La declaración conjunta firmada entre los gobiernos de España y Alemania marca un nuevo impulso para que el catalán, el euskera y el gallego se conviertan en lenguas oficiales de la Unión Europea. Una negociación que coincide en plena convulsión entre el Gobierno y Junts después de que su portavoz en el Congreso, Miriam Nogueras, avisara sobre el futuro de la legislación: “Quizás debería hablarse menos de cambio de horario y más de la hora del cambio” y añadiera que “o el Gobierno cambia, o en menos de una semana cambiarán las cosas con ellos”. Además el ‘expresident’ reunirá el próximo lunes en Perpiñán (Francia) a la ejecutiva del partido.
El documento, reafirma el compromiso de ambos países con la diversidad cultural y lingüística del continente. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, aplaude el acuerdo entre ambos países. “El Gobierno de España celebra que Alemania comparta su visión sobre la importancia de reconocer el pluralismo lingüístico europeo”, señalaron fuentes de La Moncloa, que califican el acuerdo como “un paso importantísimo para la aprobación definitiva del catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales de la UE y para el reconocimiento de la identidad plurilingüe española“.

Asimismo, destaca que “más de diez millones de europeos hablan catalán y deben verlo reconocido como lengua oficial europea, igual que el euskera y el gallego“. “Veinte millones de españoles, el 40% de nuestra población, viven en comunidades autónomas con más de una lengua oficial, y eso debe reflejarse también en la Unión Europea”.
Celebra el acuerdo
Albares, celebra la firma el Gobierno “intensificará aún más el diálogo con Alemania para lograr la unanimidad en el Consejo con rapidez”. “Esta declaración demuestra también el compromiso del Gobierno de España con la oficialidad europea del catalán, el euskera y el gallego, y nos acerca a culminar un camino irrenunciable e irreversible”, quien subraya que “la diversidad lingüística es una riqueza que define a Europa y que debemos proteger”.
Desde el Gobierno destacan además los avances conseguidos en el ámbito interno y europeo: “Este proceso ya ha dado frutos, como la introducción del catalán en las escuelas o el reconocimiento de nuestras lenguas cooficiales en el Consejo Económico Europeo”. “España va a seguir defendiendo su pluralidad lingüística como parte esencial de su identidad democrática”, remarca.

“La incorporación de dichas lenguas constituye una parte esencial de la identidad nacional plurilingüe de España“, continúa el comunicado. “Por ello hemos decidido conjuntamente iniciar conversaciones bilaterales a partir de las cuales España presentará un texto para debate y decisión de los 27 estados miembros en una futura reunión del Consejo de Asuntos Generales”, añade.
Este diálogo comenzará “a la mayor brevedad” y estará a cargo de los respectivos ministerios de Asuntos Exteriores, precisa el comunicado conjunto con el Gobierno de Friederich Merz. Desde Moncloa, han reivindicado tras el anuncio que “el Gobierno no ha dejado de mostrar su determinación para avanzar hacia la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego”. “El de hoy es un paso importante para hacerlo posible“, han subrayado fuentes gubernamentales.
Alemania da el paso
Alemania era hasta ahora uno de los países más reticentes a incluir el catalán, el euskera y el gallego en el reglamento lingüístico de la UE, un paso para el que es necesaria la unanimidad de los 27 Estados miembros.
De hecho en la última ocasión que este asunto se discutió en el Consejo de Asuntos Generales de la UE, el pasado 18 de julio, el país germano encabezó el bloque de cerca de una decena de países que mostró reticencias a la oficialidad del catalán y resto de lenguas cooficiales por las dudas legales y financieras que les suscitaba.
El encargado de defender la propuesta española, el secretario de Estado para la UE, Fernando Sampedro, mantuvo un debate, tenso por momentos, según indicaron entonces distintas fuentes, con el ministro para Asuntos Europeos alemán, Gunther Krichbaum, que defendió que sería necesaria una reforma de los Tratados para asegurar la base legal de la oficialidad del catalán, euskera y gallego.
En esa ocasión España chocó con la negativa de la UE por séptima vez desde que puso este asunto sobre la mesa en el año 2023, después de que PSOE y Junts firmasen un acuerdo para la investidura de Pedro Sánchez que incluía esta condición.




