DEMOSCOPIA

El caos de Trump da oxígeno a Sánchez y margen a Feijóo frente a Vox

La incertidumbre internacional permite al PSOE un alivio de sus problemas internos, mientras que el PP puede atraer a votantes que dudan con el partido de Abascal

Los volantazos de Trump con la guerra comercial sacuden el tablero político
Kiloycuarto

A la guerra comercial declarada por Donald Trump contra el mundo entero le siguió una respuesta proporcional de la Unión Europea y, luego, una tregua para casi todos excepto para China. Los países europeos, en vilo, quieren confiar en que Trump ha abierto verdaderamente una puerta a la negociación con la tregua de 90 días, pero nadie se atreve a garantizar nada debido a la imprevisibilidad de Trump. El contexto internacional es de una enorme incertidumbre y, por supuesto, tiene implicaciones directas en el mapa político español.

Históricamente, las crisis internacionales provocan que la mayoría de ciudadanos busque respuesta en los grandes partidos, “los asociados a la gestión de gobierno”, explica a Artículo14 el analista demoscópico Andrés Medina. El factor internacional no suele tener un gran peso en la composición del voto a nivel nacional, “pero Trump actúa con tal salvajismo que en este caso sí que puede tener algún impacto”. “Cuando se cierne una amenaza de orden mundial, los grandes partidos son los que concentran la expectativa de respuesta”, cuenta Medina.

El último barómetro del CIS, publicado recientemente y cuya muestra se tomó durante los días en los que Trump desató su guerra arancelaria y se debatía la necesidad de incrementar el gasto europeo en defensa, elevó hasta los 6,5 puntos la ventaja del PSOE sobre el PP en estimación de voto. Según el centro demoscópico dirigido por José Félix Tezanos, los socialistas ganarían unas hipotéticas elecciones con un 32,6% de los votos, mientras que los populares lograrían un apoyo del 26,1%. Vox se mantendría como tercera fuerza política con el 15,2% en intención de voto, según la encuesta, e incrementaría 3,5 puntos sus expectativas respecto al mes anterior sin pasarle la menor factura su respaldo a Trump.

Así se repartiría el voto en unas generales, según el CIS del mes de abril
EP

El alivio del pressing interno

En el caso español, PSOE y PP son esos partidos “asociados a la gestión de gobierno”. Pero sus posiciones en el tablero son distintas. Andrés Medina lo analiza así: “Para Pedro Sánchez toda esta guerra comercial tiene varios aspectos positivos. Cuando el foco mediático está en lo internacional respiras un poco de los problemas internos. No hay que dedicarle tanta energía a los asuntos judiciales que le afectan, ni a los líos con el fiscal general, ni a Ábalos, ni a nada de eso. No es un tema en este caso solo de Pedro Sánchez, es algo que da oxígeno a todos los primeros ministros en realidad, porque todos tienen problemas internos”.

Existen más beneficios, puesto que cualquier crisis internacional concede una cierta iniciativa al presidente del Gobierno. Y así se ha visto: primero, reuniendo en el Palacio de la Moncloa a organizaciones empresariales y sindicatos para determinar el plan de choque; y luego, anunciando un plan de 14.100 millones para proteger “empresas y empleo”. Le da incluso herramientas para modular mejor el discurso que necesita para justificar el aumento del gasto de Defensa (que no pasará por el Congreso).

Pedro Sánchez durante su comparecencia para explicar el Plan Plan de Respuesta y Relanzamiento Comercial
La Moncloa

La retórica de la ultraderecha

Al ser Trump el epicentro de toda esta incertidumbre hay un valor añadido para Sánchez, que lleva años advirtiendo de la llegada de la derecha y la ultraderecha a las instituciones de gobierno y el retroceso democrático que tal extremo supondría. “Sin ninguna duda, es un tipo de situación que favorece su retórica del miedo a la ultraderecha. Y particularmente en España, donde Trump no gusta en líneas generales“, considera Medina.

La frontera de PP y Vox

El otro lado de la moneda es Vox. Aquí las discrepancia entre el instante que dibuja Andrés Medina y los datos que ofrece el CIS, con el partido de Santiago Abascal disparado, son significativas. “Vox se ha entregado tanto, se ha ligado tanto a Trump y lo que representa que se convierte en pasajero de la declaración de guerra comercial“, opina Medina. Para el PP, por tanto, “es una oportunidad” para pescar en la frontera electoral que duda entre su partido y Vox. Estas bolsas de electores están más o menos cuantificadas: son unos 750.000 ciudadanos y este momento es idóneo para atraerlos.

Medina, no obstante, deja un último apunte: la mayor frontera electoral es la que hay entre PSOE y PP. “Aquí está la verdadera dificultad para Alberto Núñez Feijóo, en absorber votantes dudosos con Vox sin renunciar a la gran fuente de votos para seguir con su carrera hacia La Moncloa”, cierra.