LOS EXPERTOS

¿Deben interrumpir los políticos sus vacaciones? “Todo depende de la dimensión del problema”

María Dabán, Elizabeth Duval y Manuel Mostaza analizan la respuesta política a los incendios que están azotando el país

Pedro Sánchez este sábado en Lanzarote para veranear en la isla.
EFE/ Adriel Perdomo

¿Deben los políticos interrumpir sus vacaciones estivales por crisis como la oleada de incendios que sufre España? De momento, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sigue descansando en Lanzarote y sin agenda pública. Tampoco se ha visto a Juanma Moreno, el mandatario andaluz. Alfonso Fernández-Mañueco e Isabel Díaz Ayuso, líderes en Castilla y León y la Comunidad de Madrid respectivamente, acudieron a sus territorios pero también se les criticó por la tardanza. ¿Son todos los casos iguales? Los analistas María Dabán, Elizabeth Duval y Manuel Mostaza responden a las preguntas de Artículo14.

Para María Dabán, analista de El Hormiguero de Antena3 y de Artículo14, “no hay ninguna regla que diga que los políticos deban interrumpir sus vacaciones cuando ocurre algo en sus comunidades”. Sin embargo, establece un matiz fundamental: “Todo depende de la dimensión del problema. Una cosa es un incendio de pequeñas proporciones y otra que el fuego esté arrasando miles de hectáreas de tu comunidad”. Y recuerda, por ejemplo, que el gallego Alfonso Rueda estuvo “al pie del cañón” desde el primer momento.

Dabán lamenta, además, la falta de un gesto directo del presidente del Gobierno hacia las regiones afectadas, lo que contrasta con “la sensibilidad mostrada por el Rey, que ha buscado tiempo para contactar con todos”. Tal y como avanzó este periódico, Sánchez aún no ha descolgado el teléfono para llamar a los presidentes autonómicos en cuyos territorios se han producido incendios de consideración.

“Sánchez se ha militado a ir reaccionando por X a las noticias que se iban sucediendo. Muchos políticos se escudan en la conveniencia de no ir a las zonas afectadas para no entorpecer el trabajo de los servicios de extinción pero, en el fondo, lo que no quieren tampoco es afrontar el enfado de los ciudadanos que muchas veces ven falta de coordinación y de información ante estas catástrofes y que achacan a los políticos la falta de prevención que, en algunos casos, posibilita que estos incendios sean de gran magnitud”, razona Dabán.

La escritora Elizabeth Duval, habitual analista de La Sexta, se muestra más categórica. Considera que “los responsables públicos tienen la obligación de estar disponibles para este tipo de urgencias, va en la esencia de ese trabajo”. Es así como añade un elemento de exigencia personal. “No es lo mismo interrumpir las vacaciones para mandar un comunicado que hacerlo para tomar las riendas en una situación de emergencia”. Para Duval, la reacción tardía de algunos dirigentes transmite una imagen de desconexión con las preocupaciones reales de la ciudadanía.

Manuel Mostaza, director de Asuntos Públicos en Atrevia, introduce un enfoque más institucional. “Los políticos tienen derecho a descansar”, recuerda. A su juicio, la estructura de un Estado moderno permite que la administración siga funcionando sin la presencia física del máximo responsable. Sin embargo, admite que en situaciones de alto impacto la presión pública es inevitable. “Cuando la catástrofe es muy espectacular o tiene una dimensión grande, la sociedad demanda ver a alguien”.

Mostaza describe un entorno mediático que limita la desconexión, afirmando que “es imposible que un político pueda irse de vacaciones tranquilo”. Además, plantea una reflexión más amplia sobre la gestión de crisis. “Quizás se necesita una respuesta de ámbito supraautonómico, porque hay catástrofes que superan la capacidad de un gobierno autonómico”.

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