La ley de Sánchez y Junts se estrella en el Congreso y los socios señalan a Podemos

La delegación de competencias de inmigración a Cataluña es la tercera ley del Gobierno o sus partidos que decae en tres semanas

La diputada de Junts Míriam Nogueras durante el debate para la reducción de la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo, este miércoles en el Pleno del Congreso de los Diputados.
EFE/ Borja Sanchez-Trillo

El tercer pleno del Congreso en lo que va de septiembre arranca con el enfado de Junts per Catalunya, el portazo de Podemos y la crítica de los aliados parlamentarios de izquierdas al partido morado. También con una amenaza de ruptura en Sumar que no se atrevió a consumar IU después de mantener la incógnita sobre su voto toda la jornada, pero sí los dos diputados de la Chunta Aragonesista y de Compromís, Alberto Ibáñez y Jorge Pueyo, cuyos apoyos no bastaban para salvarla.

La proposición de ley firmada por los socialistas y por el partido de Carles Puigdemont, para delegar competencias en materia de inmigración a la Generalitat de Cataluña, se estrelló contra los votos de PP, Vox, UPN, Podemos y los dos diputados de Sumar (177 noes, 173 síes). Y tensionó aún más las complejas relaciones entre la coalición de PSOE y Sumar y Junts.

Los morados habían anticipado que dejarían caer la ley por el enfoque “racista” de su exposición de motivos, que no tiene efectos normativos. Y cumplieron. De nada sirvió que les repitieran que se trataba únicamente de una toma en consideración, y que la norma se podría mejorar con la presentación de enmiendas.

Si en el Gobierno y entre algunos aliados sonaban alarmas hace una semana, cuando los morados anunciaron su decisión de tumbar el texto, este martes esas alertas, así como el enfado de algunos aliados, resonaron en los pasillos del palacio de la Carrera de San Jerónimo.

“Quieren que gobierne el PP”, advertían desde las filas de uno de estos partidos. Un dirigente de otra formación decía desear que los morados no aspiren a hacer saltar por los aires la legislatura. Y una tercera era rotunda: “Si siguen abonando la extrema derecha, les van a devorar”.

La misma fuente afirmaba que Podemos “hace tiempo que tiene esta tesis perdedora”, que pasa precisamente por tumbar a Pedro Sánchez y forzar elecciones, para así competir con Sumar por el liderazgo de la izquierda. Tampoco Junts se salva, a su juicio, de esta voluntad destructiva: “Quieren pero saben que no deben”; “Son el escorpión de la fábula”, zanja.

Pedro Sánchez, María Jesús Montero, y Yolanda Díaz en una sesión de control en el Congreso de los Diputados.

Entienden que aún es pronto para aclarar si hoy se ha alcanzado un nuevo hito que marque el devenir de lo que resta de legislatura, pero reconocen que se trata de un golpe a la mayoría de investidura y un resultado preocupante.

Podemos exigió estos días abordar políticas como el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs), una reivindicación que llevan tiempo defendiendo. Y la proposición de ley no introduce cambios sustantivos en su funcionamiento, más allá de ceder su gestión a la Generalitat de Catalunya, hoy en manos del PSC.

El portavoz de Podemos en el debate, Javier Sánchez Serna, puso el parche antes de la herida, y exigió a Junts y al PSOE que retirasen la proposición de ley, para después apoyar la iniciativa legislativa popular (ILP) para conceder la nacionalidad a miles de personas migrantes. “Entonces nos sentaremos a hablar”, apostilló.

El enfrentamiento entre socios hizo aflorar viejas heridas, precisamente a cuenta de la ILP. Desde Sumar acusaron a los morados de haber dinamitado el principio de acuerdo sobre esta iniciativa, antes del verano. Afirmaron que la hicieron descarrilar por su política de “brocha gorda”. “No fue Junts”, incidieron, sino Podemos.

Tres semanas de plenos se saldan con tres derrotas de leyes Gobierno y de los partidos que lo componen, dos de Sumar y una del PSOE. Frente a sólo dos normas aprobadas.

El expresidente catalán Carles Puigdemont.
Europa Press

Junts acusa a Podemos de comprar “el marco de la ultraderecha”

Por su parte, Junts, que este mismo martes defendió una proposición no de ley -iniciativa no vinculante- para restringir el acceso a permisos de paternidad a los trabajadores temporeros migrantes, arremetió contra los morados: “Está comprando el marco de la ultraderecha”, acusaron desde la dirección del partido de Puigdemont. También recordaron que no han avalado un solo techo de gasto, ni un Presupuesto del Ejecutivo -no han presentado ninguno en la legislatura-, precisamente porque exigen avanzar primero en compromisos como esta delegación de competencias.

Si hay un consenso entre los aliados del presidente es que es Junts, en su pulso electoral con Aliança Catalana, quien está allanando el camino a los ultraderechistas. “A nadie se le escapa por qué la derecha catalana pide hoy eso”, asumió el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, que también denunció el discurso “racista” de Junts. “Ustedes, como el PP, están fomentando un monstruo que se los va a comer”, espetó. La novedad es que inició su intervención cargando contra Podemos por la decisión “kafkiana” de votar en contra de la proposición de ley.

“Les respeto enormemente y sus líderes son los mejores de nuestra generación; les entiendo siempre, pero hoy no; porque hoy no defendemos una ley que entrega competencias a Junts, sino a Cataluña”, afeó. “El camino que emprenden hoy es peligroso y preocupante“. “Les pido que se lo repiensen, den lugar a que esto avance, y juntos y juntas les pido que ganemos a la gente en el periodo de enmiendas, y que mejoremos esta ley”, advirtió. Incluso los tildó de “jacovinos”.

Jon Iñarritu, diputado de EH Bildu, se expresó en términos similares, vendiendo las bondades de una norma “progresista”, que “apoya la descentralización”. “O somos todos y todas corresponsables y sensatos, o no se puede aprobar nada”. “Sólo ganan estos señores”, señaló, apuntando a las bancadas del PP y de Vox.

Aina Vidal, diputada de Sumar, también reivindicó su voluntad de “cerrar todos los CIEs de Barcelona”, y cuestionó que los morados hayan “descubierto hoy” las motivaciones de Junts. “Todos sabemos que Junts no trabaja para facilitar la vida de las personas migradas”, y “no les preocupa en exceso que caiga esta norma, porque ni siquiera están en el Govern”.

Vidal no dudó en señalar a los partidos que hicieron descarrilar la norma: “Junts, Podemos y el PP, juntos, por la estrategia del tremendismo, el bloqueo y de fomentar el tedio a la política”. “En Podemos creen que con un gobierno de derechas les iría mejor”, acusó. La tensión acumulada en las bancadas de la izquierda era evidente. Como lo era entre algunos diputados la sensación de que puede haber un antes y un después tras este pleno.