La llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos está revolviendo los esquemas europeos a todos los niveles. Su papel de “mediador” en la guerra de Ucrania con Putin y Zelenski ha escenificado un descenso de los países europeos de la OTAN a un segundo nivel, a los que, además, exige un gasto en Defensa que difícilmente podrán cumplir en el caso de los que están a la cola, como es el caso de España.
Si en 2014 en la Cumbre de Gales se acordó alcanzar el 2% del PIB en Defensa, once años después apenas llegamos al 1,28%. Con unos presupuestos congelados a falta de acuerdos por parte del Ejecutivo con sus socios de gobierno, la inversión y la producción en la industria se garantiza a través de créditos extraordinarios y del fondo de contingencia. Este medio se ha puesto en contacto con el ministerio de Hacienda, pero colocan la pelota sobre presidencia y afirman que se ciñen a la declaración de Sánchez tras reunirse con el secretario de la OTAN, Mark Rutte, en cuanto a su promesa de que España alcanzará el 2% del gasto en 2029.
En esta carrera para reforzar la seguridad frente a actores como Putin -en la actualidad hay 56 frentes bélicos abiertos en el mapa mundial- otro “jugador” entra en escena: el BEI (Banco de Inversiones Europeo), en el que la ex vicepresidenta del Gobierno y ex ministra de Economía, Nadia Calviño, se encuentra al frente. El banco se financia en los mercados de capital y concede préstamos en condiciones favorables para proyectos que contribuyan a los objetivos de la UE, y según afirman desde su web, cerca del 90% de los créditos se conceden en la propia UE sin que el importe proceda de su presupuesto.
Fuentes de la entidad financiera afirman que Calviño se reúne de forma periódica con Rutte, y se remiten al panel público del pasado congreso en Davos, en el que el secretario general de la Alianza Atlántica agradeció públicamente el trabajo del BEI para reforzar la seguridad en la defensa de Europa.
El pasado año, la entidad financiera invirtió 1.000 millones de euros en la industria europea de seguridad, y este año han duplicado la cifra hasta 2.000 millones. Según informan, en la actualidad hay, además, 14 nuevos proyectos que Calviño espera aprobar en unos meses. “Nuestro objetivo es reforzar el apoyo de la industria en Defensa, para lo que estamos colaborando con los gobiernos de toda la UE”, explican fuentes del BEI. “Lo importante es identificar proyectos emblemáticos eficientes a todos los niveles y apostar por ellos, para eso hemos duplicado la inversión este año, pero no podemos perder de vista la capacidad de financiación del Banco de acuerdo con lo establecido en el Consejo Europeo”.
Desde el banco se explica que esos proyectos son confidenciales, y que se conocerán en los próximos meses. España, actualmente, ha mantenido partidas de 43.000.000 euros en contratos con Estados Unidos tras llegar Trump a presidencia, y el importe se ha destinado al sostenimiento de aeronaves como los F-18. En total, el Gobierno ha aprobado 215.138.000€ en gasto militar, pese a no llegar al 2% del PIB.
La reunión de Robles con De Groot
Desde el ministerio de Defensa informan de que para la ministra Robles, la reunión que mantuvo con el vicepresidente del BEI, Robert de Groot, el pasado mes de septiembre fue determinante. De Groot hizo un análisis de mercado sobre nuestro país, para analizar las necesidades reales, por lo que se reunió con los actores implicados, como los representantes de las empresas de Defensa y, por razones obvias, la ministra.
“Un punto importante es que en mayo aprobamos una serie de actualizaciones para cambiar que el 50% de las inversiones fueran de uso civil”, informan desde la entidad de crédito europea, “y se ha abierto bastante la ventana para que se abran proyectos en este ámbito”. Dentro de esta ampliación de inversiones entran las tecnologías militares, ciberseguridad, las tecnologías anti inhibidores, o los drones entre otros.

Margarita Robles, en una imagen previa a la reunión con los ministros de Defensa de la OTAN
Esta ampliación viraje en la concesión y créditos e inversiones responde, en gran parte, a la carta que 19 países miembros de la UE, incluidos los principales accionistas del BEI: Francia, Alemania e Italia, enviaron el pasado mes de enero a Nadia Calviño. La misiva fue a iniciativa de Finlandia y fue firmada por Alemania, Bélgica, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, España, Estonia, Grecia, Italia, Francia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Países Bajos, República Checa, Rumanía y Suecia. En concreto, pidieron que el BEI «siga explorando nuevas vías para desempeñar un papel aún más importante en la financiación de inversiones y la movilización de fondos privados para el sector de la seguridad y la defensa».