En las filas del PSOE cayó como un jarro de agua fría la imputación de Santos Cerdán en el caso Koldo como presunto líder de la trama que investiga el Tribunal Supremo. Parecía una familia modesta y discreta. Sin embargo, el último informe de la UCO arroja luz sobre las contraprestaciones que se pudo llevar su entorno particular procedentes del amaño de adjudicación de obra pública.
La clave de todo fue Servinabar, empresa propiedad Antxón Alonso, amigo y socio de Cerdán, pero también administrada por el propio ex secretario de Organización, que llegó a poseer el 45% de la misma, según apuntan los agentes.
La compañía sirvió como vehículo para que Acciona accediera a la contratación pública además de ser un canal para que el dinero procedente de las mordidas fuera disfrutado por el entorno de Cerdán.
Así las cosas, los gastos de la familia Cerdán a cargo de la tarjeta de crédito de Servinabar ascienden a 33.574 euros y la estuvieron utilizando hasta el día antes de la detención de Koldo García el 19 de febrero de 2024.
Era tal el uso que le daban que Karmele, la mujer de Antxón Alonso, le llegó a decir por Whatsapp: “La Paqui que le conocen todas las vendedoras del Corte Inglés. Gastar y gastar. (…) Restaurantes fin de semana sí y otro también. Ya les vale. Todo de lo bueno, lo mejor, eso no es plan y encima no son nada discretos, le tenéis que coger entre los dos y hablarle claro”, advirtió.
Además, la compañía contrató como administrativa a Belén Cerdán entre febrero y junio de 2020 y le abonó 22.324 euros. Para los agentes “resulta expresivo” que Servinabar también asumiera el pago de las nóminas de su siguiente contrato con la cooperativa Erkolan, otra sociedad vinculada a la trama, a la que Servinabar transfirió 367.290 euros entre 2020 y 2025 “no pudiendo cuantificar qué parte de esta cantidad habría recibido Belén Cerdán hasta que no se cuente con la información bancaria de la cooperativa”, reseña el dossier. Razón por la cual este viernes el magistrado autorizó la entrada y registro de la sede de Erkolan.
Por su parte, el cuñado de Santos Cerdán también consiguió empleo en Servinabar como peón especialista fue preceptor de 69 transferencias por valor de 53.130 euros desde septiembre de 2019 a diciembre de 2022. De hecho, el mismo día de la contratación del cuñado de Cerdán, Antxón Alonso le había enviado su contacto a un directivo de Acciona, ahora imputado en el caso tras este informe agradeciéndole el trámite: “Gracias Manuel no lo olvido”. En las conversaciones de los días posteriores ambos comentaron detalles de la contratación del cuñado de Cerdán.
También Francisca Muñoz, más conocida como Paqui, la mujer de Cerdán estuvo contratada por otra cooperativa asociada a la trama llamada Noran a razón de 2400 euros al mes.
En principio, en el contrato se comprometía a aportar a la cooperativa 600 euros al mes de su sueldo, pero los agentes no encontraron respaldo justificativo en cuentas bancarias de las cantidades que en virtud de este acuerdo Francisca Muñoz estaba obligada a desembolsar”. Y tampoco encontraron actividad laboral alguna: “No se han localizado documentos o cruce de correos de la que se desprenda una verdadera prestación de servicios por parte de francisca Muñoz” reza el último dossier de la UCO.
Otra de las contraprestaciones canalizadas habría sido el pago de los alquileres de dos pisos en Madrid. Un en la glorieta de Quevedo por un total de 62.840,26 euros, en entre noviembre de 2017 y octubre de 2019. Y otro en la calle Hilarión Eslava en el que vivió la mujer de Cerdán hasta este verano que habría costado 44.645,26 euros. Todo abonado por Servinabar. Hasta los muebles comprados en El Corte Inglés para el piso los asumió la compañía con facturas de más de cinco mil euros.



