La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha acusado este viernes al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de “tergiversar” las palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en relación con las armas nucleares y ha censurado que pretenda “dar lecciones” mientras continúa la ofensiva militar sobre la Franja de Gaza.
Las declaraciones de Robles se producen después de que Sánchez, al anunciar el paquete de medidas destinadas a frenar lo que calificó de “genocidio en Gaza”, subrayara que España “no tiene bombas nucleares, tampoco tiene portaaviones ni grandes reservas de petróleo” y que, en solitario, no puede detener la ofensiva israelí. La respuesta de Netanyahu no se hizo esperar: acusó al presidente del Gobierno de lanzar “amenazas genocidas” contra el Estado de Israel.
En una entrevista concedida a Espejo Público, la ministra aclaró que “lo que quería decir Sánchez estaba muy claro y no hay por qué tergiversarlo”. En este sentido, explicó que la capacidad de España para contribuir a la resolución del conflicto “no se mide en términos bélicos, sino diplomáticos y de compromiso con la paz“.
Robles se mostró “sorprendida” de que el primer ministro israelí “se permita dar el lujo de dar lecciones a otros países” mientras en Gaza se suceden “imágenes tan terribles que marcarán una página funesta en la historia universal”. Para la ministra, la reacción de Netanyahu no solo distorsiona las palabras del jefe del Ejecutivo español, sino que pretende desviar la atención del drama humanitario que atraviesa la población civil palestina.
En relación con la decisión del Gobierno de consolidar por ley el embargo de armas a Israel, Robles aseguró que la medida no afectará a la modernización de las Fuerzas Armadas españolas. Según precisó, el Ejecutivo mantiene un “compromiso firme” con la seguridad nacional y ha incrementado la inversión en defensa, apostando por la industria española para sustituir el material que hasta ahora se adquiría a proveedores israelíes.
La ministra remarcó que España dispone de una base tecnológica e industrial capaz de cubrir las necesidades de modernización de sus fuerzas armadas, lo que permitirá no solo garantizar la independencia en materia de defensa, sino también impulsar la innovación y la competitividad del sector nacional.
Con este enfoque, el Gobierno pretende demostrar que la política exterior y de defensa española combina un compromiso firme con los derechos humanos y la paz internacional, al tiempo que asegura la capacidad de las Fuerzas Armadas para afrontar los retos de seguridad del futuro.
El PP define la situación en Gaza
Por otro lado, la portavoz del PP, Ester Muñoz, definió la situación en Gaza como “terrible”, preguntándose “a quién no se le rompe el alma” al ver imágenes de madres con niños fallecidos o rehenes israelíes “cavando su propia tumba”. No obstante, matizó que ni ella ni su partido utilizarán el término “genocidio” para describir la situación en la Franja, recordando que el propio ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, había defendido que “deben ser los tribunales internacionales quienes digan si es un genocidio o no”.
“Hay que ser serios, no hay que ser frívolos, creo que es un asunto muy complejo”, añadió Muñoz, quien reiteró la postura de su formación: “Israel tiene el derecho a defenderse, pero no el derecho a confundir a los terroristas con la población civil”. En este sentido, recalcó que, junto con los socios europeos, se debe exigir a Israel que “se comporte como un país democrático” y cumpla “las normas de los conflictos armados”. Eso, matizó, no implica caer en “equidistancias” respecto a la organización terrorista Hamás, que —según recordó— llegó a felicitar públicamente al presidente Pedro Sánchez por sus medidas contra Israel.