El Gobierno planea introducir la violencia vicaria en el Código Penal como un tipo delictivo específico. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha presentado este martes las claves del anteproyecto de ley aprobado por el Consejo de Ministros, que recoge también modificaciones en el Código Penal para prohibir la publicación o difusión de mensajes, textos, imágenes u otros contenidos que “den voz a los asesinos”. Y que persigan “seguir causando dolor y esa afectación a la integridad moral de la víctima”.
Es un compromiso recogido en el pacto de Estado contra la violencia machista, que firmaron en febrero de este año todos los partidos menos Vox. Cuando recabe todos los informes preceptivos y pase por la Mesa del Consejo de Ministros en segunda vuelta, deberá ser convalidado en el Congreso. Supondría modificar normas como la ley integral de violencia de género (2004) y otras como el Código Civil.
En rueda de prensa en Moncloa, Redondo ha asegurado que la nueva redacción de la ley de violencia de género definirá la violencia vicaria como aquella ejercida “por la pareja o expareja a través de persona interpuesta”.
“Aquella violencia que, con el objetivo de causar dolor o sufrimiento a las mujeres, puede ejercerse sobre: los hijos e hijas o descendientes, personas menores de edad sujetas a su tutela o guarda y custodia, los ascendientes o hermanos y hermanas de ésta, así como su pareja o anteriores parejas, aunque no exista convivencia”, reza la nueva definición que planean incluir en la ley de 2004.
En el Código Penal se establecerían dos tipos delictivos, introducidos a través de un nuevo artículo, el 173 bis. “Un tipo genérico en el ámbito de la violencia domestica, y aquí las penas son de seis meses a tres años. Y un tipo agravado en el contexto de la violencia de género, con una pena en su mitad superior, de año y medio a tres años”, y también penas accesorias “como portar armas por un tiempo definido entre los 3 y los 5 años”. Se trataría de penas que se sumarían a las correspondientes a los hechos cometidos (maltratato físico, violencia psicológica, homicidio u otros).
Redondo ha presumido de que se trata de una norma “pionera”, que sitúa a España como un “referente internacional“. Y ha explicado que el anteproyecto persigue acabar con “estas violencias tan radicales, tan salvajes, tan absolutamente inconcebibles” que sufren las víctimas cuando los maltratadores atacan a sus hijos y familiares. En 2025 han sido asesinados tres niños y niñas considerados víctimas de violencia vicaria, pero en 2024 fueron nueve las víctimas mortales.