Evolución

La creciente influencia de la periodista Letizia en los discursos reales

El monarca ha ido modulando su mensaje con gestos, palabras y silencios que revelan una naturalidad cada vez más consciente, en la que se nota la impronta de Doña Letizia. "La Reina es la que mejor comunica de toda la Casa Real", explican a Artículo14

Doña Letizia ha profesionalizado la manera de comunicar de don Felipe VI
EFE/ Fernando Villar

El mensaje de Nochebuena de la Casa Real española siempre un ejercicio de impecable de seriedad y corrección institucional. Hoy, sin embargo, Felipe VI, sin perder solemnidad, transmite naturalidad. Y lo hace a través de la mirada, el tono, la cadencia e incluso en su lenguaje. No ha sido una evolución en línea recta, sino con variaciones que han permitido utilizar cada año su discurso como un termómetro preciso de España y de la misma Corona.

El rey Felipe VI en su tradicional mensaje de Navidad, en 2023 (Efe)

Miguel Barco, experto en comunicación y oratoria, observa que, desde su proclamación, en 2014, el Rey ha ido buscando el equilibrio entre lo regio y el pueblo. Aquel año pronunció su primer mensaje de Nochebuena. Fue un discurso sobrio, protocolario y muy enfocado en la continuidad institucional y la estabilidad tras la abdicación de Juan Carlos I. La naturalidad era limitada, con un lenguaje mesurado y énfasis en valores constitucionales. “Al igual que toda la familia real, él va siendo más cercano y humano. En sus discursos, desde hace unos años hasta ahora, vemos el uso de la primera persona del singular, lo que da a entender que es él quien se erige protagonista de lo que dice”.

Implicación con el uso de pronombres

Fue sobre todo a partir de 2018 cuando incorporó expresiones personales y familiares, aumentando la cercanía, según advierte José Luis Martín Ovejero, abogado y experto en comunicación no verbal. “El uso de la primera persona del plural (“nosotros”) se ha ido haciendo más frecuente, buscando implicar a la sociedad. Es un ejemplo de la importancia que en todo su discurso da a la identidad común de todos los españoles. La implicación personal se encuentra también en el uso de la primera persona del singular”.

Lo mismo podemos apreciar en su lenguaje no verbal, mucho más expresivo con el paso de los años. “Anteriormente era más rígido. Sus manos no ocupaban tanto espacio, se quedaban más en el regazo o en la parte del vientre. Ahora vemos que ocupan el lugar que deberían ocupar: el espacio que va entre el ombligo y la barbilla”, indica Barco.

Este experto en comunicación explica que el Rey tiene un timming perfecto y adecuado al personaje y al discurso que debe dar. “En cuanto a los tres tipos de lenguaje, el verbal es muy correcto; el no verbal, también lo está empezando a ser, con el uso de las manos, aunque, evidentemente, el hecho de, hasta este año, estar sentado no favorece mucho la utilización de otras partes del cuerpo. El tercer lenguaje, el paraverbal, si bien es cierto que podía ser más rico, podemos decir que es correcto, sin más”.

Pausas, silencios y cadencias

En su opinión, utiliza bien las pausas y algún silencio, a pesar de que, como dice, en televisión el silencio no debe ocupar mucho espacio, además de que se asocia a falta de concentración, aunque señala que no siempre es así. Barco encuentra aún una asignatura pendiente: “No fluctúa mucho su cadencia. De hecho, tiende a ser ligeramente lineal. No obstante, en los últimos discursos sí que se nota un uso más atractivo, creo que es porque se involucra más en los temas que cree que importan a la sociedad y pone más énfasis en ello”.

Felipe VI, en una imagen durante la grabación de su Mensaje de Navidad de 2024
Casa Real

Los expertos se fijan también en cómo ha ido variando la escenografía en esta suerte de almanaque navideño, sin dejar nunca nada al azar. Desde las banderas de España y de la Unión Europea hasta el ejemplar de la Constitución que suele aparecer en la mesa o las fotos que acompañan el discurso. “Podemos recordar la foto de la Infanta cuando se hizo Princesa de Asturias o la de las personas que ayudaron en la limpieza tras la Dana, fotos que han cobrado mayor protagonismo en estos dos o tres últimos años. Anteriormente, había otras que casi no se podían apreciar”, subraya Barco. “También las imágenes que utiliza como recurso en el discurso son mucho más cercanas: fotos de la Reina Letizia y sus hijas, la familia en eventos deportivos, en corrillos…”

La expresión de sus cejas

Martín Ovejero destaca, en este sentido, el mensaje de 2024, marcado por dos escenarios: el civil y el navideño. En el primero, las banderas de España y Europa, un ejemplar de la Constitución Española y una imagen de los militares y civiles ayudando tras la devastación de la Dana. En el segundo, el simbolismo navideño: un nacimiento y un árbol de Navidad para tocar, según dice, “el lado más humano y familiar”.

