ley sueca incentiva especialmente a los padres a tomar una porción significativa de este permiso, promoviendo la igualdad de género y facilitando que ambos padres establezcan un vínculo fuerte con su hijo. Mientras tanto Noruega, miembro del Espacio Económico Europeo (EEE) pero no de la UE, ofrece 49 semanas de permiso parental con el 100% del salario o 59 semanas al 80%, incluyendo una cuota específica reservada exclusivamente para el padre.

Iniciativas europeas

Portugal ofrece entre 120 y 150 días de permiso de maternidad pagado al 100%, con condiciones adicionales para nacimientos múltiples. Además, el permiso de paternidad está bien respaldado, permitiendo a los padres tomar hasta 20 días de permiso después del nacimiento de su hijo, promoviendo la responsabilidad compartida desde las etapas más tempranas de la paternidad.

A nivel de la UE, se han implementado varias directivas y objetivos para apoyar a las familias y mejorar el equilibrio entre la vida laboral y familiar en todos los estados miembros. La Directiva de Equilibrio entre la Vida Laboral y Personal de la UE (2019), por ejemplo, establece estándares mínimos para el permiso parental, de paternidad y por cuidado, incluyendo al menos 10 días laborables de permiso de paternidad alrededor del momento del nacimiento del niño, pagaderos a una tasa determinada por el estado miembro. Además, introduce un permiso parental de 4 meses, con 2 meses no transferibles entre los padres para fomentar que ambos tomen el permiso.

Luego están los “Objetivos de Barcelona”, adoptados por el Consejo Europeo en 2002, que establecen metas para la provisión de instalaciones de cuidado infantil, con el objetivo de que al menos el 33% de los niños menores de tres años y el 90% de los niños entre tres años y la edad de escolarización obligatoria tengan acceso a cuidado infantil. Además, la UE promueve arreglos de trabajo flexibles, como el trabajo a tiempo parcial, teletrabajo o horarios flexibles, para ayudar a los padres a equilibrar sus responsabilidades profesionales y personales. Un enfoque crucial para crear ambientes de trabajo compatibles con la familia en todo el continente.

Otros factores e iniciativas

Un factor importante en la promoción de la maternidad es el coste de la guardería, que varía enormemente en toda Europa. Desde menos del 5% en Alemania y Austria, donde los padres que viven en las capitales incluso se benefician de guarderías públicas gratuitas, hasta casi el 52% de los ingresos medianos de las mujeres en Reino Unido.

En los Países Bajos, por ejemplo, donde el mercado está dominado por proveedores privados, el costo podría ser tan alto como el 80% de los ingresos medios de las mujeres. Sin embargo, como su gobierno proporciona subvenciones para el cuidado de los niños, los padres con ingresos bajos terminan pagando solo el 5%. De hecho, el gobierno neerlandés está preparando un esquema que cubriría el 95% de los gastos de cuidado infantil para todos los padres trabajadores para 2025.

En Alemania, el costo anual promedio del cuidado de niños es solo de 1.310 euros. Desde 2013, los niños mayores de 12 meses tienen derecho legal a un lugar en los centros de día a través de su municipio local. Típicamente, cobran entre 70 y 150 euros por mes, pero luego el estado subsidia el costo. Esto facilita que los padres, especialmente las madres, continúen con sus carreras sin enfrentar una carga financiera prohibitiva por el cuidado de los niños.

Beneficios de la pandemia

La Directiva de Equilibrio entre la Vida Laboral y Personal de la UE trajo otro paso adelante importante, al establecer estándares mínimos para el permiso parental, paternidad y cuidadores. Obliga a los estados miembros a proporcionar al menos 10 días laborables de permiso de paternidad alrededor del nacimiento de un niño y a introducir un permiso parental de 4 meses, con 2 meses no transferibles entre los padres, fomentando así que ambos participen en el cuidado del niño.

El trabajo desde casa, impulsado por la pandemia, ha abierto nuevas discusiones sobre cómo este modelo puede facilitar un mejor entorno para las madres trabajadoras. Aunque trabajar desde casa puede ahorrar tiempo en desplazamientos y, en teoría, facilitar la vida parental, también ha revelado desigualdades en las condiciones de trabajo entre hombres y mujeres, especialmente en términos de las interrupciones y distracciones más frecuentes que enfrentan las mujeres cuando trabajan desde el mismo espacio que sus hijos.

Un camino cuesta arriba

Aunque la brecha de género está disminuyendo lentamente gracias a los cambios en el comportamiento de las mujeres, que ahora pasan menos tiempo en tareas domésticas y más en trabajo remunerado, y los hombres, que han aumentado el tiempo dedicado al trabajo no remunerado, aún queda mucho por hacer. La participación de los hombres en el cuidado de los niños está aumentando, señalando un cambio positivo hacia una mayor igualdad en la distribución de responsabilidades familiares. Sin embargo, para lograr una verdadera equidad, es necesario abordar no solo las políticas laborales y familiares sino también las actitudes arraigadas en la sociedad que perpetúan las desigualdades.

Además, el impacto de la maternidad en la carrera profesional de las mujeres no se limita a la interrupción temporal del trabajo o la reducción de horas. También incluye efectos a largo plazo en las oportunidades de desarrollo profesional, el acceso a puestos de liderazgo y la brecha salarial de género. Los estudios indican que la paternidad, por el contrario, a menudo resulta en un "bono" para los hombres, aumentando sus salarios, mientras que las mujeres experimentan una penalización por maternidad.

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