Pedro Sánchez sacó de ‘House of Cards’ su amenaza de dimisión: victimización y a seguir

La amenaza de dimisión de Pedro Sánchez ha encontrado en 'House of Cards' un referente pionero. ¿Se trata de una estrategia política?

House of Cards y Pedro Sánchez - Política

Frank Underwood y Pedro Sánchez, con el Congreso de los Diputados difuminado al fondo Artículo14

La carta a la ciudadanía de Pedro Sánchez lo ha cambiado todo. El presidente del Gobierno se tomó cinco días de reflexión para decidir si seguirá al frente el resto de la legislatura o si, por el contrario, la presión mediática y judicial del caso de Begoña Gómez terminará por romper al hombre que no rompe. Tal vez en su manual de resistencia nunca hubo nada sobre defender al amor de tu vida y salir indemne —políticamente hablando— de esa defensa. No obstante, ha decidido seguir.

Lo que quizás sí esté en el manual de resistencia de Pedro Sánchez es House of Cards. La serie de televisión creada por Beau Willimon en 2013, dirigida por David Fincher y protagonizada por Kevin Spacey y Robin Wright marcó un antes y un después en las ficciones políticas estadounidenses durante la pasada década. Visto por muchos como un referente de la política norteamericana y un magnífico estudio sobre el poder y la ambición, House of Cards ha servido de ejemplos en innumerables veces. Y en este caso podría suceder de forma similar.

¿Qué hizo Frank Underwood en ‘House of Cards’?

Frank Underwood en House of Cards - Cultura

El personaje de Kevin Spacey en ‘House of Cards’

Durante la tercera temporada, el personaje protagonista de House of Cards, Frank Underwood, estaba contra las cuerdas. Presidente del Gobierno de los Estados Unidos de América, Frank lidiaba con la presión social, política, mediática y judicial en torno al caso de unos drones militares que habían causado estragos en Oriente Próximo. Estaba contra las cuerdas. No solo por las consecuencias militares de lo acontecido más allá de las fronteras estadounidenses, sino porque en su propio partido lo observaban con dudas e inquietudes.

Es ahí donde entraba Heather Dunbar, personaje de Elizabeth Marvel y potencial sustituta de Frank Underwood al frente de la Casa Blanca. Pero ¿cómo afrontó el protagonista de House of Cards la situación? ¿Cómo se enfrentó a la presión social y mediática, y al mismo tiempo logró mantener la confianza de los políticos del Capitolio?

En resumidas cuentas, lo que hizo Frank Underwood fue escoger el papel de víctima. Trasladó ese acoso judicial por el caso de los drones y toda esa presión de su entorno hacia otras costas, en busca de una especie de «cuestión de confianza» silenciosa que le permitiría mantenerse en el poder y presentarse a las siguientes elecciones con posibilidades reales de seguir en la Casa Blanca. Exactamente lo mismo que Pedro Sánchez: victimización y a seguir.

La situación de la ficción, trasladada a la realidad, se puede asemejar a lo que vive Pedro Sánchez en estos momentos

Pedro Sánchez ha sacado de 'House of Cards' su amenaza de dimisión, ¿plagio o inspiración?

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su último viaje a Eslovenia

Si hacemos un ejercicio de traslación de ficción a realidad, si trasvasamos lo que no existe a nuestro mundo, existen ciertos paralelismos entre la situación que vive Pedro Sánchez en estos momentos y el contexto al que se enfrentaba Frank Underwood en House of Cards. Todo se reduce a una cuestión de confianza y a tratar de desembarazarse de las presiones políticas, sociales y mediáticas que, tanto en la ficción como en la realidad, se han ido haciendo más y más grandes conforme pasaban las semanas.

Recapitulemos con celeridad. Pedro Sánchez pierde la gran mayoría del mapa político peninsular en las elecciones autonómicas de mayo de 2023. Un día después, sale públicamente en la Moncloa y disuelve el Congreso —en lo que algunos denominaron como un «ejercicio de autocrítica»—, convocando elecciones para julio de 2023. Pierde las elecciones el 23J, pero se aferra a un leitmotiv que le permita mantenerse en el poder: somos más.

Negocia con Junts per Catalunya y Esquerra Republicana una amnistía, a espaldas de sus votantes y mandando por tierra años de afirmaciones públicas y categóricas donde aseguraba, tanto él como su partido, que jamás habría amnistía porque ésta no tenía cabida constitucional. Pacta la amnistía y es investido presidente. Junts le aprieta las tuercas para conseguir una ley a la medida de Puigdemont, cuyos delitos por terrorismo siguen en el aire.

Poco después, explota el caso de Koldo y José Luis Ábalos, antigua mano derecha de Pedro Sánchez y hombre que permitió su resurrección política durante la guerra civil socialista. La crisis institucional, ya bastante densa por la cuestión de la amnistía, se agrava. La oposición trata de hacer sangre. El Gobierno es débil e inestable. Las elecciones gallegas han sido un duro varapalo para el PSOE, y quedan por delante las vascas, las catalanas y las europeas. Hay que poner la mejor cara posible, sacar el manual de resistencia.

Pero es ahí donde entra el nombre de Begoña Gómez… y todo sale por los aires. La aparición de la mujer del presidente en medio del terremoto político del caso Koldo ha hecho explotar a Pedro Sánchez, que ha llegado al límite de lo que su manual de resistencia le permite soportar. Sánchez ha dicho «basta» y se ha plantado. Necesita un tiempo para reflexionar, pero responder a la pregunta que se han hecho todos los que anhelan o sostienen el poder: ¿merece la pena? ¿De verdad merece la pena aguantar todo esto?

Sin embargo, podríamos estar delante de un movimiento al más puro estilo de Frank Underwood en House of Cards.

¿Y si estamos delante de una maniobra política?

Los analistas y expertos del panorama político español afirmaron que estábamos delante de una estrategia política. De la misma forma que Frank Underwood buscó una «cuestión de confianza» en House of Cards y logró colocar una cortina de humo entre todas las polémicas que le rodeaban, se decía que Pedro Sánchez podría estar buscando aligerar la carga mediática que soporta su mujer, evaporar poco a poco el caso de Begoña Gómez y tratar de reafirmar su legislatura con el apoyo de todos los grupos políticos del Congreso.

El propio Carles Puigdemont vio en la carta a la ciudadanía de Pedro Sánchez una estrategia. El líder de Junts per Catalunya consideró que el presidente del Gobierno estaba tratando de reafirmar la confianza del Congreso de los Diputados antes de las elecciones catalanas, y al mismo tiempo darle a su base electoral socialista —mermada ostensiblemente en la mayoría de regiones españolas, excepto en Cataluña— motivos para no dudar de que el PSOE sigue siendo la única opción para combatir la «fachosfera» o «esfera facha» que está intentando desalojarle de la Moncloa. Su discurso ha ido por esos derroteros.

En estos momentos, cabe preguntarse si Pedro Sánchez ha tenido como referencia la maniobra de Frank Underwood en House of Cards o ha salido de su propio manual de resistencia. Desde luego, después de haber tomado la decisión de continuar, el símil con la serie de televisión de Netflix es realmente interesante. La influencia es muy evidente. Una curiosidad política para estos tiempos tan convulsos.

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