La emoción más repetida en su rostro fue la tristeza, sobre todo al referirse a Valencia. “Enfatizó su mensaje levantando ambas cejas a la vez. Es como poner negrita o subrayado a un texto”. Solo al final del mensaje apareció una imagen de la familia. “Los cuatro en el exterior de palacio reflejando alegría, unidad y cercanía a los ciudadanos. Vi a Felipe VI muy cómodo. Había abandonado algunos gestos artificiales de años anteriores y se mostró contundente y convencido”.

Los Reyes, junto a sus hijas, en la imagen con motivo de los 20 años de matrimonio
La Reina Letizia, el Rey, junto a la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, en la imagen con motivo del 20 aniversario de matrimonio
Casa de S. M. el Rey

Destaca también el discurso de Nochebuena de Felipe VI en 2022, especialmente reflexivo y centrado en la necesidad de unidad y fortaleza democrática en España. El tono fue equilibrado, institucional y cediendo el protagonismo a su figura, sin distracciones y jugando con el primer plano sobre su rostro. “Este recurso consigue atrapar toda nuestra atención en su mensaje. Hasta la corbata es una extensión de su cargo”. Las corbatas, recuerdan ambos expertos, normalmente son distintas a cualquier color que se pueda asociar con alguno de los partidos políticos.

Primer año de pie

Este ha sido el primer año que el monarca se ha dirigido a los españoles de pie durante gran parte de su mensaje. Hasta ahora el dinamismo se creaba jugando con el primer plano para enfatizar ciertos contenidos, los planos medios y los cambios de tiro de cámara, para evitar la monotonía de cámara. “En resumen, dentro de lo que se espera que sea un mensaje navideño del Rey, se intenta que sea más cercano a la población y con algunos recursos para evitar el aburrimiento, más, si tenemos en cuenta a las nuevas generaciones (millenials y zentenials)”, resalta Barco.

El balance de este profesional de la comunicación es que el mensaje de Nochebuena es un síntoma más de un Rey que se ha ido humanizando y acercando a los ciudadanos. “Es algo que se está viendo en las redes sociales de toda la Familia Real. Si analizamos su Instagram, podemos ver que las publicaciones han cambiado. Dejan al Rey una parte más institucional y son la Reina y las Infantas las que suelen tener contenidos más cercanos a la población, con selfies, corrillos después de las recepciones o diálogos con deportistas en algunos eventos. Incluso el Rey se ha atrevido a hacerse algún selfie, a comentar chascarrillos con los compañeros de promoción de su hija y a charlar con la gente. Son pasos en la dirección correcta”.

Barco cree que el hecho de que exista un gran descontento con la clase política y un porcentaje de personas que preferirían la república les hace entender que tienen que humanizarse y acercarse a la población para minimizar esa brecha.

El sello inconfundible de Doña Letizia

En esta evolución, ve la marca ineludible de la Reina Letizia. “Se nota su mano y su expertise, sobre todo más en la puesta en escena y la manera de decir las cosas que en el contenido. La Reina es la que mejor comunica de toda la Casa Real y es admirable la cantidad de discursos que da sin acudir a ninguna nota ni papel”.

El rey Felipe VI, la reina Letizia y la princesa de Asturias, Leonor, durante la celebración de la Pascua Militar

Aunque no intervenga en los contenidos, Barco sí aprecia sensibilidad periodística en la estructura. “Últimamente me da la impresión que los discursos del Rey son como pequeños resúmenes de los hechos más importantes del año. No es algo genérico ni de defensa de la monarquía, sino más bien un repaso a los titulares más destacados del año, intentando poner algo de cordura y sentido común y reivindicando la fortaleza de un país unido y, sobre todo, poniendo en valor la fortaleza e importancia de la ciudadanía”.

Los expertos podrían seguir ofreciendo detalles sobre el lenguaje no verbal del Rey en su tradicional discurso: el uso del hemisferio izquierdo, el cruce de piernas, la mano derecha sobre la pierna, los microgestos de la cara, el énfasis con el levantamiento de cejas o el desagrado con el ligero movimiento de labios. En general, remarcan la naturalidad como marca personal acentuada con el tiempo. Felipe VI ha evolucionado hacia una figura más accesible y moderna, aunque siempre respetando la liturgia y el protocolo y consolidando su papel como referente institucional en momentos de tensión y cambio. Es la impronta que deja a la Princesa Leonor y han sido muchos los momentos desde 2014 en los que presta atención a la sucesión de la Corona y a su hija como el futuro monárquico de España.