Recuerdo a mi madre viendo Cristal, un culebrón venezolano que tuvo gran éxito a finales de los 80. Carlos Mata y Jeannette Rodríguez eran los dos actores que encarnaban a los protagonistas y se hicieron muy famosos en España. La trama era dramática y enrevesada. Yo creo que fue eso lo que enganchó masivamente a una sociedad que, por entonces, no vivía volcada en las redes sociales. Todo el mundo tarareaba Mi vida eres tú, el tema musical de fondo con el que empezaba cada capítulo.
Esta telenovela la echaban a la hora de la siesta y, a veces, me la perdía por mis ocupaciones. Pero daba igual porque cuando la retomaba aquello seguía en el mismo punto. Algo parecido a lo que me pasa con la actualidad política. Te vas a descansar un poco y, a la vuelta, te encuentras con el mismo percal.
Eso es lo que me parece ahora, tras un verano en el que el fuego se ha apoderado de España y de nuestros dirigentes. No han dejado de lanzarse improperios. Por un lado, los socialistas nos han recordado una y mil veces que las competencias en incendios corresponden a las comunidades autónomas. Por otro, los populares nos han dicho que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llegó tarde a las zonas afectadas porque seguía de vacaciones… ¿Con qué discurso se queda uno? ¿Quién ha estado a la altura de las circunstancias? La batalla está servida.
El arranque del nuevo curso político va a ser igual de tenso e intenso. Ayer el jefe del Ejecutivo clausuró un acto en el que pidió un pacto de Estado para luchar contra el cambio climático. En este encuentro aseguró que en estas últimas semanas se habían movilizado “todos los recursos disponibles desde el primer instante” para ayudar a los territorios. También expuso sus propuestas (entre ellas la creación de una Agencia Estatal de Protección Civil) y reclamó “voluntad de escucha y humildad”. Justo lo que el líder de la oposición, Alberto Núñez de Feijóo, le reprocha que no existe por su parte. Antes de concretar cualquier aspecto, el PP ya le había dado un portazo y Podemos criticaba su “electoralismo barato”.
Así que no creo yo que, en estos momentos, puedan llegar a alcanzar ningún acuerdo. Ni las grandes catástrofes son capaces de aunar ideologías. Dialogar es un término que no existe en el diccionario de nuestros cargos públicos, fomentando así el desamparo de los ciudadanos.
Hasta el Rey les tuvo que dar un toque el otro día. Lo hizo durante su visita a las zonas arrasadas de Extremadura. Desde allí pidió que se realizase un balance “reflexivo, sereno y humilde por parte de todos” de cómo mejorar los planes de prevención. Llamadme escéptica, pero la apelación cae en saco roto.
Al menos Felipe VI y doña Letizia saben cómo acercarse a las víctimas. Les abrazan, se hacen fotos con ellos, escuchan y se detienen a charlar como si fueran unos vecinos más. No sé si es o no impostado, pero realmente parece que les duele la tragedia, que comprenden y compadecen a las personas que han perdido a sus familiares o se han quedado sin un techo. Será su trabajo, pero otros no lo saben hacer.
El PP tiene justo ahora a dos representantes cuestionados a los que les cuesta bastante exhibir empatía. Hablo del presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y del de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón. No dudo yo de que sus sentimientos sean nobles, pero no los saben transmitir. El primero tiene las elecciones cerca y compareció pronto en las Cortes regionales. El segundo se aferra al cargo a pesar de todas las voces que le piden que se vaya por la gestión de la dana. Llegará el momento en el que en Génova, 13 ya no podrán mirar hacia otro lado.
En definitiva, volvemos a la oficina, al colegio, a la rutina y a lo de siempre. A un Congreso alterado, al ‘y tú más’, a unos líderes que se muestran indiferentes con los problemas reales que sufrimos, a la sombra de la corrupción, a los tribunales, a hablar de Cataluña y, por supuesto, de inmigración con tintes xenófobos…
Heráclito decía que “todo cambia, nada permanece”. Este filósofo griego no nos conocía. Lo nuestro lleva tiempo siendo peor que una serie turca. De esas no he visto ninguna y no creo que me anime a hacerlo. Puede que en lo que contemplamos no haya amor o pasión (que también se da de vez en cuando), pero tenemos material de sobra.
- Alberto Núñez Feijóo
- Alfonso Fernández Mañueco
- Carlos Mazón Guixot
- Partido Popular
- Pedro Sánchez
- PSOE