En una emotiva y simbólica mañana de lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aterrizó en Israel poco antes de las 10 de la mañana (hora local) para una breve pero trascendental visita de cuatro horas, en la que elogió el recién negociado alto el fuego en Gaza y el acuerdo de liberación de rehenes como “lo más importante en lo que he participado jamás”.
En un discurso ante el Parlamento de Israel, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha asegurado que el acuerdo de paz representa el comienzo de “la era dorada de Israel y Oriente Próximo”. Trump ha agradecido el papel del Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu: “No es la persona más fácil con la que llegar a acuerdos. Pero eso es lo que la hace grande. Gracias, Bibi. Gran trabajo”. En un momento dado, Trump ha sido interrumpido por un hombre que ha entrado en la sala protestando con un cartel y ha sido rápidamente sacado por los miembros de seguridad de la Cámara.
En declaraciones a Axios desde el Air Force One, de camino a Tel Aviv, Trump describió el viaje como “profundamente personal” y “una misión de paz”, y añadió que su mensaje al Knesset sería uno de “amor y paz para la eternidad”. Sus palabras marcaron el tono de una visita que coincide con lo que podría convertirse en un momento decisivo en la larga y turbulenta historia de la región: el primer alto tangible en la guerra de Gaza desde el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
Rumbo a la “cumbre de la paz”
Trump aterrizó en el aeropuerto Ben Gurión, donde se celebró una breve ceremonia de bienvenida antes de dirigirse directamente a Jerusalén. Su agenda, muy apretada, incluyó una reunión con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, un encuentro con las familias de los rehenes retenidos por Hamás y un discurso ante la Knesset. Su visita finalizó sobre las 13:00, cuando puso rumbo a Egipto a la cumbre de Sharm el Seij en la que se sellará formalmente la paz.
“La guerra ha terminado. ¿Lo entienden? La guerra ha terminado”, insistió Trump antes de llegar a Israel. “Creo que se mantendrá”, afirmó. “Creo que la gente está cansada. Han pasado siglos”.
Para muchos israelíes, la visita de Trump tiene una gran carga emocional. Las familias de los rehenes, algunas de las cuales se reunirán hoy con él en la sala Chagall del Knesset, ven al presidente estadounidense como el catalizador del avance que por fin ha traído a sus seres queridos de vuelta a casa.
Lo cierto es que antes de intervenir en el Parlamento israelí, los 20 rehenes vivos ya habían abandonado la Franja de Gaza.