No es extraño que el Mensaje de Navidad del Rey dirigido a todo el país incluya todos los años varias alusiones a España; así ocurre casi siempre y esta Nochebuena ha vuelto a ser así. Hasta en seis ocasiones se ha referido en el discurso de este año a España, aunque no ha sido la palabra más repetida.
La más frecuente de este año es “convivencia”, a la que ha apelado hasta siete veces durante su mensaje de unos diez minutos. Aunque este ha sido su deseo más repetido, Felipe VI también ha insistido en el concepto de “confianza”, a la que se ha referido en seis ocasiones.
“Estos aniversarios me animan a hablaros esta Nochebuena de convivencia; de nuestra convivencia democrática, a través de la memoria del camino recorrido y de la confianza en el presente y en el futuro”, ha expresado al inicio de su mensaje.

Al poco, ha retomado la idea de la siguiente manera: “España ha progresado cuando hemos sabido encontrar objetivos que compartir. Y la raíz de todo proyecto compartido es necesariamente la convivencia. Ya me he referido a ella en ocasiones anteriores, pero es la base de nuestra vida democrática”.
De la necesidad ha pasado a las advertencias siguiendo el mismo hilo conductor: “Pero la convivencia no es un legado imperecedero. No basta con haberlo recibido: es una construcción frágil. Por esa razón, todos debemos hacer del cuidado de la convivencia nuestra labor diaria. Y para ello necesitamos confianza”.
Finalmente, y en esta misma línea, el Rey ha pedido el compromiso de todos para cuidar la concordia como un tesoro: “No basta con recordar que nosotros ya hemos estado ahí, que ese capítulo de la historia ya lo conocemos y que tuvo consecuencias funestas. Nos corresponde a todos preservar la confianza en nuestra convivencia democrática. Preguntémonos, sin mirar a nadie, sin buscar responsabilidades ajenas: ¿qué podemos hacer cada uno de nosotros para fortalecer esa convivencia? ¿Qué líneas rojas no debemos cruzar?”.
Democracia, futuro, proyecto
Al margen de “España” y de “convivencia”, ha habido otros conceptos que el Rey ha mencionado en varias ocasiones. A la democracia (y a la vida democrática) también se ha referido en seis ocasiones, al igual que al “futuro”.
Las otras dos palabras clave que también han trufado el Mensaje de Navidad de Felipe VI han sido la de “proyecto” y la de “generaciones”, las cuales ha pronunciado en cinco ocasiones.
Todo ello da una idea bastante exacta de un discurso completamente centrado en que los extremismos y la polarización no sigan ganando peso en la vida social y pública, y también en la importancia de mantener una mirada larga para que España siga escribiendo páginas brillantes en adelante.



