Opinión

Las ilusiones ópticas

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Los sentidos nos engañan, es un hecho. Dibuja un círculo y coloca a su alrededor, rodeándolo, otras circunferencias de mayor tamaño, todas iguales, manteniendo el círculo en el centro de todas ellas. Repite la operación, dibuja un círculo idéntico al anterior, pero esta vez rodéalo de circunferencias, también iguales entre ellas, pero más pequeñas que el círculo central. Mira las dos imágenes. El círculo central es idéntico en las dos, pero tú, y yo, y todo el mundo, lo vemos de distinto tamaño. Y sabes que no puede ser, que los círculos centrales son idénticos, pero tú sigues viéndolos de distinto tamaño. Es la ilusión de Ebbinghaus, una ilusión óptica que altera la percepción de las dimensiones relativas. Y no es la única.

La ilusión de Delboeuf es parecida, pero en este caso los círculos centrales se circundan con anillos de mayor tamaño, uno de radio muy parecido y otro de radio mucho mayor. En este caso también nos parecerá que el círculo central es de distinto tamaño, aunque sepamos con certeza que son idénticos.

Ambas ilusiones nos muestran que la percepción del tamaño de las cosas es relativa al entorno en que se encuentran que hacen que nuestra percepción varíe. Y es que las formas que rodean a los círculos en ambos casos crean contextos específicos que modifican la manera en que percibimos la imagen central.

Existen muchas otras ilusiones ópticas, por ejemplo, la ilusión de Jastrow, donde dos arcos exactamente iguales parecen de distinto tamaño. Los miras una y otra vez, uno junto al otro, te parecen distintos. Los colocas uno encima del otro, son iguales. De nuevo lo que percibes no es lo que es real.

Quizá más conocidos son los espejismos, que no son sino otro tipo de ilusiones ópticas que produce la luz al atravesar capas de aire de distinta densidad. Y es que la luz, al refractarse, provoca que sean visibles objetos en lugares donde no están realmente, como por ejemplo agua en el desierto, o incluso pueden hacer que veamos flotar otro tipo de imágenes.

Y es que las ilusiones ópticas son fenómenos visuales en los que la información que percibimos no nos muestra la realidad.

Los magos lo saben muy bien. A menudo lo que parece imposible no es sino una ilusión, un truco para hacer que nuestra vista nos engañe. Todo parece real, pero no lo es. Las ilusiones ópticas nos enseñan que lo que a menudo juzgamos como real no lo es, que nuestro cerebro nos engaña más a menudo de lo que creemos. Experiméntalas y comprueba como ves algo que en realidad sabes que no es. Y es que los contextos son los que determinan lo que vemos.

Y esto es lo que ocurre en nuestra vida diaria. Todo depende de dónde nos encontremos, de con quien estemos, del entorno, del contexto.

Puede que nos consideremos personas objetivas, con sentido crítico, pero en el fondo estamos influenciados por todo lo que nos rodea. El ambiente en el que estamos actúa en nosotros proporcionándonos una información que genera una perspectiva desde la que vemos el mundo, a veces no como es, sino como lo percibimos desde donde nos encontramos (el contexto). Al igual que ocurre en los espejismos o en las ilusiones ópticas, lo que llega a nuestro cerebro puede no ser exactamente lo que es real, sino lo que creemos ver, todo filtrado y condicionado por el entorno en el que nos movemos.

Recuerdo desde pequeña escuchar la poesía que hasta adulta no supe que era de Ramón de Campoamor, el poeta del siglo XIX:

Y es que en el mundo traidor
nada hay verdad ni mentira:
«todo es según el color
del cristal con que se mira».

Y es verdad. Así sucede. En nuestra sociedad actual, en la que sólo se nos presenta en internet o en las redes sociales información de nuestro interés en base a la información con la que previamente hemos interaccionado (el famoso sesgo algorítmico), pues parece que la realidad en la que vivimos es la que se nos presenta, cuando con frecuencia no es más que una ilusión. Y todos estamos sesgados y tenemos prejuicios que desconocemos.

Sesgos que nos acompañan y se nos hacen invisibles porque son inconscientes y al igual que en una ilusión óptica, a veces hacen que percibamos lo que queremos percibir, nos falsean la realidad. Todos los llevamos con nosotros. , tú los tienes, yo también.

Llega septiembre. Volvemos de vacaciones y volvemos a nuestra vida cotidiana. Probemos a salir de las ilusiones ópticas que percibimos como si fueran realidades. Leamos algo que a priori no parece ir con nosotros. Escuchemos con interés a personas que no solíamos escuchar, que piensan de otra manera. Salgamos de los círculos que nos circundan y nos llenan de prejuicios.

El mundo es muy grande, a menudo veremos espejismos, pero tratemos de ver la realidad como es. Probémonos a nosotros mismos.

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