Lo que parecía una escena sacada de una película de humor negro se ha convertido en uno de los casos más insólitos de fraude social en Italia. Un hombre de 57 años, enfermero y actualmente desempleado, fue descubierto intentando renovar el documento de identidad de su madre fallecida para continuar cobrando su pensión. El episodio tuvo lugar en Borgo Virgilio, un pequeño municipio de la provincia de Mantua, en el norte del país.
El sospechoso se presentó en el registro civil vestido con una peluca corta, maquillaje, una blusa de los años setenta, un collar de perlas y pendientes de clip. Con este atuendo, pretendía hacerse pasar por Graziella Dall’Oglio, su madre, fallecida tres años atrás. Según el diario Il Corriere della Sera, fue una empleada del ayuntamiento quien notó algo extraño en la supuesta anciana: bajo el maquillaje se adivinaban rasgos masculinos y la aparente mujer se movía con una agilidad impropia de una persona de avanzada edad.
Ante las sospechas, la funcionaria avisó de inmediato a sus superiores y a la policía local. La comparación de la fotografía tomada en el consistorio con la del carné de identidad —caducado desde hacía una década— aumentó las dudas. Aunque existía cierto parecido, las autoridades concluyeron que la persona que se presentaba no podía ser la auténtica viuda Dall’Oglio.
La investigación
El hombre había logrado seguir cobrando la pensión de viudedad de su madre durante años, presentando declaraciones de renta anuales a nombre de ella que ascendían a unos 53.000 euros, resultado de la pensión y de los ingresos por propiedades familiares. Todo indica que utilizó los fondos para sostenerse tras perder su empleo como enfermero.
El 11 de noviembre, el ayuntamiento volvió a citarlo con el pretexto de completar el trámite. “Tras llegar al registro civil, donde también estaba presente un agente, le dijimos que para completar el proceso de identificación debía acudir a la comisaría local, al otro lado de la calle. Allí, durante el interrogatorio, admitió ser el hijo”, explicó Francesco Aporti, alcalde de Borgo Virgilio, al medio italiano.
Durante el interrogatorio, el hombre confesó finalmente la verdad: su madre había muerto hacía tres años. Los agentes decidieron registrar su vivienda, situada en una zona rural del municipio.
El hallazgo del cuerpo momificado
En una habitación de la casa se halló el cuerpo momificado de Graziella Dall’Oglio. Según informaron los investigadores, el cadáver llevaba oculto al menos tres años y se encontraba en un avanzado estado de conservación. Los primeros indicios apuntan a que la mujer habría muerto por causas naturales, aunque la Fiscalía de Mantua ha ordenado una autopsia en el Hospital Carlo Poma para confirmar la fecha y el motivo exacto del fallecimiento.
La televisión pública italiana, Rai, ha informado que el hijo habría utilizado sus conocimientos médicos para realizar un proceso de momificación rudimentario que evitara la descomposición del cuerpo. El objetivo, según los investigadores, era mantener las apariencias y seguir cobrando la pensión sin levantar sospechas.
Un fraude grotesco
El caso ha generado un enorme revuelo mediático en Italia. “Esta señora llegó conduciendo y luego caminaba muy alegremente”, relató el alcalde Aporti sobre el comportamiento del impostor el día de su comparecencia.
Los investigadores tratan ahora de determinar cuánto dinero logró cobrar ilegalmente durante el tiempo en que mantuvo el engaño. La Fiscalía ha imputado al hombre por ocultación de cadáver, suplantación de identidad, estafa al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INPS) y falsedad documental. Las penas combinadas por estos delitos podrían alcanzar entre tres y diez años de prisión.
Mientras la justicia sigue su curso, el pueblo de Borgo Virgilio permanece conmocionado por el caso.

